Uno puede reivindicarse antiliberal, anticomunista o antifascista. Pero liberalismo, comunismo y fascismo vienen de un tronco común: la Modernidad. Y esta, a su vez, surge por la secularización, vía humanista, del cristianismo y su lectura de la Antigüedad grecorromana.
Este tronco común no niega los enfrentamientos, diferencias y disensiones. Pero no está de más entender que los grandes movimientos políticos contemporáneos son, todos, producto grecorromano y judeocristiano, pasados por el filtro de las ciencias y la filosofía modernas.
El llamado poatmodernismo, en realidad, no deja de ser, resultado de la Modernidad, su más avanzado producto. En cierto sentido, liberalismo, comunismo y fascismo (también el anarquismo y otras ideologías) solo podían existir gracias a la Modernidad.
Y decir Modernidad es decir modo de producción capitalista. Todos estos movimientos políticos eran inviables en sociedades preindustriales y precientíficas, y no podían surgir en un mundo no cristiano. En un mundo postcapitalista, es probable que ninguna de ellas exista.
Para Kant, la Modernidad es un producto inacabado, en constante hacerse y en constante proceso de culminación. Liberalismo, comunismo, socialdemocracia, anarquismo, fascismo, nazismo, feminismo, postmodernismo, etc., comparten esta idea de permanente hacerse.
Si bien con matices, pues anarquismo, comunismo o fascismo ven un tope a su desarrollo, mientras que liberalismo, feminismo o socialdemocracia no. Luego cada ideología tiene sus particulares conexiones con lo premoderno, pero ninguna es premoderna.
El ecologismo sería otra ideología típicamente moderna. Aunque no comparta su visión de las cosas, ha sido Alexander Duguin quien se ha dado cuenta de esta aporía de las ideologías políticas contemporáneas. Pero no ha sabido resolverla. Su "4a Teoría Política", a mi juicio, +
+ que se declara antimoderna (antiliberal, anticomunista y antifascista al mismo tiempo) no puede proponer nada a escala política clara más allá de cierta nostalgia por el Antiguo Régimen. El problema, me temo, es que no se puede escapar de la Modernidad. +
+ Y no se puede escapar de la Modernidad porque esta solo se puede rebasar, pero partiendo de ella. Los postmodernistas solo la radicalizan. +
+ El único que se ha dado cuenta de la unión inextricable entre la Modernidad como ideología de ideologías y su nexo absoluto con la producción de la vida material que posibilita dicha Modernidad es Marx. La Modernidad es la múltiple y pletórica explicación del inmenso arsenal +
+ de mercancías en que se ha convertido la vida política en la Edad Contemporánea. Las ideologías, en democracia y aun contra ella, son parte de esa plétora de mercancías. La mercancía es la unidad básica que trenza a los sujetos modernos, siendo ellos también mercancías. +
+ La abolición de la Modernidad solo puede ser posible mediante la abolición de las mercancías. Y este es el nudo gordiano de la Modernidad que Duguin no ha podido ver, que Kant no quiso describir, pero que Marx sí logró determinar. No será fácil la salida.
Eso sí, la situación a la que se llegue tendrá algo de Modernidad, como de premodernidad. ¿El qué? "Solo lo sabremos empíricamente, cuando se llegue"..., si se llega.
