Hace cinco años, o poco más, que mucho de lo que veo en las calles me remite al fin de una fiesta: no son los actos concretos, sino el talante que parece provocarlos, o frustrarlos, o sostenerlos... a la luz crepuscular que los baña.
Algo así.
Todo pasa y todo queda, dice el clásico, pero no deja de ser incómodo atestiguar que algo parte así, en forma inapelable, dejando detrás oportunidades amplísimas que nunca se ejercieron, o lo hicieron a medias.
Luego de la glasnost y su hija inevitable, la perestroika, vino una época de libertades plenas que nomás no se afianzó: desde la sociedad misma vino una "contra" que revirtió el discurso y nos tiene ahora con un autoritarismo normalizado avanzando de puta madre.
Cuando más posibilidades tuvo una mayoría de individuos, menos supo aprovecharlas. Lo que antes fue un reto hoy está resuelto, y en lugar de avanzar más, la mayoría prefirió estacionarse en debates ridículos, en temas ñoños, en controversias huecas.
Aquella fiesta duró poco.
Lo que más jode es esta sensación de haber ya dicho mucho, sin haber dicho lo suficiente.
Lo necesario.
Es como haber bebido un madral y llegar a la cruda sin haber hecho escala en la embriaguez.
Una rolita para quitarle el filo a este panorama jodido, y que el diablo reconozca a los suyos.
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1) Hubo un madral de gente. 2) No hubo acarreados. 3) No hubo vandalismo. 4) No hubo politiquitos queriendo sacar raja. 5) No hubo un discurso consistente al momento. 6) No hubo una narrativa útil, a favor o en contra, posterior al suceso.
A partir de ellos se pueden hacer correr ríos de bytes, a favor o en contra, según se quiera incidir en la discusión.
Baste por ahora un par de nociones:
A) El pseudogobierno de López NO pudo ignorar la marcha: lo que queda del factotum debió salir maltrecho a acusar recibo.
B) Entre esa marcha de miles y su conversión en acciones útiles, incluido el voto, media un proceso discursivo que al momento ni siquiera se insinúa por parte de sus promotores: la narrativa debe ser sobre algo que SÍ SE QUIERA, para emocionar y motivar.
Pensar y actuar en lo local, en SUFICIENTES puntos por suficiente tiempo, determina lo nacional.
La sociedad mexicana de los 80 y 90 lo entendió perfecto, y alumbró una auténtica "primavera".
La sociedad mexicana fruto de ese esfuerzo cambió el enfoque a partir del triunfo de Fox, creyendo que tenía una correa de transmisión hasta Los Pinos, a través de la cual determinar lo nacional para luego influir en lo local. Y ese fue un ERROR GRAVE: no hay tal correa.
Sale manos: hoy, como país, ha sido un mal día... no porque haya habido hechos sorprendentes por súbitos, sino ominosos porque confirman un rumbo y una discapacidad cívica.
Identifico en el discurso de hoy un elemento claro: el miedo.
Mala cosa.
Que no les gane el miedo, mexicanos: es el peor consejero; cuando no paraliza, distorsiona la visión.
Para las licuadoras de una sola velocidad: no estoy diciendo que estemos a toda madre, y que no hay cosa alguna por hacer.
Sí hay mucho por hacer, y la cuesta está empinadísima; tanto, que necesitamos muchas ideas y acciones para remontarla.
Pero si nos morimos de miedo, corriendo de un lado a otro pidiendo a gritos un gendarme, sólo vamos a empeorar la situación.
Decir que "La SCJN ya cayó, y México ya es una dictadura" es inexacto y derrotista, sugiero repensarlo.
Yo digo que SEIS ministros de la SCJN son cómplices del Ejecutivo, o bien son suficientemente cobardes para pasar por encima de la ley por criterios políticos.
Mochar parejo contra "la SCJN" es injusto con los CINCO ministros que se mantuvieron firmes dentro de su función. Sugiero lo eviten, manos. Las palabras importan, y debe estar del carajo hacer bien un trabajo difícil y que alguien no alcance a ver la diferencia con los abyectos.
Luego, México NO es una dictadura, pero sin duda hay un proceso para convertirlo en ella por completo.
Trabajemos en ello: si somos capaces de ir sobre los dueños de López, movilizados y con enfoque, le pondremos cerco a este desmantelamiento.
No se si ya será momento de comentar acá que la patiza inclemente al juandieguito de similares y al exYoSoyUnNumerito, en la elección de #morena, estaba perfectamente presupuestada por todos.
Ese par de pendejos de eso trabajan: de patiños.
Los cargos que desempeñaron después de la elección fue EN PAGO a su labor previa, y ya se terminó el crédito: habiendo arrancado ya el proceso electoral 2021, deben volver a salir a escena para entretener y ganarse otro huesito.
Los siguientes 18 meses serán para esos ñoños otra época de ridículos, de poses, de ser los más esperpénticos dentro de un circo que los tiene notables.
Luego, según resultados, podrán acomodarse otra vez por año y medio o dos años.