Hoy propongo paseo por la vida y obra del inclasificable artista italiano Felice Casorati (Novara, 1886-Turín, 1963).
De temática doméstica y cotidiana, veréis que pasó por distintas etapas y, aunque muchos vieron su trabajo alejado de toda vanguardia, es interesante.
👇🏻Hilo
De temática doméstica y cotidiana, veréis que pasó por distintas etapas y, aunque muchos vieron su trabajo alejado de toda vanguardia, es interesante.
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Casorati se inició en la pintura a los dieciocho años cuando una enfermedad le obligó a abandonar sus estudios de música y pasar un tiempo en el campo. Comenzó realizando retratos a su madre y hermanas a lápiz y pastel de estilo expresionista.
Para acceder a los deseos de su madre, Felice se matriculó en la Facultad de Derecho de Padua, en la que estudió hasta 1906. Sin embargo, él ya había decidido dedicarse a la pintura, cuando en 1907, un cuadro suyo fue expuesto en la Bienal de Venecia.
Las primeras obras de Felice Casorati son de estilo naturalista, pero después de 1910 la influencia de los simbolistas y en concreto de Gustav Klimt dieron un vuelco a su pintura.
En 1915 expuso de forma individual en la Secesión de Roma III, muestra en la que además de pinturas, presentó algunas esculturas en terracota. Ese mismo año fue llamado a filas para participar en la I Guerra Mundial, en la que luchó hasta 1917, tras la muerte de su padre.
En 1918 se instaló junto a su madre y sus hermanas en Turin atraído por su atmósfera decadente. A partir de entonces su obra se vuelven más geométricas y de mayor claridad formal. Fue el llamado «retorno al orden» que triunfó en las artes italianas como reacción a la guerra.
Muchos críticos de arte, han catalogado la obra de Casorati como fría, cerebral, muy academicista, sin embargo, es reconocido a nivel internacional como uno de los máximos exponentes de este movimiento que lo conectan directamente con la pintura metafísica de su país.
Dijo inspirarse en los grandes maestros renacentistas, en especial Piero della Francesca. Como ejemplo una de sus obras más conocidas: el retrato «Silvana Cenni», (1922), en la que lo minucioso de los volúmenes se traduce en una sensación de irrealidad, característico de su arte
Antifascista como era, en 1923 fue detenido, enemistándose con el régimen de su país. Entonces abrió su estudio de Turín a jóvenes estudiantes. A partir de 1930, suaviza e ilumina el tono de su paleta y continuó trabajando y exponiendo logrando importantes premios.
La mayor parte de sus obras están en importantes colecciones italianas, públicas y privadas, entre las que se incluyen las del Museo de Arte Moderno de Revoltella, en Trieste y la Galleria Nazionale d’Arte Moderna .
Ya me diréis qué os ha parecido.
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