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Algunas consideraciones respecto a la definición de nación de Stalin, que supuestamente se defiende desde el Frente Obrero: 1) Stalin define nación en "El marxismo y la cuestión nacional" (1913), en base a 7 características que han de darse a la vez para poder hablar de nación. +
+ 2) Para Stalin: "Nación es una comunidad humana estable, históricamente formada y surgida sobre la base de la comunidad de idioma, de territorio, de vida económica y de psicología, manifestada esta en la comunidad de cultura”. Analicemos esto respecto de Cataluña y País Vasco.+
+ 3) Las 7 características que enumera Stalin se han de desarrollar en el modo de producción capitalista, no son precapitalistas. España no llega a ser plenamente capitalista hasta mediados del siglo XIX, tras los cuatro primeros periodos revolucionarios liberales. +
+ dicotómicas, e incluso puede haber casos mixtos en los que es difícil determinar las líneas de frontera entre la norma imperial generadora y depredadora, como ocurre con EEUU. Desde el MF, se reconoce que, a partir de Carlos III, el Imperio Español adquiere una norma +
+ más depredadora, aunque al nivel de neerlandeses e ingleses. Cuando hablamos de Imperio Generador y Depredador hablamos de normas políticas que rigen la política del Imperio e, incluso, el rango metapolítico de proyección Imperial. Así, y tras caer, podemos decir que +
Jamás la gestación ha sido obligatoria en "Occidente". Lo que sí se ha tratado es de preservar a la familia como célula de la sociedad. Hoy día, la familia (no sólo la tradicional) es una institución atacada desde el poder financiero. No hay opresiones ancestrales.
La idea del patriarcado como institución opresiva originaria de todas las demás lleva a pensar que aboliendolo se abolirán todas las demás (clase, raza, género). Se piensa así cuando se parte de la idea de patriarcado de Kate Millet. Pero esta es una definición ahistórica.
El patriarcado surge con las primeras sociedades políticas, cuando existe derecho, lenguaje escrito y leyes, y surge como necesidad, generando con ello desigualdades. Tuvo un origen y ya no existe, barrido por la industria, el capital y la tecnología.
Václav Havel definió ideología como "una forma engañosa de relacionarse con el mundo. Ofrece a los seres humanos la ilusión de una identidad, de dignidad y de moralidad al mismo tiempo que les facilita separarse de ellos". Las palabras claves son identidad, dignidad y moralidad.
La ideología es una cosmovisión del mundo de un grupo social (moral en realidad) enfrentado a otros grupos sociales (morales) con otra cosmovisión del mundo, con otra ideología. Les da identidad y les confiere, entre ellos, de dignidad.
Por todo ello, salir de toda ideología es siempre un proceso doloroso para el sujeto que realiza este proceso. Las ideologías conectan al sujeto, a través de emociones, con su grupo moral, lo sitúa en el mundo, le da una identidad y una dignidad, que es concedida x el grupo.
Al hilo de @GuilledValle habría que añadir cosas:
a) La reindustrialización de España, a partir de la nacionalización de sectores estratégicos y el impulso estatal adecuado, no es posible dentro de la UE y el euro. Lo que él defiende requiere dinero, y si abolimos las autonomías+
+, aunque eso permita que el Estado central recupere dinero gastado en mamandurrias regionalistas y separatistas, en un buen momento. Solo desde una política económica efectiva, soberana políticamente, sería posible nuestra necesaria reindistrialización. Desde aquí, además, +
+ se puede apostar por mejorar la economía de la España Vaciada. Es necesario un estudio de las potencialidades económicas de cada provincia para aumentar la inversión y la generación de empresas en la España vacía, para aumentar la riqueza y, con ello, la población. +
Algunos "marxistas" están más perdidos que un bastardo en el Día del Padre. @RazonComunista no es ni trotskysta, ni maoísta, ni hoxhista, ni mucho menos ultraderechista (sic). La falta de argumentos les lleva al sociologismo, no se puede sacar de donde no hay.
Si la URSS no quiso expandirse, ¿cómo explicar la recuperación de la antigua Polonia oriental en 1939, la invasión de Finlandia, la recuperación de los Países Bálticos o la anexión de Tanú Tuvá? Si no quiso expandir el comunismo, ¿cómo explicar el COMECON o el Pacto de Varsovia?
Si la URSS no quiso mantener su hegemonía geopolítica, ¿cómo explicar su intervención en Hungría, Checoslovaquia o Afganistán? Desde las coordenadas del materialismo filosófico, la URSS fue un Imperio Generador. Que nada tiene que ver este término con el "Imperialismo" de Lenin.