Todo se ha complicado en extremo. El año pasado se empezaron a echar todos los problemas conforme iban apareciendo, bajo la alfombra. El problema, es que hoy en día, la alfombra ya llega al techo de la casa.
En específico, varias que transcurrieron desde 2008 en Pemex, y que no son poca cosa, aprox un 8 a 10% del PIB.
Por lo regular, el primer año de los presidentes (salvo Zedillo) es el más papita, el más tranquilo, donde se van conociendo sus estrategias económicas, y los movimientos políticos se negocian para llevar a cabo dichas estrategias.
A la par, cuestiones que ya existían se agravaron por falta de atención: inseguridad, narcotráfico, crecimiento económico. En lugar de atender estas últimas cuestiones, se optó por echarlas bajo la alfombra.
Se le prometió todo a todos, y el tiempo de pagar había llegado. Y pues resulta que vieron que nunca hubo tanto dinero como creyeron.
Por si mismo, nadie pela a don pendejo; por ello se tuvo que valer de algunos gusanos, como santiago nieto y gerts manero, para amedrentar y amenazar.
Por un lado, don pendejo, después de un año de gobierno errático y de pésimas decisiones, está acorralado por su propia lengua. Nunca logró tener el poder que soñó que tendría, y sobre todo, no hubo el dinero que creyó que habría.
La primer decisión de este tercer acto es la detención de emilio lozoya.
Don pendejo estaba para hacer desastre en la cristalería, pero no tanto.
Aunque no lo parezca, existen mecanismos de seguridad para prevenir que destruya todo.
Sin embargo, se optó por lo más sencillo.
Su mismo actuar político es suicida, si nadie le da apoyo político. Y desde lo de lozoya, así transcurre.
Sorpresa. En su misma tierra, recibe rechiflas y reclamos de sus otrora borreguitos.
No sólo perdió la agenda, ya perdió también la plaza pública.
Se detecta un caso proveniente de Italia la semana pasada. Y entre hoy y mañana, lo van a dar de alta. En ningún lado del mundo se ha hecho eso.
La estrategia de don pendejo ahora es de castigar al pueblo que no lo apoya. A diseminarle plagas, enfermarlo. Vengativo.
¿Cuánto va a durar? No mucho, don pendejo ya cumplió la acción para la cual se le puso en la silla, y de hecho, se le pasó la mano. Ya no es de utilidad para el "amplio acuerdo".