En México hay un grupo de “liberales” que insiste en que quienes estudiamos desigualdades o cuestionamos la idea de meritocracia somos “académicos del resentimiento”.
Esos liberales son más trumpistas de lo que quieren aceptar públicamente. Va un hilo sobre el tema:
En ella se corta el financiamiento a entidades en donde se divulgue que el Edo. en EE.UU. es sistemáticamente racista o que la “meritocracia” en EE.UU. favorece a grupos específicos
Entre los fondos federales que se recortan están los dirigidos a investigaciones que se enfoquen en esos temas. Igual afecta a cualquier entidad que lleve a cabo programas de diversidad.
Esto en un contexto en donde las universidades en EE.UU. enfrentan problemas presupuestales
De hecho ya ha habido universidades que suspenden sus programas de diversidad a consecuencia de la orden: educationdive.com/news/3-college…
El lenguaje de la orden básicamente dice que hacer señalamientos sobre racismo estructural o cuestionar que en EE.UU. la “meritocracia” no es tal es promover la desunión y fomentar resentimientos.
Mismo discurso que un grupo de personajes en México no se ha cansado de usar.
Esos mismos son quienes han importado a México el discurso de que los estudios sobre desigualdad son fraudulentos, o emanados del resentimiento de sus autores.
Ninguno de ellos ha podido sostener sus palabras. Aún cuando se las publiquen en diarios de circulación nacional.
En su afán por antagonizar a la actual administración federal en México, han optado por usar los términos y los discursos de la derecha más nefasta de los Estados Unidos. Sin mucho razonamiento crítico de por medio, por cierto.
Pretender que en México no hay racismo, o que tenemos un país en donde todos parten de un piso parejo y el esfuerzo es determinante único de los resultados es una ideología.
Descalificar las investigaciones que demuestran la falsedad de esa ideología...es lo que hace Trump.
Así se ve la curva de incidencia del crecimiento del ingreso laboral para México en el periodo 2005:III-2019:III.
1) Ocurrió una compactación de la distribución del ingreso laboral. El 50% más pobre vio crecer sus ingresos, mientras que el otro 50% los vio estancarse o caer.
Sin embargo, es importante identificar que hasta 2008:II toda la distribución (salvo el top 20%) experimentó un incremento en el ingreso laboral (lo que llevó a que hasta ese momento el ingreso laboral promedio se incrementara coneval.org.mx/Medicion/Pagin… )
Pero entre 2008:II a 2019:II, sólo el 20% de menor ingreso vio incrementar su ingreso laboral, el resto de la distribución se contrajó.
(las tasas de crecimiento están calculadas en pesos de marzo 2011, se imputó por no respuesta vía hot deck ensayos.uanl.mx/index.php/ensa… )
Una moneda fiduciaria (es decir, cualquier moneda actual) deriva su valor de la confianza que tienen los usuarios en el emisor de la misma.
Una moneda nacional está respaldada por la confianza en el Estado-nación emisor.
En particular, en la confianza de que dentro de ese territorio nacional todos los agentes involucrados en actividades económicas van a aceptar la moneda como tal para realizar sus transacciones.
Dejen de decir “monedas sociales, es un pleonasmo.
¿Se imaginan que les paguen por glosar un texto de una publicación en inglés en su columna en un periódico de circulación nacional? Pues un comentócrata cuyos fans se enojan porque le dije que no es académico hizo eso hoy.
Tan no es académico que el señor en lugar de ir directamente a los documentos de trabajo de los que habla el texto que glosó, prefiere quedarse con la descripción que @TheEconomist hace de esos documentos. Casi ni se nota el intento de argumento de autoridad, eh.
No sólo le pagaron por una glosa, sino que el texto en que se basó encuadra los documentos de trabajo en una forma adversarial que no está presente en los textos originales. Magnifica desacuerdos metodológicos
El primer capítulo del libro es, y no es engaño, la descripción del hombre de paja con el que se va a pelear todo el libro. Le llama “el izquierdista” y según Álvarez, ese personaje odia lo siguiente
Ese primer capítulo igual da una idea de por qué es tan popular en ciertos círculos: la descripción del personaje se basa en un pastiche de clichés sobre “el militante de izquierda universitario” más viejos que la autora.