Thread by @Donvix

Para quienes temen la desaparición de los cines en México, derivada de la pandemia por #covid19, les aviso que no sucederá.

Lo que sí puede suceder, y quizá esté configurándose ya, es un cambio de dueños, de estilo, de precio y de calidad.

El negocio de la exhibición cinematográfica no se acaba: está sufriendo una pausa letal para sus actuales dueños, que tenían un modelo de negocios y una estructura de costos que, obviamente, no podían aguantar un cierre irracionalmente alargado.

Eso PUEDE provocar que los actuales dueños decidan salirse de ese negocio, pero la desgracia de unos es la oportunidad de otros, y no es difícil que alguien, eventualmente, decida tomar lo que quede a costo de remate y revivir la oferta.

Esa nueva etapa requerirá, evidentemente, un nuevo modelo de negocios que implicará otra estructura de costos.

En el peor de los casos, veríamos una reducción de opciones (cantidad de salas, variedad de salas, variedad de títulos, servicios complementarios) en el corto plazo.

Alguien acá recuerda las salas de cine de los años 80? Su oferta de títulos? Su oferta en dulcería? El escaso confort de sus salas?
Bueno, pues esa puede ser la "nueva realidad" de la industria en México y Letrinoamérica en general.
Es triste, sí. Pero bueno: sigamos encerrados.

Yo espero que la familia Ramírez y Grupo México puedan capotear esto, y sus salas continúen brindando el servicio que hasta ahora hemos disfrutado.

Tomemos nota, por favor, que ni grupos tan sólidos como ellos pueden transitar tranquilamente por semejantes cierres.

Y entendamos que los más damnificados, en un plano personal o de plan de vida, NO son ellos, los dueños: Organización Ramírez tiene intereses enormes en otros ambientes de negocios, y Grupo México aún más. Ellos van a estar bien.

Los damnificados reales son sus empleados.

Otros damnificados inmediatos serán las MYPIMES que son sus proveedores, y los empleados de ellas.

Que ningún acomplejado celebre: los Ramírez y los Larrea van a seguir comiendo lo que siempre han comido, y viajando a donde suelen hacerlo, y trabajando al ritmo que acostumbran.

Pero pregúntenle a aquellos que perderán su empleo, prestaciones, y plan de vida por el cierre de los cines... ellos sí van a ver afectado su menú, su confort y su trabajo, hasta que este irracional cierre se resuelva, de una forma u otra.