¡Una vez más #ElCondesadorDeFluzo ha terminado y toca el #ReFluzo Vikingo! ¿Y qué tienen que ver los vikingos con #FluzoÚltimasVeces? Pues hoy vamos a hablar del final de la Era Vikinga. De cómo terminó todo. ¿Me acompañáis por última vez (de momento)? ¡Dentro hilo 🧵!
Todo principio tiene su fin y la Era Vikinga no es una excepción. La historiografía sitúa el inicio de los vikingos en 8 de junio del 793 en Lindisfarne, Inglaterra, y su final el 14 de octubre del año 1066, también en Inglaterra. En las batallas de Stamford Bridge y Hastings.
Obviamente los vikingos y las vikingas ni se convirtieron en vikingos ni aparecieron una mañana como una seta, ni desaparecieron de golpe, como los dinosaurios. Tanto su «aparición» como su «desaparición» forman parte de procesos, pero estas batallas son un buen punto y final.
Pero vamos a ir por partes porque esto tiene miga. ¿Por qué Inglaterra? Pues porque de los muchos lugares que visitaron, saquearon, comerciaron o colonizaron los vikingos a Inglaterra le pillaron especial gustirrinín, y es que los vikingos llegaron a ser reyes de Inglaterra.
Sí, sí. Como Svend I de Dinamarca, rey de Dinamarca, Noruega e Inglaterra desde 1013, o su hijo Canuto II de Dinamarca, conocido como Canuto el Grande que fue rey de Inglaterra entre 1016 y 1035 y también de Dinamarca, Noruega y, además, también de Suecia. Un tío completo.
Así que, para ponernos en contexto rápido que los caracteres son oro, Stamford Bridge y Hastings suponen los últimos esfuerzos de los vikingos por ocupar el trono de la Inglaterra Anglosajona. Y, como ya veréis, su fracaso (oh, SPOILER) supone a su vez su última gran contienda.
No, ese Hastings no, malandrines. O sí. Jeje.
Así que, sin más dilación, comenzamos con la novela: el 5 de enero de 1066 murió el rey inglés Eduardo el Confesor sin descendencia. Su reinado estuvo marcado por constantes altibajos dentro de un territorio absolutamente fragmentado en el convivían sajones, vikingos y normandos.
Durante los últimos años de su reinado favoreció cada vez más a los nobles normandos recién llegados, algo que no gustó nada a los sajones (los autóctonos), ni a los vikingos, que llevaban mucho tiempo habitando –y hasta reinando como hemos visto– en el territorio.
Total, que al no haber herederos directos bien por lazos de sangre o de compromiso, tanto vikingos, como sajones y normandos decidieron reclamar el trono inglés convencidos de su derecho sobre él. Y, en el fondo, todos ellos eran aspirantes válidos.
De toda esta historia tenemos una fuente documental excepcional: el tapiz de Bayeux, un gran lienzo bordado del siglo XI de casi 70m que relata, mediante una sucesión de imágenes con inscripciones en latín, los hechos previos a la conquista normanda de Inglaterra. Una barbaridad.
¿Y quiénes eran los pretendientes al trono? Pues estos tres hermosos señores que veis en la foto: Harold Godwinson, rey de Wessex, el bando anglosajón; Harald Hardrada, rey de Noruega, en el bando vikingo y Guillermo el Conquistador, duque de Normandía, en el bando normando.
Harald Hardrada —Harðráði en nórdico antiguo—apodado el Despiadado es considerado el último rey vikingo. Nació alrededor del año 1015 y murió el 25 de septiembre de 1066 en la batalla de Stamford Bridge. Con él moría el sueño vikingo de recuperar el trono inglés y la Era Vikinga.
Era hijo de Sigurd Syr, jarl vikingo de noruega, y Åsta Gudbrandsdatte, y hermano menor del rey conocido como Olaf II el Santo, hijo de Åsta y su primer esposo; Harald Grenske. Apodado también el de la Hermosa Cabellera fue artífice de la unificación del Reino de Noruega.
Las crónicas nos hablan de un vikingo excepcional: medía 1,95 metros cuando la media por aquél entonces era de 1.70 aproximadamente; era rubio, de ojos azules, y tenía una ceja más alta que la otra. No, no todos los vikingos eran así, en la variedad estaba el gusto.
En el año 1030 el rey danés Canuto el Grande invadió Noruega y, con tan solo 15 años, Harald Hardrada participó en su primera batalla, la de Stiklestad, donde perdió la vida su hermano —y rey del país— Olaf el Santo de un flechazo a manos de los partidarios de Canuto.
Harald fue gravemente herido y dado por muerto; pero sus hombres hábilmente lo trasladaron al hogar de unos campesinos que cuidaron de él. Una vez restablecido de sus heridas, huyó en 1031 Kiev, donde entró a formar parte del servicio del príncipe Yaroslav durante tres años.
Estando en la corte de Yaroslav se enamoró de su hija y pidió su mano; sin embargo, el príncipe le dijo que para casarse con ella debía tener más riqueza, más fama y más reputación. Así que se marchó a hacer fortuna a Constantinopla, como miembro de la Guardia Varega.
