Thread by @manuelhborbolla

Los mexicanos que están tan entusiasmados por la llegada de Biden a la presidencia de EE.UU., a lo mejor ya se olvidaron de los sinsabores que dejó la administración Obama. Cambia el tono pero el trasfondo de la política estadounidense sigue siendo el mismo. No se confundan.

Es posible que sí veamos algunos cambios en materia migratoria, y eso obedece a la correlación de fuerzas al interior de EE.UU. El crecimiento demográfico de los mexicanos allá, se ha convertido en parte importante de la base electoral de los demócratas.

Pero este proceso ya se veía desde la administración Obama, y eso no impidió que superara a Trump en el número de deportaciones. Por ese tipo de cosas, se recomienda mesura.

Aquí una tabla de deportaciones en EE.UU. en los últimos años, de acuerdo con datos del ICE y DHS.

Aunque también es cierto, que durante la administración Trump la crisis humanitaria en los campos de concentración de migrantes creció exponencialmente, a un grado que, como llevo insistiendo desde hace años, no se ha dimensionado debidamente en medios.

Asimismo, quizá a muchos mexicanos conmovidos por la llegada de Biden, ya se les olvidó que la administración Obama fue factor clave en la elaboración y aprobación de la desastrosa reforma energética de Peña y sus huestes, para beneficio de EE.UU. y los oligarcas mexicanos.

Hoy con Biden, es posible que el tema de las inversiones en energías renovables sea un factor de presión sobre México, como ya lo hemos empezado a constatar.

Me parece que lo arisco que se ha mostrado AMLO frente a Biden, en parte, tiene que ver con esto

actualidad.rt.com/actualidad/380…

Leer la geopolítica norteamericana en función de "buenos y malos", es igual de obtuso que el maniqueísmo que impera en la discusión pública de la política mexicana.

Trump es un fascista y, desde mi perspectiva, es indefendible. Si bien Biden tiene un matiz distinto, ambos personajes comparten la misma lógica imperialista estadounidense. Operan en un función de intereses: la dicotomía globalistas contra nacionalistas, lo resume bien.

Biden es el resultado de esa correlación de fuerzas en EE.UU., que defiende los intereses de algunos grupos de poder.

Y si no me creen, pregúntenle a Bernie Sanders, cómo los grupos afines a Biden le movieron a la maquinaria y lo bajaron de la contienda presidencial en EE.UU.

¿Alguien recuerda algún logro, algún gesto notable de Biden frente a México en los 8 años que ocupó la vicepresidencia de EE.UU.? ¿Por qué habríamos de esperar algo así ahora? De lo que sí queda constancia es del espaldarazo que dio EE.UU. a la guerra contra el narco de Calderón.

También preocupan ciertos gestos de Biden con Felipe Calderón (como la invitación a PennU en 2017). Por algo anda vuelto loco de alegría, entusiasmado, conmovido, al igual que varios simpatizantes de la derecha mexicana. Por algo será: intereses.

penntoday.upenn.edu/spotlights/sup…

Por ello, AMLO y sus simpatizantes parecieran haber acuñado la máxima de "más vale viejo conocido que bueno por conocer" a la hora de manifestar cierto apoyo a Trump. Pero eso nunca fue garantía de nada, ante la volatilidad del fascista, como vimos con los aranceles.

Ojalá con Biden, México y EE.UU. puedan llevar la fiesta en paz. Pero creo que ningún presidente estadounidense se va a tentar el corazón frente a otros países, cuando sean presionados por los grupos de poder que lo respaldaron para llegar a la Casa Blanca.

Se llama POLÍTICA.

Para mí, un caso emblemático de política exterior gringa es Honduras. En 2009, la admon. Obama operó un golpe de Estado (admitido por Hillary Clinton en 2014). Eso deterioró más las condiciones del país y explica las caravanas migrantes de las que ahora se quejan en EE.UU.

Pero como la desmemoria es moneda corriente en redes, por eso conviene recordar de vez en cuando quién es quién. Las atrocidades de Trump no convierten a Biden, como por arte de magia, en un campeón de la democracia, como ahora intentan hacernos creer los medios hegemónicos.