Es importante que documentemos la forma en la que López y su gobierno de cuarta está fastidiando a México y ojalá podamos darle un giro a todo esto en las elecciones de 2021, mientras López enfatizaba en su discurso el tema del avión presidencial, sigilosamente Gertz Manero,
Fiscal General de la República impuesto por MORENA, seguía cabildeando su proyecto regresivo y totalitario de justicia penal, recordemos que se trata de un proyecto que ni siquiera fue recibido por Ricardo Monreal a mediados de enero, porque sólo la filtración parcial del
mismo ya había causado olas de rechazo, se trata del mismo proyecto que Sánchez y Durazo, Secretarios de Gobernación y Seguridad Pública respectivamente, se negaron a avalar después de darle el beneficio de la duda, luego se supo que ni siquiera lo conocían a fondo. Se trata de
un proyecto que amplía el arraigo para todos los delitos, valida la actuación de policías sin aval de jueces, avala pruebas obtenidas de forma ilegal, anula de plano el derecho de amparo (vía esencial para combatir los actos arbitrarios de la autoridad pública), pretende
establecer un Código Penal Único (pasando por encima del federalismo) en pocas palabras, el “Fiscal Carnal” de López quiere vía libre y patente de corso para convertir a la FGR en una “fábrica de culpables” y en una “fábrica de chivos expiatorios”. Por otro lado, la imagen
que causó indignación: 19 niños huérfanos de entre 6 y 15 años integrándose a las autodefensas armadas de Guerrero, ya son miembros de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Fundadores (CRAC-PF), se trata de chamacos que pretenden defender a sus comunidades
de las agresiones que padecen por parte de aquellos lados, y cuántos más no habrá así por todo el territorio nacional, sin padres, sin oportunidades, en medio de la pobreza y la violencia. Es crudo y duro de aceptar, pero en México hay espacios en donde el poder del Estado no
existe y por ello la gente tiene que retomar a la brava su derecho a la seguridad, incluso por la vía armada. Estaría bien que López se diera una vueltecita por allá, pero sin guaruras ni paleros, para ver cómo le va, pero no, no será así, sólo le gustan los niños indígenas que
al toque de tambora, cantan “Es un honor estar con Obrador”y no olvidemos el capricho del tren maya, pero nada más no jala la máquina, primero que iba el proyecto sólo con recursos públicos, luego, que sí iba a aceptar inversión privada, pero sólo de empresas bien portadas,
honestas, ahora todo es incertidumbre, porque es un hecho que no alcanza el dinero público y que la iniciativa privada le tiene miedo y el fantasma del Aeropuerto de Texcoco sigue espantando vivos. Hay voces que apuntan a que ese proyecto no verá la luz del día en este sexenio.
Además, muchas comunidades indígenas y grupos ambientalistas siguen en pie de resistencia, mientras el EZLN hizo pública su intención de boicot. En México, seguimos pagando muy caras las ensoñaciones de un ególatra desorientado.
