Hoy celebramos los #OchoSiglosDeOro, el octavo centenario que cumple nuestra famosa Torre del Oro, la albarrana más célebre del mundo. Hija de la capital de Al-Andalus, emblema de la Reconquista, testigo del esplendor de las Indias. Levantada en
el año 617 de la Hégira, concluida tal día como hoy en 1221. Con sus 36 metros de altura ha visto desde la margen izquierda del Guadalquivir ochocientos años de historia de nuestra ciudad. Así la han visto quienes pasaron por aquí en la historia 👇🏻👇🏻
En 1535 es dibujada por Luis de Peraza a tinta, resaltando de ella que era conocida como “del oro” por el material precioso que llegaba desde las Indias. Su apunte es el primer testimonio gráfico que tenemos de ella.
Aun como albarrana y recibiendo a lo galeones de las Indias fue representada por Pedro de Medina en 1548 en el capítulo dedicado a Sevilla dentro de las Grandezas de España.
Vistas como la que nos ofrece de 1549 el pergamino de los derechos propios de Sevilla respecto a la cancillería de Granada, nos revela que debió ser uno de los puntos más potentes de la cerca sevillana.
Los extranjeros, llegados en su mayoría de Flandes, para retratar el Imperio no pasaron por alto la preponderancia de su posición dentro de la ciudad y de su desarrollo urbano. Así la retrataron Hoefnagel en 1565 y Wyngaerde en 1571.
Bella en sus proporciones, con empaque en su forma poligonal y reconocible en su impronta como legado de tiempos pasados fue reinterpretada como Torre de David o de marfil por Pacheco cuando trataba de definir el icono Inma ilustra que tanta gloria dio a la pintura hispalense.
Quien no ha visto Sevilla, ni ha visto maravilla. Eso se decía en el siglo XVII y se ilustraba con la gran vista panorámica de urbe, que fascinaba a quienes se adentraban en ella. Y una de esas maravillas reconocibles, reconocidas y ponderantes era su Torre del Oro.
No podía ser de otra forma, las cadenas que hacían impenetrable el río en tiempos andalusíes quedaron rotas por las tropas de Fernando III. La gesta la llevó al escudo de Cantabria y muchos la soñaron presente y destacada en la rendición de la ciudad ante el Santo Rey.
Majestuosa siempre, si era vista desde el Arenal o desde Triana. Esbelta, protagonista, vigía de navíos, escenario de astilleros, puerto y comercio, privilegiada ante el gran río, testigo de excepción de las grandes hazañas que de aquí partieron.
Pese a las penurias pasadas, el siglo XVIII la siguió viendo fuerte, importante, fidedigno emblema de su pasado andalusí y prototipo perfecto para definir a una ciudad tan idealizada e importante como para aparecer en el sueño visionario de santos conquistadores.
Desde el escudo de Cantabria hasta los templos tan importantes como la capilla de San Telmo, desde donde los mareantes pedían buen aire para sus travesías. A veces fue mariana Torre de David, otras fuente de agua bendita e incluso atributo mártir en manos de Santa Bárbara.
El siglo XIX la revistió de romanticismo. Pegada al río como una ruina del medievo, como un silencioso testigo de una historia de esplendores ya muy atrás en el tiempo, recortando su silueta en un paisaje onírico envuelto por la neblina propia de un puerto. Así la pintó Roberts.
Y más extranjeros que llegaban y más que se fascinaban con ella. Para Laurent era una presencia exótica, que revelaba el enigma y el hechizo que guardaba la ciudad. Una singularidad que la hacía tan atractiva como increíble, por eso la retrató para mostrarla al mundo entero.
En el siglo XX fue motivo de inspiración. En el marco de la Exposición Iberoamericana su perfil ochavado influenció a Aníbal González. En la Expo 92 estuvo presente en forma de originales papeleras trazadas por Pedro Miralles.
Y hasta aquí este breve recorrido. Twitter no da para más por mucho que la efeméride lo merezca. Felices ochocientos y a por otros ochocientos más en tu compañía y en tu presencia como admiradores, herederos y sobre todo como apasionados oyentes de tus historias.
** pido disculpas por las erratas o reiteraciones, pero lo he escrito rapidísimo, sin tiempo y lo publiqué sin leerlo. 🙏🙏
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No todos los días se cumplen 400 años. ¿Pensó Juan de Mesa que su obra viviría cuatro siglos? Probablemente, no. Efeméride redonda para una obra redonda, tallada por un artista y realizada por su historia. Me sumo con este recorrido al #2020GranPoder
1. CIUDAD: En 1620 Sevilla iniciaba un periodo de recesión tras los esplendores del puerto de Indias que la colocaron en el centro del mundo. Una urbe sacra, en la que el poder religioso centralizaba todos los estamentos, que se enfrentaría a una decadencia marcada por epidemias.
