Paseando por el lugar en el que se alzó el campo de concentración franquista de Albatera (Alicante). Un recinto con barracones de madera, rodeado de alambradas, en el que hubo 20.000 prisioneros. Cientos de ellos fueron asesinados o murieron de hambre y enfermedades. (minihilo) 
El lugar había sido usado por la República como campo de trabajo para presos afines a los golpistas. Nunca hubo más de 1.100 internos que, según ellos relataron, recibieron un trato humano. En los 3 años que estuvo operativo fallecieron 5 presos, todos ellos por enfermedad.
El campo franquista se abrió en abril de 1939 y cerró a comienzos de noviembre. Los supervivientes contaron cómo era su vida: hambre, sed, humillaciones, piojos, malos tratos. Lo peor: el miedo a ser asesinados en cualquier momento. Esta casita es el único resto que queda en pie.
Hasta hoy solo había una indicación que informaba del siniestro uso que se dio a este terreno. Se trata de este monumento que levantó la CNT en los años 90 y que aún permanece en pie. El sindicato anarquista sufragó todos los costes para hacer realidad esta obra.
En estos momentos, afortunadamente, se está inaugurando este panel informativo. Por primera vez, quienes pasen por aquí podrán conocer la historia de este lugar y tener un recuerdo para las víctimas. El mérito es de COAMHI, del Ayto de San Isidro y de la Generalitat Valenciana.
De los 300 campos de concentración franquistas, por los que pasó 1 millón de cautivos, apenas una docena cuentan con placas o paneles informativos. Falta mucho por hacer, pero mientras unos tratan de destruir la Historia democrática a martillazos, otros la reconstruyen día a día.
Hoy a las 19:00 horas pondremos otro granito de arena en Benlloc (Castellón). Si estáis por allí y os apetece...
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