En medio de un escándalo, acaba de renunciar el Primer Ministro holandés, el derechista Mark Rutte, junto con todos sus funcionarios.
Abro un hilo para explicar lo que sucedió...
Mark Rutte asumió como PM de los Países Bajos en 2010. El país contaba con una de las más amplias coberturas sociales del mundo y Rutte, líder del Partido Popular, gana criticando justamente eso.
El 2010 fue un año complicado para casi toda Europa, fue el año en el que más se sintieron los coletazos de la crisis mundial producida por el colapso hipotecario de Wall Street en 2008. Muchos países europeos vieron resentidas sus economías, y Holanda no fue la excepción.
En todo contexto de crisis, se refuerza el sentimiento “echarle la culpa a los pobres y a los inmigrantes” y ganan terreno los discursos que acompañan esa narrativa. Rutte aprovechó eso para ganar las elecciones de 2010, y también para gobernar después.
Su política estuvo marcada por la eliminación de muchos planes sociales y, los que se conservaron, fueron sometidos a una estricta y dura vigilancia de su cumplimiento. Incluso, llegando a gastar más recursos en vigilar los planes que en los planes en sí.
El plan social que se conservó, y sobre el que me voy a centrar porque fue la clave del escándalo, es uno en el que el estado pagaba la mitad de los gastos de guarderías a familias trabajadoras con hijos pequeños, una importante política que contribuyó al pleno empleo en el país.
Los sistemas de “vigilancia” detectaron irregularidades en la asignación de muchos de esos planes sociales y el gobierno de Rutte tomó la decisión que lo metió en un camino sin retorno hacia el abismo:
El gobierno decidió:
* Retirar los planes que sean otorgados irregularmente
* Denunciar penalmente a los beneficiarios de planes irregulares
* Obligarlos, vía judicial, a devolver todo lo recibido durante años en plazos irrisorios de semanas
Esta decisión, que cayó sobre casi 30 mil personas, tuvo varias consecuencias: Un significativo aumento del desempleo y la caída a la pobreza extrema de muchas familias que se endeudaron totalmente, generando un hueco en el sistema financiero también.
De pronto, familias pobres de Holanda dejaban de recibir el plan para mandar a sus hijos a la guardería y debían dejar trabajos para el cuidado, tenían que devolver montos altísimos a la justicia en cuestión de días y, además, enfrentar juicios penales para evitar la cárcel.
Esto también repercutió negativamente en el clima social. Aumentó la violencia y la delincuencia. También aumentó el racismo. Mucha gente señaló a estas personas como delincuentes y, por ello, dejaron de ser tomados en trabajos. También sufrían muchísima discriminación.
Esto generó problemas de todo tipo que el gobierno de Rutte fue surfeando, sin embargo, la bomba iba a explotar cuando una asociación de guarderías presentó una denuncia que, después, se convirtió en investigación parlamentaria.
Esta investigación comprobó varias cosas:
1. Que las irregularidades en los planes no eran culpa de los beneficiarios sino de los funcionarios. Eran tonterías, que faltaba alguna firma o que faltaban pasos en el procedimiento de aplicación que los propios funcionarios omitieron.
2. Que los sistemas de vigilancia se aplicaron, exclusivamente, a padres de origen árabe o africano, violando muchos principios de DDHH pero, además, accediendo a los expedientes migratorios, algo que está totalmente prohibido.
3. Las consecuencias devastadoras de esa decisión para esas familias y para el tejido social de Holanda. Historias de gente que se metió en la delincuencia, de gente que se suicidó, de gente que perdió hasta la casa y vive en la calle con sus hijxs…
Después de meses de negar todo, la evidencia fue abrumadora y el gobierno de Rutte reconoció haber cometido graves errores. Para eso, el Primer Ministro ofreció una compensación de 30 mil euros a las familias afectadas y les pidió la renuncia a todos los funcionarios responsables
En contexto de pandemia y crisis, el desembolso de esas compensaciones fue motivo de ruido interno en su propia base y, además, fue insuficiente. En muchos casos, era menos de lo que esas familias habían tenido que devolver y no alcanzaba a cubrir las deudas.
La oposición agarró el guante de las problemáticas y repartió denuncias penales, además de representar a los afectados en nuevos litigios contra el estado, para lograr indemnizaciones millonarias, que podrían complicar presupuestariamente al país.
