Si la única razón por la que no sales sin sujetador a la calle es porque te incomoda la sexualización que existe sobre el pecho femenino, tratando así de evitar miradas innecesarias, entonces no lo llevas porque quieres.
Si la única razón por la que no sales sin maquillar a la calle es porque no te gusta tu aspecto al natural, no viéndote bien si no es "arreglándote", entonces no lo haces porque quieres.
Si la única razón por la que no sales sin depilar a la calle es porque no te sientes cómoda con el vello que crece de forma normal en tu cuerpo, en comparación con las piernas o axilas de otras mujeres, entonces no lo haces porque quieres.
Si la única razón por la que subes nudes –editados y con múltiples filtros– a las redes es porque buscas la validación externa de desconocidos en forma de comentarios y me gustas, mucho más allá de que te guste tu cuerpo, entonces no lo haces porque quieres.
Si la única razón por la que tendrías sexo es cobrando por ello porque te hace falta el dinero, muy por encima de que te guste o no la otra persona, entonces no lo haces porque quieres ni es tu "decisión".
Aprender a distinguir presión social de libre elección es una necesidad.
Aprender a distinguir presión social de libre elección es una necesidad.
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