Si López hace tres meses decía que la detención del General Cienfuegos era una muestra de la descomposición de las FFAA, y hoy sale a decir que la DEA fabricó las pruebas para acusarlo, es la más contundente muestra de que a ese pobre pendejo le dictan el discurso todos los días.
Entiéndanlo, mexicanos: NO hay presidente; el sistema político mexicano, de tipo PRESIDENCIALISTA, en el que el titular del ejecutivo es el resorte maestro, hoy tiene ese espacio OBSTRUIDO por una pinche piedra.
Esto no puede durar, y no va a terminar bien para casi nadie.
Esto no puede durar, y no va a terminar bien para casi nadie.
El trabajo al que estamos llamados TODOS, de tipo LOCAL, continuo, enfocado y relevante, nos es necesario para aliviarle la presión a ese sistema moribundo, y para tener anclas y pilares que nos permitan resistir su colapso funcional, el cual ya está sucediendo.
Para saber que el sistema ha colapsado no se requiere ver convoyes militares rodeando San Lázaro, o cosas aún peores: basta con percibir la ominosa ausencia de presidente, y la forma en que los grupos están operando en función de esa ausencia.
Esto que vemos no es sustentable; no es funcional; no hay equilibrio. Y algo así no puede durar, y cuando expire por completo, la transición a lo que sea que venga será muy costosa.
Quien crea que lo que sigue a esto, sea lo que fuere, necesariamente será mejor, nació ayer.
Quien crea que lo que sigue a esto, sea lo que fuere, necesariamente será mejor, nació ayer.
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