Análisis del conservadurismo inicial madridista, reflexión sobre las libertades de Vinicius, las implicaciones del nuevo sistema de Zidane… y mucho más.
La llegaba de Pacheta al Huesca revivió a un equipo muerto. Ofreció un hilo de vida, un argumento. 1’3 puntos por partido desde su llegada por 0’67 (la mitad) antes de ella lo atestiguan. Para lograrlo: un cambio de sistema que reordenó posicional y funcionalmente a su equipo.
Según la última actualización, 5-3-2 que presiona alto, lleva el juego a bandas y desde ahí ataca sin pararse. Muy importantes sus profundos carrileros. Galán llegando por empuje, Maffeo por una determinante velocidad. Ambos produciendo desde el golpeo.
En el medio quedan Seoane acaparando balón y uniendo a su equipo, Doumbia sosteniendo posición y barriendo, y Mikel Rico llegando al área desde 2ª línea. Arriba, el móvil Okazaki gestionando el ancho más Rafa Mir orientado a recibir juego directo, estirar el ataque y el remate.
Según el momento delicado del equipo blanco, la tendencia conservadora de Zizou en estas situaciones y el propio sistema del Huesca, hizo salir el técnico blanco a los suyos. 4-3-3 con interiores y laterales bajos mientras que los delanteros iban muy arriba.
📌 En fase de inicio de juego.
📌 Ataque posicional.
¿Objetivos?
Dejar muchos efectivos por detrás de balón para protegerse tras pérdida y generar situaciones de 1 vs 1 de atacantes blancos contra los pesados centrales del Huesca sacándolos de zona, sobre todo a la línea de cal.
📌 Momento post-pérdida.
📌 Generación de situaciones ventajosas en los costados.
Los logró en ocasiones. Pero no con la suficiente frecuencia como para que pisar área contraria en ventaja fuese algo sencillo y siempre cercano. Por ello Modric empezó a soltarse hacia arriba, Asensio intercambió carriles y hasta Vinicius Jr dejó su banda a veces.
¿Es conveniente que el Vinicius tenga esa autonomía?
Vini necesita libertad, pero libertad creativa. Permiso para encarar y hacerlo de la manera que guste (sombreros, caños, etc.). En contraste, la libertad posicional no le viene bien. No sabe interpretarla ni tiene muchos recursos actualmente para darle valor.
El carril central le cierra espacios que necesita para recibir. El derecho le incomoda la conducción hacia portería, que es lo que le sale natural buscar cada vez que recibe. No mezcla.
Todo su juego y pensamiento se basa en esa idea inamovible: acabar en área rápidamente.
Y como no tiene juego interior ni utilidad pasadora, su valor en zonas distintas al carril zurdo se reducen casi en exclusiva a la ruptura sobre la última línea. Donde queda peor perfilado de cara a puerta que saliendo de su lado natural, la banda izquierda.
Recibiendo en el costado zurdo, ya fuese tras rupturas sacando a central gracias al posicionamiento de sus compañeros o desde el 1vs1 abierto, sí generó. O dio sensación de que podría hacerlo aunque fallase definiendo, que a su equipo le sirve igual.
Por todo lo anterior, pese al bestial nivel de inspiración de Modric & Kroos y los nuevamente útiles movimientos de ruptura de Asensio, el Madrid llegaba a 3/4 pero le costaba aclarar las ocasiones en el 1T. Como tantas veces este año.
Así se llegó al descanso.
En el 2T no hubo cambios de inicio. El Real siguió presionando arriba y la zona de Nacho siendo la ruta libre para llegar a Courtois. Fue el punto débil. Disfrazó a un interesante Rafa Mir (por momento y potencial) de Henry 2005 y dio lugar al desequilibrio que generó el 1-0.
El RM siguió valiéndose para instalarse arriba de un Kroos que siempre encontró salidas, incluso cuando al recibir no tenía líneas de pase. Ágil para recortar y encontrar el hueco, decidido y preciso para soltar.
Antinaturalmente sólido, paternalmente calmante para los suyos.
Completó más pases cortos (40), medios (42) y largos (18, empatado con Varane) que nadie en el partido. Y desde todas las alturas.
Un poco más arriba, conectando media y delantera, brilló Luka Modric. Saltó la segunda línea rival y puso al Huesca a mirar a su portero. Paró a su equipo en la frontal y luego aceleró su ataque con toques de tolkiana fantasía, con giros juvenilmente rápidos.
Atrás, como tapón de desagüe, se impuso un soberbio Varane. Señaló que Mir aún no es lo que puede ser y que debemos esperar. Le controló al espacio, anticipando, despejando en el área cuando se midieron. Minimizó daños y permitió a su equipo seguir compitiendo.
En lo colectivo, lo más destacado en vistas al futuro fue el nuevo sistema implementado por Zidane con la entrada de Marvin. 5-2-3. Ciertamente novedoso, probablemente circunstancial.
Este disposición ayuda directamente a dos jugadores que la necesitan actualmente para aportar cosas que a su equipo le urgen. Y que, de otras formas, el balance de suma/resta de sus aportaciones está soliendo salirle negativo a los de Zidane.
📌 1) Podría darle cabida sostenible Marcelo.
