Ayer @MasPais_Es y @Equo registramos una batería de enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado que marcan algunas líneas fundamentales para avanzar en lo que al hermano @htejero_ y a mí nos gusta llamar "guerra de posiciones climática". Hilo al respecto
Primera medida estratégica: condicionalidad ecológica estricta de inversiones, ayudas o rescates. Ni un solo euro de dinero público, fondo europeo o subvención para empresas que no cumplan con el Acuerdo de París. 
2º: reforma ecológica y social de la contabilidad nacional. Proponemos aumentar el presupuesto del INE para que nuestras estadísticas contemplen un indicador biofísico oficial y otro social alternativos al PIB. Esta es la primera piedra para hacer políticas decrecentistas mañana.
3º: estrategia nacional de eco-etiquetado. Hemos de avanzar hacia un eco-etiquetado uniforme, homologado y con información ecológica de relevancia (huella de carbono, hídrica etc.) para poder transformar radicalmente nuestra compra pública y beneficiar procesos sostenibles.
La aplicación real de esas tres enmiendas implicaría una transformación ecologista muy importante de las reglas de juego económicas de un modo muy sencillo. Son reformas de poco ruido y muchísimas nueces potenciales.
4º Planta piloto de reciclaje de minerales: pedimos un millón de euros para que el CENIM pueda impulsar una planta piloto de reciclaje de minerales críticos. Esta me parece una de las enmiendas más estratégica de las 100.
Para que España pueda impulsar una transición ecológica justa necesita una planta metalúrgica propia de reciclaje de minerales críticos. Lo explicamos Alicia Valero y yo en este artículo: eldiario.es/opinion/tribun…
Este proyecto, si finalmente es aprobado, sería un paso decisivo para testear algunas soluciones tecnológicas absolutamente estratégicas como país. Un experimento necesario para inversiones en economía espiral a gran escala.
Pero como la transición ecológica necesita también mucha participación, reclamamos dinero para poner en marcha, en todos los niveles administrativos, asambleas ciudadanas contra el cambio climático. Y también un Comité de expertos solvente.
Asimismo, nos parece fundamental apostar por dotar de una correcta financiación el Plan Nacional de Educación Ambiental.
Otro frente clave es la transformación del sistema de transportes. En esta materia proponemos por un lado un Fondo de Transporte Público para preparar las infraestructuras existentes al reto de la pérdida de protagonismo del vehículo privado en áreas metropolitanas...
Y un estudio sobre la posible supresión de vuelos nacionales con alternativa ferroviaria.
Como el Green New Deal no va solo de ecologizar la economía, sino también de cohesionar la sociedad mediante redistribución de riqueza y regulación de las lógicas salvajes del mercado, hay otras enmiendas importantes de carácter más social, laboral o de género:
Un proyecto piloto de complemento económico para ayudar a pymes a experimentar una reducción de la jornada laboral, para así tener también datos que nos permitan volver a recuperar la ofensiva en una demanda histórica de la clase trabajadora hoy congelada: la soberanía vital.
Otro programa piloto de Renta Básica Universal Incondicional para poder evaluar, con datos y hechos, uno de los debates clave para la reinvención del Estado del Bienestar en el siglo XXI.
También dos medidas donde la justicia social se vuelve puro sentido común, y más con una pandemia de por medio: la paralización de cualquier desahucio y cualquier corte de suministros...
...Y un permiso retribuido para madres y padres por cuidados en caso de confinamiento escolar.
Las políticas públicas ambiciosas, climáticas o sanitarias, deben pagarse. Por ello necesitamos aumentar la presión fiscal progresiva con una tasa COVID centrada en el patrimonio. Hay que dejar atrás una época de impuestos demasiado bajos para los que más tienen.
Y en materia de fiscalidad verde, una idea innovadora: una renta climática. Se mantendría la eliminación de subvenciones al diésel y otros hidrocarburos salvo para algunas profesiones pues no podemos hacer otra cosa en esta situación de emergencia climática...
Pero a cambio lo recaudado se destinaría a la ciudadanía en forma de una renta anual para inversiones climáticas: un dinero que recibirían todos los ciudadanos por igual para ayudar a rehabilitar sus casas o comprarse una bici eléctrica.
Como las rentas altas emiten mucho más CO2 que las rentas bajas, la renta climática sería un instrumento para volver progresiva una fiscalidad verde ambiciosa.
Hay más medidas interesantes que proponemos en este paquete de enmiendas, pero aquí un resumen de las más destacadas. Veremos como se suceden las negociaciones con el gobierno y cuánto de esto se traduce en política real.
Estas enmiendas ha sido un duro trabajo colectivo. Pero quiero dar las gracias especialmente al señor @htejero_ porque es como ese mago al que tu le metes una idea loca en el sombrero y él la transforma en una enmienda que puede cambiar realmente muchas cosas. FIN.
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