Amigos hombres, con los cuales tengo la suerte de compartir este mundo y este género, la cuestión no es si "todos los hombres somos iguales" o si "todos los hombres somos o no acosadores", la cuestión es q no hay una sola mujer q no haya sido acosada, y eso nos debe cuestionar.
¿Que cómo puedo hacer esa generalización? Hablen con sus amigas, familiares, compañeras de estudio o trabajo. Todas han sido acosadas, sea en la calle, en la empresa, en un centro comercial, en cualquier parte.
Y no podremos construir un mundo mejor cuando la mitad de la población no puede salir tranquila a las calles o coger un taxi o vestirse como se le dé la regalada gana, por miedo a ser acosadas.
Se me podrá decir que los hombres también sufrimos acoso y es cierto, pero no es algo sistemático.
Se me dirá que los hombres salimos con miedo a las calles por un atraco o algo y es cierto, pero las mujeres salen con miedo al robo y miedo a la violación.
Se me dirá que los hombres salimos con miedo a las calles por un atraco o algo y es cierto, pero las mujeres salen con miedo al robo y miedo a la violación.
Se me dirá que los hombres vivimos vulneraciones particulares, como que en la mayoría de las muertes violentas en las ciudades, las víctimas sean hombres jóvenes de barrios populares, pero un problema no le quita importancia al otro. Todos exigen solución urgente.
Aparte del hecho de que las circunstancias de acoso o abuso están de tal modo naturalizadas, que nos llegan a parecer normales, llegando al punto de que algunos hombres se "ofendan" frente al reclamo de las mujeres ante un piropo no pedido en las calles.
Yo sé que les molestan las generalizaciones tipo "es que los hombres hacen esto o aquello", a mí me molestan, pero esa molestia que me genera es mucho menor al miedo, al asco, a la repugnancia que pueden sentir muchas mujeres de salir a las calles a causa del acoso y el abuso.
Y creo q lo que hay q hacer no es tanto indisponernos por esas frases,sino disponernos a parar cualquier acción de acoso o abuso,cualquier señal de violencia,a hablar con los amigos y reflexionar sobre nuestras propias actitudes,desde la parcería,pero también desde la sinceridad.
Porque no toda educación recibida en la vida es una educación justa y es preciso que nos demos cuenta de ello, de que hay cosas que nos inculcaron como buenas y que no lo son.
Con amor, para los parceros.
Con amor, para los parceros.
