Échale un vistazo a este grafitto pompeyano y verás a lo que me refiero... A ver si descubres todos los detalles 😅
Vamos con un #HiloRomano de grafitos y pintadas pompeyanas. Un paseo lleno de reivindicaciones, arte y... obscenidades.
Los muros de las casas están llenos de pintadas, especialmente en campaña electoral, con los nombres de los candidatos para los que se pide el voto.
Las fórmulas empleadas son OVF, oro vos faciatis, te pido que elijas (al candidato) y DRP, dignum rei publicae (digno del Estado)
Por otro lado, muchos muros, públicos pero también privados (incluso estancias interiores de casas) contienen numerosos grafitos grabados en el yeso. Encontramos desde ensayos del abecedario de quienes comenzaban a escribir hasta párrafos completos o figuras diversas.
Especialmente abundantes son las inscripciones obscenas y amatorias como esta: Thyas, no ames a Fortunato (Falo) Salud.
-Thyas noli amare Fortunatu(m) vale-
En una estancia seguramente de servicio de la Villa Arianna de Stabiae se pueden ver un gran número de graffiti, tal vez hecho por quienes mataban el tiempo allí. Uno de ellos dice: Hic homo bellus habitat (aquí vive un hombre bello).
Junto al anterior, un gladiador tracio (thraex) grabado con soltura y destreza se prepara para el combate con su sica (espada curva) en la mano.
Tal vez lo hizo algún sirviente se la villa mientras descansaba y se aburría.
En la pared de la letrina de la casa de la gema de Herculano se puede leer: Apolinar, médico del emperador Tito, cagó bien aquí.
-Apollinaris medicus Titi imperatoris hic cacavit bene-
En este fresco del thermopolium de Salvius, aparecen dos jugadores de dados. El primero dice: lo logré (ganar) y el otro contesta: no has sacado un 3 sino un 2, recriminándole que está haciendo trampas.
En esta otra escena la mesonera sujeta una jarra y un vaso. El primer cliente grita "¡aquí!" y el otro dice "¡no, es mía!". La mesonera responde desesperada "¡El que quiera que la coja! ¡Océano, ven y bebe!"
Hoc
Non mia est
Qui vol(et) sumat Oceane veni bibe
Atención en este grafito grosero.
Restituto dice: Restituta por favor, quítate la túnica y déjanos ver tu coño peludo.
Este gran falo de terracota fue hallado sobre uno de los hornos de un pistrinum –panadería– de Pompeya.
Lleva la inscripción: Hic Habitat Felicitas, –aquí habita la Felicidad–. El falo era para los romanos un símbolo de prosperidad y buenos augurios.
Anuncio de una prostituta grabado en una pared pompeyana: Eutychis, griega de maneras refinadas se ofrece por dos ases (el precio de una copa de vino barato).
–Eutychis, graeca assibus II moribus bellis–.
Sobre un muro de la basílica de Pompeya, lleno de grafitos, se lee:
Me admiro pared de que no te hayas derrumbado, al soportar las tonterías de todos los que escriben sobre ti. #Metagrafitos#TwitterRomano
–Admiror te paries non cedisse qui tot scriptorum taedia sustineas–
Uno de los grafitos más fuertes de Pompeya se puede leer en una de las paredes de la llamada “casa de la nave Europa”.
¡Chupa, chica! La boca no puede ser menospreciada por alguien que está dispuesta a usar la mano.
–Elinge puella. Irrumanti et manu polluenti nulli negant–
En un muro cercano al templo de Isis de Pompeya, se puede leer:
Nos hemos meado en la cama, lo se, pero solo habremos obrado mal, hospedero, si nos dices por qué no había orinal.
-Miximus in lecto fateor peccavimus
hospes si dices quare nulla matella fuit-
Al hablar de la destrucción de Pompeya, muchas veces nos ciega la maravilla arqueológica y olvidamos lo más importante, las personas que murieron en la tragedia.
En este tercer #HiloRomano sobre la erupción del Vesubio en el año 79 contaremos sus historias personales y privadas.
Desde que comenzaron las excavaciones de Pompeya en el siglo XVIII se han hallado cerca de 1200 cuerpos de aquellos que no pudieron o no quisieron salir de la ciudad a pesar del peligro.
Junto al esqueleto de una mujer muerta en la playa de Herculano fue hallada la llave de su casa, a la que creía que podría volver cuando aquella pesadilla acabara.
Muebles de madera carbonizados, casas con sus tejados intactos y hasta un teatro excavado entre los escombros volcánicos 26 metros bajo el suelo actual.
En este #HiloRomano descubrirás algunas de las maravillas romanas más desconocidas que el Vesubio enterró en el año 79 d. C.
La ciudad de Pompeya quedó olvidada durante 1500 años hasta que fue redescubierta por casualidad en el año 1594. El arquitecto Domenico Fontana excavó en 1594 un canal que atravesó sin saberlo la zona sur-este de Pompeya. Hoy en día todavía se conserva.
Los restos enterrados a gran profundidad de Herculano fueron descubiertas en 1738 gracias a un pozo que había en la zona y que iba a servir para abastecer al Palacio de Portici del joven rey Carlos III -Carlos VII de Nápoles y las dos Sicilias por aquel entonces-.
Un pequeño terremoto se acaba de sentir en Pompeya. Nadie se ha alarmado, la población de la zona está acostumbrada a soportarlos cada cierto tiempo sin conocer bien su origen y naturaleza.
Pero hoy los hados tienen reservado algo diferente.
Aunque la fecha no es segura (info más adelante), probablemente hoy en el 79 d. C. el monte Vesubio entró en erupción arrasando Pompeya y otras ciudades como Herculano, Oplontis o Stabia, así como cientos de villas y zonas de trabajo agrícola e industrial de la bahía de Nápoles.
Ha llegado la hora séptima y el monte Vesubio ha entrado en erupción. La columna de humo, ceniza y gases asciende imparable hasta alcanzar más de 15 km de altura
Lo sabemos gracias las cartas que Plinio el joven, testigo de la erupción, le escribió a su amigo Tácito años después
Hoy os voy a contar cómo un solo hombre consiguió engañar y conducir a su muerte a más de 15.000 romanos en un episodio tan grave que hizo que el emperador de Roma se golpeara la cabeza contra las puertas y hasta influyó en el surgimiento del nazismo.
Este episodio tuvo lugar a comienzos de septiembre del año 9 d. C. Las fuentes no nos dan la fecha exacta pero seguramente tuvo lugar entre los días 9 y 10 de septiembre. Y no sucedió en Roma o cerca de ella, sino en Germania, cerca de la frontera del Imperio romano.
Como muchos ya habréis intuido, hablamos de la batalla del bosque de Teutoburgo, un desastre que tuvo como protagonistas al general Publio Quintilio Varo, al mando de las legiones XVII, XVIII y XIX y Arminio, el germano que consiguió destruirlos a todos ellos.
Desde hace varios años, cada 24 de agosto me he embarcado con vosotros en esta aventura que es narrar “en tiempo real” lo que sucedió en el año 79 en la bahía de Nápoles. Una terrible tragedia que nos regaló uno de los mayores tesoros arqueológicos de la historia de la humanidad.
Cada año compartíamos varios días -y sus noches- escribiendo minuto a minuto lo que sabemos sobre la erupción en los diversos espacios arqueológicos: Pompeya, Herculano, Stabiae, Oplontis... De hecho, esta narración fue prácticamente el germen del proyecto Antigua Roma al Día.