2. CONTRARREFORMA: Como respuesta a la crítica de Lutero la Iglesia ratificó el papel simbólico del arte. La nueva doctrina auspició al Nazareno, no como representación arqueológica de un judío condenado a la Cruz, sino como alegoría del triunfo sobre el pecado y la muerte.
Hay una España que ve calmada sus ansias de totalitarismo en la figura del rey, que aún siendo símbolo de libertad se empeñan en revestir de proclamas épicas, subordinadas y rimbombantes verbos como en otros tiempos. Al frente otra España cobarde, falsa, dulzona y oportunista,
que en lugar de construir por los cimientos, se contenta colocando guirnaldas decorativas sobre un techo sin vigas que además está por concluir. Unos hablan de Golpe de Estado al tiempo que reclaman continuidad en los honores al único que sí dio un Golpe de Estado en este país.
Los otros hablan de Estado de Derecho haciendo triquiñuelas, trampantojos y teatro de títeres con sus estructuras y figuras legítimas en una interpretación muy trilera del principio de solemnidad del Estado, reconvertido en una suerte minimal al estilo Ikea, háztelo tú mismo.
En 1950 el papa Pío XII declaró dogma de Fe la Asunción. En 1981 el artista José Pérez Ocaña la coronó como dogma de ser. Para Ocaña la Asunción era la “madre rodeada de sus hijos a los que le da pan con aceite y azúcar”, la que quiere por igual y da lo que necesitan para vivir.
Incontables las Vírgenes de la Asunción que hay repartidas por Cataluña y el País Vasco salidas de su efusión expresionista y de su viva paleta de colores. Así luce en la casa de Ventura Pons, así fue mostrada por las revistas de la época, así consta en el Reina Sofía,
así fue vitoreada y piropeada por Terenci Moix y hasta cantada por Lluis Llach. Si alguien ha pregonado y ha alabado a la Asunción, ese ha sido José Pérez Ocaña y lo hizo siempre desde la libertad y desde la alegría, sin ofender, acusar ni condenar. No quepa duda que el odio de
Decía Coco Chanel que la moda no sólo era vestidos, sino que estaba en el cielo, en la calle y surgía de las ideas, de la forma en que vivimos y de lo que nos sucede. A poco que se le eche algo de sensibilidad, se puede ver que en cierta manera Triana
ha ido plasmando su visión del mundo, su sentimiento, su vivencia y su anhelo en la personalísima forma de ataviar a su Virgen de la Esperanza. Tal y como lo expresó la mítica diseñadora francesa, los encargados de engalanar a la Dolorosa de la Madrugada asumieron la realidad del
COVID19 para presentarla de una forma elocuente, que condensaba la máxima de Chanel sobre la moda como idea: El vestido de la Esperanza clamaba al cielo lo que se vivía en la calle.
Que VOGUE haya centrado su atención en esta cuestión y muestre a la Esperanza de Triana en las
Hoy se celebra la realeza de María, un tema impulsado por la propia Iglesia como reafirmación y glorificación de sí misma que dio lugar a las más bellas obras de arte y a una iconografía, que hunde sus raíces al principio del cristianismo.
Hilo 👇🏻
El pecado original cometido por Eva sumió a la humanidad en la penas del trabajo, del sufrimiento y de la putrefacción en la tumba. La mujer se entiende como una figura subordinada al hombre que además sufrirá el periodo y el dolor en el parto como agravante.
La Virgen en su inmaculada concepción quedaba preservada del castigo que todos padecemos por el pecado original. Por ello, en su muerte su cuerpo no podía descomponerse, sino que fue elevada al cielo en cuerpo y alma.
#ElArteSegún Velázquez (+6/8/1660) debía ser una de las acciones intelectuales más importantes del hombre. Su conciencia sobre la dignidad del arte lo llevó a retratarse y a plasmar su oficio a la altura de los reyes, a los que trataba con la misma serenidad con la que pintaba a
plebeyos. Como hijo de su tiempo y discípulo de Pacheco, entendió la pintura como un don al servicio de lo trascendental, por el que se concretaban las ideas abstractas de la Contrarreforma, que además quedaban tocadas por la emoción de lo cotidiano. En este naturalismo plasmó
escenas propias de su tiempo en cuadros que son auténticas demostraciones de un virtuosismo técnico magistral. Mengs dijo de él que no pintaba con la mano, sino sólo con la voluntad. Flandes, Rubens e Italia tamizados por su sentido de la estética, percepción y talento originaron