Esta temporada ha sido, casi siempre que jugó, el jugador que más ventajas generó de forma puramente individual en las fases de pelota de los suyos (vs Valladolid, Elche, Alcoyano…). Destaca donde palidece su equipo.
Desde su dominio técnico (el mayor de la plantilla) y genialidad al retener bajo presión, asociarse en corto, lanzar al espacio y pisar área, el Madrid gana estructura ofensiva. Sin embargo sin balón deshace la defensiva. Ahí está lejos del mínimo exigible.
Con el nuevo sistema, quedarse a medio repliegue, llegar tarde a los saltos a la presión o casi nunca imponerse en el duelo individual no sería tan drámatico. Los fallos se darían más arriba, abiertos y con más hombres dentro y tiempo para corregir.
2) Alejar a Mendy de donde sufre, acercarlo a donde domina.
Ferland es lo contrario al carioca. Defendiendo su dominio no se discute. Se contempla con asombro y la absurda certeza de que se dará.
Eso sí, con balón cuesta ritmo ofensivo, ocasiones, goles y por consiguiente, confianza colectiva. Desestabiliza.
Ser central en defensa de tres puedes puede aliviarle. Recibir tan abajo le alejaría de la presión, de estar rodeado de camisetas enemigas.
Tendría tiempo extra para controlar, ver, elegir y ordenarse corporalmente para pasar. Y opciones de lucir su buena conducción por dentro. Sin pelota, situaciones donde exhibirse (anticipando, tirando la ayuda a banda, corriendo a espalda de defensa, etc.).
Solo el tiempo dirá si este recurso puntual se convierte en discurso. La victoria es balsámica, como lo fue la del Sevilla hace 2 meses. Entonces se usó como punto de inflexión positivo; se inició una racha de juego y resultados que invitaron al optimismo.
Era un lugar desde el que crecer. No se hizo. No se integró a jugadores que debían darle el siguiente salto al equipo (Hazard, Ø o Fede), y ahora hay menos recursos individuales. Por eso el nuevo sistema se erige como una opción a tener en cuenta. O como una necesidad.
“…que Vinicius tenga…”. No “el Vinicius”. Se coló ese "el" al cambiar “el brasileño” por su nombre. Sorry por eso. Pero tranquilos, no soy un hijo de Aída.
*Podría darle cabida sostenible a Marcelo
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Análisis del partido centrado en los motivos de la gran puesta en escena del Madrid con el cambio de sistema.
La ventaja de tener a Nacho y Mendy, la posibilidad de usar todo de Asensio, … y mucho más.
El Getafe de Bordalás llegó al mercado invernal pidiendo a gritos un lavado de cara. Llevar tantos años con la misma propuesta, basarse en algunos nombres fijos y ser tan exigente física y mentalmente extenuaba a su equipo. Para eso llegaron Kubo y Aleñá.
El impacto fue inmediato. Más allá del sistema, Kubo fue el regate y cambio de ritmo exterior, Aleñá el toque maduro por dentro. Arambarri sumaba ruptura entre ambos desde atrás, Ángel fijaba y remataba arriba y Cucurella prensaba al rival desde izq. Coherente y complementario.
El mejor DT de la UCL esta temporada contra el mejor jugador. Ganó el segundo, como casi siempre (el fútbol es de los futbolistas). Pero, ¿qué se intentó que pasase para contrarrestar la tremenda diferencia que había de partida y qué acabó ocurriendo?
HILO.
El PSG tiene jugadores muchísimo mejores. No mejores, muchísimo mejores. Se sabía. Por eso desde ahí se explica lo que plantearon ambos técnicos, lo que ocurrió en el partido y desde donde partirá el análisis.
Thomas Tuchel salió con Neymar por dentro, iniciando arriba pero con una tendencia constante de movimientos descendentes según la longitud que creyese oportuna para intervenir y llevar a su equipo hasta la frontal.
Esto abre un debate interesante. Usemos a Luis Suárez, el otro gran DC de la década, que además ofrece sensaciones opuestas a las del francés y tiene su misma edad, para contrastar.
Con Benzema se dan cuatro cosas que invitan al optimismo:
-Presumible menor carga de minutos acumulada por club (al jugar en un grande desde muy joven, el francés fue suplente en varios tramos).
-Inferior carga acumulada extra (dejó de ir con la selección hace 4-5 años, y cuando iba, los viajes eran más cómodos -Francia vs Uruguay-).
-Estilo de juego que le hace menos proclive a sufrir bajones en el rendimiento con el paso del tiempo (Suárez más basado en la fricción y explosión; Karim en la interpretación y relación con el balón -no tanto con el espacio como el uruguayo-).
¿Qué pasó el pasado miércoles en el Camp Nou y por qué?
Hilo: El Clásico entre límites y limitantes.
*Hoy analizaré el 1er tiempo y mañana engancho el 2o por donde lo deje.
Ernesto Valverde soprendió no solo con la elección del XI, también con la disposición y funcionabilidad asignada al mismo.
De entrada ya daba la sensación de que situando a Rakitic en la base, su jugador con peor balance entre agilidad y calidad en la secuencia control-pase más velocidad mental para encontrar la salida que requiere la jugada, y a De Jong a espaldas de la presión, significaba (...)