No. Ya estamos inmersos en una crisis de magnitudes nunca antes vista en la historia de México, no sólo de naturaleza económica y política, sino también social. Solamente en 1910 se habían conjuntado todos esos ingredientes.
Suménle el asunto sanitario.
Si hace 10 años, súbitamente hubiesemos entrado al estado de las cosas de hoy en día, claramente sería notoria la magnitud de la crisis.
Cuando una moneda se devalúa, es por que el país que la emite no tiene con que respaldarla.
Enriquecimiento solamente por que sí, de las clases políticas. Merecían dinero por existir.
La creación de riqueza no lo es más desde 2008 el petróleo. La economía, que aún es bastante fuerte, está siendo desmantelada sistemáticamente por políticas absurdas, que generan desconfianza no en el gobierno, sino en el país competo.
Sin embargo, entra en juego un actor, que si bien salvó al peso en un par de ocasiones, ahora lo está condenando: PEMEX.
Esta falsa confianza dio la idea de que Pemex era una empresa sólida, fuerte y con futuro.
Crisis de 1994. "Casualmente", el gobierno que provocó la crisis, de Salinas, de una orientación "política", le entrega el gobierno a un equipo "tecnócrata".
Hoy en día, ¿A quién ven como posible solucionador de crisis?
Y la capacidad de generarlo va en picada.
México ni de lejos es Venezuela. Ni la cuarta parte de población es, nunca ha tenido una economía diversificada.
Por el momento, basta decir, que realmente, poder político, ya tampoco tiene. Pusieron a la persona incorrecta en la silla y eso les tronó en la cara.
Un gobierno puede mentir lo que quiera, mientras no le pegue al dinero ajeno.
Todo poder político, tradicionalmente, surge del "apoyo popular". Aparentemente así surgió López Obrador, validado por las urnas.
No se le puede forzar a ser inteligente a quien decide ser pendejo.
Es obvio, va a costar, dinero, dolor y vidas. Y aún así tiene solución.