Además, el caso se llevó ante el Parlamento Europeo y el gobierno holandés fue denunciado por violar acuerdos internacionales contra la discriminación, lo que los exponía a sanciones internacionales y a investigaciones de organismos externos.
La coalición de gobierno, muy presionada por el escándalo, se rompió y las fuerzas aliadas al Primer Ministro lo abandonaron, dejando un gobierno muy débil, lidiando sólo con las consecuencias de sus errores, y a punto de caer.
Acorralado, ayer Rutte renunció a todo su gabinete, esperando que esa señal de “renovación” aflojara la tensión y le permitiera un poco de margen para recuperarse, con nuevos ministros e imagen lavada. No sucedió.
Hace minutos, el propio Mark Rutte presentó su renuncia. Holanda deberá elegir parlamentariamente a un gobierno provisional por algunos meses, hasta las nuevas elecciones que, ante este panorama, están previstas para Marzo.
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Ahora, fuera de joda, ese tema es de 2002. Tiene casi 20 años. No se si hay canciones anteriores que hablen del aborto en forma tan directa y se posicionen de manera tan contundente.
Hoy hay elecciones en Uganda, país del centro de África.
¿Por qué son interesantes? Por el nivel de turbiedad y violencia, el protagonismo del arte y las redes sociales y, principalmente, porque tras 34 años en el poder, su presidente podría perder.
Abro hilo
Yoweri Museveni, el actual presidente, es un ex guerrillero que participó del derrocamientos armado del dictador Idi Amín en 1979 y, después de ser Ministro de Defensa del gobierno siguiente, tomó el poder por la fuerza en 1986, convirtiéndose en presidente de facto.
Durante 10 años gobernó como dictador. En el 96 convocó a elecciones pero bajó un sistema de partido único y, recién 10 años después, en 2006, permitió que se puedan presentar diversos partidos, pero con un fuerte aparato militarizado que le dio mayorías superiores al 60%.
Hoy se vota el Juicio Político en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y, de ser aprobado, pasará al Senado
¿Que puede pasar y cómo es el proceso?
El impeachment, como cualquier ley, debe pasar y ser aprobado por ambas cámaras del Congreso. Pero hay diferencias: la Cámara de Representantes, al ser el órgano iniciador, necesita mayoría simple para aprobar. El Senado, al ser el que juzga, necesita dos tercios para condenar.
Hoy se vota en la Cámara de Representantes (necesita mayoría simple), que tiene 222 legisladores demócratas (todos votarán a favor) y 211 republicanos (la mayoría votará en contra).
Me voy a permitir hacer un análisis subjetivo de lo sucedido hoy
La verdad es que, quien ha seguido mínimamente la política yanqui de los últimos meses, se la veía venir a la que pasó esta tarde.
Quizás no se esperaban escenas de tan alto impacto como vikingos fascistas cómodamente sentados en el estrado del presidente de la Cámara de Representantes, pero si sobrevolaba la idea de que, en algún momento, la cosa se iba a pudrir feo.
Siempre hablamos de idiosincrasias de los pueblos y esas cosas pero la realidad es que, a partir de la última etapa de la globalización y la irrupción de las redes sociales masivas, los pueblos de casi todo el mundo se empiezan a parecer bastante.
Voy a explicar un poco para que se entienda lo que está pasando.
Hoy el Congreso de EEUU debía certificar los resultados electorales y proclamar como presidente electo a Joe Biden, un trámite normal y rutinario después de una elección.
En Argentina fue cuando sucedió esta escena. Lo muestro para que vean de que se trata.
Ya sin caminos judiciales, Trump intentó un último manotazo de ahogado para frenar la transición. Presionó por Twitter a su vicepresidente Mike Pence para que, como presidente de la asamblea, se niegue a firmar el acta de la sesión.
Joe Biden tendrá hoy su primera prueba de fuego antes de asumir.
Hoy son los ballotages senatoriales en Georgia para definir las dos bancas que faltan en el Senado de Estados Unidos.
¿Por qué son importantes?
Básicamente, porque en estas elecciones se decide la mayoría en la cámara alta. Biden logró mayoría en la Cámara de Representantes, pero el Senado actualmente está 50-48 para los republicanos, a falta de que se definan (hoy) las últimas dos bancas (son 100).
Las dos bancas en juego son ocupadas actualmente por republicanos y si retienen al menos una de ellas, Biden tendrá que gobernar con minoría en Senado. Si bien no sería la primera vez que un gobierno tenga minoría en una cámara, ahora ésto podría complicadar la gobernabilidad