Vivir tres olas te hace ver que, como en el mar, comparten origen pero luego cada una crece y rompe con más o menos fuerza.
Esta tercera ha llegado a la orilla con #fuerza y rabia, cuando aún no habíamos descansado de la segunda...
Con los meses también nosotros hemos aprendido a saber como llegarán a la arena y a entenderlas un poco más.
Si envolverán las piernas para luego escurrirse entre los pies o golpearán con fuerza haciendo caer unas piernas a las que vencerán sin esfuerzo por su #fragilidad.
Tras casi un año, esa fragilidad, reforzada por un #confinamiento que nadie calculaba tan largo, multiplica los daños colaterales que el #virus de por sí lleva de serie. #Paciente y familia esperan esa vuelta a casa,sin pensar en que tal vez las cosas no serán como antes.
#Síndromesconfusionales, #sarcopenia, ⬆️ del #gradodedependencia, volverán con la persona a casa. Una casa en la que comparte vida con quien ha ido aumentando su fragilidad a la par que él. Una vida que habrá que readaptar y ellos aceptar... Y no es tan fácil.
Pedro ingresó hace ya días, el estado de ausencia que presentaba ser una hipoacusia muy severa. Así fue como entre grito y grito supimos que Córdoba lo vio nacer hace 92 años y vino a Barcelona con su novia. De eso hace 72 años...
Y desde entonces han vivido en la misma casa, primero con los hijos y hace ya años solos.
Para Pedro el virus es el que no permite que vuelva con su esposa en la que piensa todo el día.
Nunca pregunta cómo va su evolución sino cuando podrá volver a casa...
Las #videollamadas se han convertido en un tto más, uno que cuida la parte #emocional, #afectiva, que atenúa una #soledad no por necesaria, deseada, que tranquiliza un poco a quien desde fuera sólo espera no recibir una llamada por todos temida
A estas alturas no descubro nada nuevo si digo que un ⬆️ de la #cargaasistencial va en detrimento de una atención más personalizada, de poder #cuidar a la persona más allá de #curar una patología. Las llamadas muchos dias quedan a mi pesar al final de la lista.
Pero con Pedro atrapo minutos y los uno para poder llamar a su casa.
Cuando me ve con el móvil su cara se transforma, se ilumina y corre a la silla para poder ver a su esposa.
Cuando la ve le saltan lágrimas de alegría, de amor de largo recorrido. De dos mitades que son una.
A través de la pantalla se miran, se sonríen, se hablan esos minutos son química pura que calma la pena de Pedro.
Y a mi me permite marchar de la unidad con su imagen y así volver borrosa toda una mañana en la que el virus no ha dado tregua y nos gana una batalla detrás de otra.
Datos de contagios, de ingresos, de fallecidos y de altas...
El aumento de la #dependencia, los #ingresos en #residencias debido a ello, la pérdida de una forma de vida, son datos que no salen en las noticias pero están y sí, se gana al virus pero a que precio...
Como siempre, vivir no es sólo respirar, es sobretodo dar sentido y valor a los días que se viven...
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