Thread by @DaniNovarama

Me han oído decir muchas veces que yo soy un firme creyente en el poder de la ciencia y la técnica como motor de progreso de la humanidad. Hoy les traigo unos datos que les animará el día, y que les explicarán por qué digo eso con tanta convicción. Dentro hilo.

Estamos tan acostumbrados a la técnica, que nos cuesta ver momentos en los que esa ciencia o esa técnica cambian el mundo. Asumimos que existen los teléfonos móviles. El agua caliente. La electricidad. Los aviones. Y tantos otros inventos que han cambiado el mundo.

Pero rara vez tenemos la oportunidad de ver uno de esos cambios “en vivo”. Los de mi generación hemos vivido varios: yo soy de los que aún vio las máquinas de escribir. La llegada del email. La llegada del móvil. Disrupciones que, de un día para otro, cambiaron la historia.

Pues bien. Hoy pueden ver, en vivo, el poder de la ciencia. Miren la gráfica. Eje horizontal, días desde la vacunación con la vacuna de Pfizer. Eje vertical, incidencia de coronavirus. En rojo, grupo vacunado con el placebo. El azul, grupo que recibió la vacuna. Lagrimones oigan.

Espero que se entienda la gráfica: el grupo vacunado con un placebo (sin la vacuna real) poco a poco va desarrollando coronavirus con una cierta tasa de infección. El vacunado no se infecta. La vacuna funciona. Esa gráfica es la imagen de nuestra victoria contra el virus.

Esa gráfica debería estar en portada de todos los periódicos, con un titular: "victoria". Y no está. Y es que en España no apreciamos la ciencia. Miren este estudio: nuestros alumnos tienen un nivel bajo de ciencias, porque sus profes también lo tienen:
elmundo.es/espana/2020/12…

Aquí enseñamos a apreciar el Quijote o el Van Gogh, pero no a admirar la Gravitación Universal: dejamos que la sociedad repita que la ciencia es un coñazo. Y así nos va. A mí, que soy de ciencias, esa gráfica me emociona igual que un Van Gogh.

La aprecio, veo su mérito, y el talento de miles de médicos que se han dejado la piel para desarrollar una vacuna en menos de un año. Porque esa gráfica significa mucho. Esa gráfica representa nuestro triunfo como especie ante un reto monumental.

Quiere decir que, salvo que algo se nos tuerza, ya hemos ganado al virus. Ahora es cuestión de paciencia mientras esa vacuna (y las otras que funcionan) se diseminan entre la población. Como la vacuna va inmunizando gente, poco a poco iremos viendo un cambio de tendencia.

Por ejemplo, será bueno ver la tasa de hospitalizaciones en UK el mes que viene entre abueletes. Ahí se ha empezado a vacunar primero. Debería empezar a bajar. Illa (sí, lo sé, a este señor no hay que creerle demasiado) dice que aquí empiezan el 10 de Enero.

Es una noticia cojonuda. De las mejores noticias que he recibido yo en mi vida. Les recuerdo que llevamos 70M de casos y más de 1.5M de muertos a nivel mundial, una auténtica salvajada. Esa gráfica es la luz al final del túnel. Pero voy a retorcerles el cerebro un poco más:

Cuando yo digo “yo creo en la ciencia”, algunos malinterpretan esa frase, como si la ciencia fuese una religión a la que yo creyese a pies juntillas. No han entendido nada sobre método científico. La ciencia, a diferencia de las religiones, se basa en hechos comprobables.

Su artillería son ensayos, teorías y gráficas. Decir “creo en la ciencia” tiene el peso de decir “creo que la gravedad existe” o “creo que los rayos transportan energía”: la ciencia establece verdades absolutas mediante prueba y error. Y, cuando alguno de sus descubrimientos…

… se demuestra como falso o limitado, es capaz de corregirlo y elaborar teorías nuevas. Tal es el caso de la Gravitación Universal de Newton, que se dio como cierta durante unos 400 años, hasta la llegada de Einstein y su Relatividad. La ciencia es falsable, la religión no.

Es decir, yo puedo demostrar que la Gravitación es incorrecta (elaborando una teoría mejor, en este caso la Relatividad). Yo no puedo demostrar que Dios exista o no exista: eso es un tema de fe. No hay hechos comprobables que demuestren que Dios exista ni no exista.

Con lo cual, usted puede elegir si cree en Dios o no: su existencia es opinable. No puede elegir si cree en la ciencia o no (salvo que esté loco): la ciencia no es opinable. Esto no es fe: esto son datos, que cualquiera puede reproducir, comprobar y, si son falsos, descartar.

Baste ver cuánto ha evolucionado la ciencia en 2000 años a medida que nuestros conocimientos han avanzado, y qué poco ha avanzado la religión en ese mismo tiempo. La ciencia defiende el progreso validable. La religión defiende tradiciones no comprobables.

Y precisamente ese es el problema: que existe gente que, ante el declive de las religiones, busca creencias cuasi religiosas en pseudociencias. Pongo un ejemplo: la gente que creía en la homeopatía, una pseudo medicina demostrada una y mil veces como inútil.

Ya podía yo enseñarles una y mil veces por qué es imposible que la homeopatía funcione. Podía ser objetivo, claro y didáctico: esa gente no creía en la homeopatía de la forma que yo creo en la ciencia: creía en la homeopatía de una forma religiosa.

Yo creo en la ciencia porque, cada día, me replanteo los hechos que sustentan mis opiniones, y intento de forma crítica basar mi conocimiento sólo en lo que puedo demostrar. Así avanza la ciencia. Un homeópata, si hiciese eso, abandonaría esa terapia al primer día.

Precisamente por eso los creyentes en pseudociencias son tan difíciles de convencer: porque ellos creen en su teoría de forma ciega, no crítica. Y un científico continuamente está replanteándose sus creencias. Yo, como persona “de ciencias”, cada día leo sobre la vacuna…

… e intento saber si funciona, si no, y si deberíamos descartar ese conocimiento. Basándome en la observación objetiva, parece que la cosa va muy bien. Los creyentes en la pseudociencia son incapaces de plantearse que aquello que creen podría ser falso. Para ellos, es fe.

Espero que el covid, del cual, no lo duden, nos sacará la ciencia, sirva para aumentar la cultura científica de la población. Creo que Pfizer está preparando ya el slogan para el año que viene, al estilo del “Just Do It” de Nike. Han elegido “Science will Win”. Preciosa frase.

Ganaremos al virus. Y lo ganaremos pronto. Yo sigo con mi plan de irme de viaje en verano del año que viene, vacunado. Tengan paciencia. Y otro comentario: señores, a esto le va quedando menos ya. Sigo creyendo que en primavera de 2021 ganaremos. Por tanto, sean prudentes.

Sería una mierda ser “aquel tío idiota que pilló covid justo cuando empezaba a acabarse la pandemia, y se murió de los últimos”. No sean ese idiota. Tenemos una R de alrededor de 1. Eso es una noticia de mierda. Agradézcanselo a los políticos y su ambigüedad en Noviembre.

Y recuerden: la ciencia mola. Cuando esto acabe, no olviden eso: fue la ciencia quien ganó al virus, no la política. Aprecien el progreso científico, y hagan que sus hijos amen la ciencia. Que sea esa la gran enseñanza que nos deje el covid.

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