Un movimiento para reposicionar los fármacos se ha iniciado en los últimos años. En esta estrategia, es importante usar medicamentos que hayan demostrado ser inofensivos y cuya farmacocinética y dosis óptima sean bien conocidas.
Hace 20 años se propuso probar sistemáticamente la cloroquina en infecciones virales porque se había demostrado que era eficaz in vitro contra una amplia gama de virus.
Este medicamento tiene múltiples actividades, una de las cuales es alcalinizar el fagolisosoma, lo que dificulta los pasos de replicación viral que dependen del pH bajo, incluida la fusión y la eliminación del recubrimiento.
En el momento de la epidemia de coronavirus asociada al síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en 2003, se probaron varias moléculas para evaluar su efectividad contra este virus. Entre estos, la teicoplanina.
La teicoplanina es un agente antiestafilocócico, que ha demostrado eficacia in vitro , y este también es el caso de la cloroquina.
Estos hallazgos terminaron siendo olvidados debido a la desaparición del SARS por razones que no están claras ni explicadas.
La cloroquina es quizás uno de los medicamentos más recetados en el mundo. De hecho, todos los europeos que visitaron áreas geográficas endémicas de malaria durante décadas recibieron profilaxis con cloroquina y la continuaron durante 2 meses después de su regreso.
Además, la hidroxicloroquina se ha utilizado durante décadas a dosis mucho más altas (hasta 600 mg / día) para tratar enfermedades autoinmunes.
La HCQ es la terapia de base del LES porque previene los flares, alarga la esperanza de vida, anti trombótico y en cierta forma previene la nefritis lúpica.
Es difícil encontrar un producto que actualmente tenga un perfil de seguridad mejor establecido que la cloroquina.
Además, su costo es insignificante. Por lo tanto, su posible uso tanto en la profilaxis en personas expuestas al nuevo coronavirus como en un tratamiento curativo probablemente será evaluado de inmediato.
Si los datos clínicos confirman los resultados biológicos, la nueva enfermedad asociada al coronavirus se habrá convertido en una de las más simples y baratas de tratar y prevenir entre las enfermedades respiratorias infecciosas.
Siguiendo los resultados in vitro, se iniciaron 20 estudios clínicos en varios hospitales chinos. Los primeros resultados obtenidos de más de 100 pacientes mostraron la superioridad de la cloroquina en comparación con el tratamiento del grupo control.
La superioridad es en términos de reducción de la exacerbación de la neumonía, duración de los síntomas y retraso del aclaramiento viral, todo en ausencia de efectos secundarios graves.
Esto ha llevado a China a incluir cloroquina en las recomendaciones sobre la prevención y el tratamiento de la neumonía por COVID-19.
La dosis óptima para el SARS-CoV-2 es un problema que deberá evaluarse en los próximos días.
La actividad de la hidroxicloroquina en los virus es probablemente la misma que la de la cloroquina, ya que el mecanismo de acción de estas dos moléculas es idéntico, y estamos acostumbrados a recetar HCQ por largos períodos, lo que sería primera opción contra el SARS-CoV-2.
Para un tratamiento óptimo, puede ser necesario administrar una dosis de carga seguida de una dosis de mantenimiento.
sciencedirect.com/science/articl…
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