¿Está debilitado el régimen de don pendejo?
Si.
¿Va a caer pronto?
Poco probable.
¿Se va a perpetuar en el poder?
No.
¿Se declarará abiertamente comunista, apoyando a Cuba y Venezuela?
Nunca.
¿Triunfará el movimiento de los cuatreros?
No.
Si.
¿Va a caer pronto?
Poco probable.
¿Se va a perpetuar en el poder?
No.
¿Se declarará abiertamente comunista, apoyando a Cuba y Venezuela?
Nunca.
¿Triunfará el movimiento de los cuatreros?
No.
Entonces, ¿Cuál es el riesgo del régimen de don pendejo?
Su único objetivo es destruir el estado mexicano por completo. Y vaya que está siendo eficiente en conseguirlo. Y esto, como preámbulo para instaurar otro régimen, que ese si, viene a perpetuarse en el poder.
Su único objetivo es destruir el estado mexicano por completo. Y vaya que está siendo eficiente en conseguirlo. Y esto, como preámbulo para instaurar otro régimen, que ese si, viene a perpetuarse en el poder.
Hoy, podemos olvidarnos de que existe una oposición representada en los partidos políticos. El legislativo responde completamente a don pendejo, e ignora completamente a sus representados. El poder judicial anda por las mismas. Los entes autónomos están siendo desmantelados.
No es solo don pendejo. Es un régimen que lo acompaña. Y los integrantes de ese régimen llevan décadas en el ejercicio del poder. No es algo nuevo, es algo que los ciudadanos hemos permitido y alentado que evolucione hasta lo que está representado por don pendejo.
Don pendejo tan solo es un eslabón necesario en esa evolución del régimen político presente. Por su función, su tiempo de vida no puede ser muy largo; de hecho, va a estar estrictamente limitado a su periodo legal de gobierno, por mucho.
No son pocas las voces que ya dicen "cualquier cosa es mejor que este régimen". Lo que viene después seguramente vendrá en mejor presentación que lo que está hoy en día; pero con un contenido igual o peor de podrido que lo que tenemos hoy en día.
Hoy, ya es demasiado tarde, como quince años aproximadamente, para frenar a don pendejo y su objetivo. Ni siquiera retirándolo del poder se arregla esto. La solución es bastante compleja, pero alcanzable. El objetivo el día de hoy ya no es frenar, sino preparar lo que viene.
Olvidemos el cuento chino de una dictadura, del comunismo, del chavismo. Olvidemos que un gran poder externo, un caudillo, un partido político que venga a salvarnos. Olvidemos también que los políticos vendrán a salvarnos; de hecho, son los menos interesados en hacerlo.
Sobre todo, debemos olvidar diferencias, chairos y fifis, izquierda y derecha, y cuanta pendejada hecha para clasificar y dividir existe. Todos vamos en el mismo barco, y todos vamos a sufrir las consecuencias por igual, sin excepción, de la destrucción del estado mexicano.
Se debe crear una estrategia integradora, que cohesione al pueblo mexicano. Se debe crear un poder real, económico, social y político, capaz de reemplazar rápidamente al régimen político actual; capaz de crear rápidamente de nuevo las instituciones que se han destruido.
No es para nada fácil, pero construir es la única salida que tenemos a esta situación que vivimos actualmente. Y es posible realizarlo.
