A propósito de #Chile: ninguna Constitución, por sí sola, puede promover cambios sociales ni mucho menos promover el desarrollo. América Latina es un ejemplo de Constituciones incumplidas. Veamos: 🧵
Las Constituciones de América Latina están entre aquellas que reconocen mayores derechos, especialmente, los derechos sociales. Pero al mismo tiempo, América Latina es considerada como la región más desigual del mundo.
Los Estados en América Latina tienden a ser frágiles (“leviatanes de papel”). Ello explica la diferencia entre el ámbito de iure (la Constitución) y el ámbito de facto (la desigualdad). Ninguna Constitución puede “construir” la capacidad de Estados frágiles.
Un ejemplo excepcional es Venezuela: el proceso constituyente de 1999 terminó en una Constitución que solo es una promesa incumplida. Además, introdujo reformas claramente autoritarias y populistas. Fue un proceso fallido (lo que no quiere decir que en Chile pasará lo mismo).
En resumen, la Constitución es importante, pero insuficiente. Chile tiene por delante el reto de producir una Constitución que atienda a la fragilidad estatal, al tiempo que sienta las bases institucionales adecuadas para promover el desarrollo en el Estado de Derecho.
PD.: El proceso constituyente en Chile se ha conducido por los cauces de la democracia constitucional. No puede comprarse ese proceso con el proceso constituyente promovido por Chávez en Venezuela en 1999, de claro talante autoritario-populista.
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