Allí sirvió a la emperadora bizantina Zoe Porfirogeneta y luego al emperador Miguel IV. Ganó un montón de batallas, ascendió muy rápido y ganó mucho dinero. Pero no le pareció suficiente al muchacho y montó una estafa con la que amasó mucha riqueza ilícitamente.
Cuando el emperador Miguel IV fue derrocado por Miguel V, este licenció a los varegos y los reemplazó por la Guardia Escita, formada por nómadas de las estepas. Y Harald y sus hombres fueron encarcelados acusados de robar parte de un botín del Emperador Miguel V.
Pero no duraron mucho presos: el nuevo emperador fue depuesto y Harald aprovechó los disturbios internos para liberar a sus hombres y luchar en la guerra civil en el bando ganador. Cuentan que él personalmente cegó al emperador Miguel V y a su tío Constantino como venganza.
Como no podía sacara el tesoro del país, se quedó unos años más en Constantinopla; pero en el año 1043 llegó a su conocimiento que su medio sobrino de 18 años, Magnus I el Bueno, había sido proclamado rey de Noruega y Dinamarca y fue entonces cuando decidió partir.
Compró barcos en secreto y huyó a Rusia donde se casó, por fin, con la hija de Yaroslav. A sus 28 años, Harald era el guerrero más famoso de su tiempo. En 1045 llegó a Dinamarca, donde primero cogobernó junto a Magnus I y, tras la prematura muerte de este, en solitario.
Poco a poco Harald había acabado con todos y cada uno de sus rivales, pero sus ansias de territorio y poder iban más a allá, le faltaba Inglaterra. Así que en el año 1066 se unió a Tostig, earl de Northumbria, para combatir contra el hermano de este, Haroldo II de Inglaterra.
Y Haroldo Godwinson es nuestro segundo protagonista. Fue el último rey de la Inglaterra Anglosajona: proclamado rey el mismito día que se enterraba a Eduardo el Confesor, falleció en la batalla de Hastings el 14 de octubre de 1066. Con él moría la Inglaterra Anglosajona.
Nació en Wessex, territorio que gobernó, hacia 1022. Era hijo del Earl Go earl Godwin de Wessex y su esposa danesa Gytha Thorkelsdóttir, familia de Svend II de Dinamarca. Aasí que Haroldo era medio danés y se decía que era un tío imponente de gran reputación militar.
Durante el reinado de Eduardo el Confesor en Inglaterra hubo tres grandes earls (condes) que compitieron entre sí por conseguir el mayor poder e influencia: Godwin (su padre), Leofric y Siward. Godwin amasó tanto poder y riqueza que prácticamente había sobrepasado al rey.
Eduardo el Confesor escogió a Haroldo como su sucesor al trono, pero la cosa se complicó un pelín al aparecer otros pretendientes, entre ellos su hermano Tostig, que se había tenido que exiliar y le odiaba un poquito. Tosting se alió con Harald Hardrada contra Haroldo en 1066.
Y finalmente tenemos a Guillermo el bastardo o el Conquistador, hijo de Roberto I el Magnífico, duque de Normandía, y su amante Arlette de Falaise. A la muerte de su padre, probablemente envenenado, con 8 añicos que tenía la criatura heredó el trono y un capazo de enemigos.
Los derrotó en la batalla de Val-ès-Dunes con un ejército que había conseguido tras jurar vasallaje a Enrique I de Francia. Muchos de los rebeldes, aún paganos, cargaron al grito de «Thor aïe!» («Thor ayuda»). Fue la última manifestación del poder vikingo en Francia.
El duque de Normandía, como sus contrincantes al trono, era otro formidable guerrero; medía 1,77 metros, tenía el pelo oscuro, era un hombre fornido y lucía la famosa tonsura normanda. Para 1066 su reputación era tremenda como comandante que jamás había perdido una batalla.
Guillermo se convirtió en pretendiente al trono inglés hacia 1050 cuando, aparentemente, su primo Eduardo el Confesor así se lo prometió. Sin embargo, el inglés Haroldo Godwinson fue el finalmente escogido y nombrado como sucesor por Eduardo en su lecho de muerte.
A Guillermo estas noticias no le gustaron nada; porque Eduardo le había prometido el trono y porque el propio Haroldo le había jurado fidelidad en 1064. Se comprometía a cederle el trono a Guillermo en el caso de que Eduardo finalmente muriese sin descendencia.
Su reclamo al trono se basaba no solo en estas promesas y juramentos, sino también al parentesco normando que compartía con la madre de Eduardo el Confesor, Emma de Normandía que era, ni más ni menos, hermana de su padre Roberto I. Telenovelón de sobremesa.
Una vez muerto Eduadro el Confesor Haroldo hizo eso de donde dije digo… y se coronó rey re Inglaterra. A Guillermo no le gustó un pelo. A Harald Hardrada tampoco, y aquí empezó el sarao. Cada uno reunió su ejército y la partida se decidió en dos enfrentamientos.
Los tres ejércitos eran más o menos iguales en cuanto a número de efectivos y equipamiento; una minoría de guerreros profesionales fuertemente armados, una gran mayoría de infantería pesada con escasa protección corporal y un pequeño grupo de infantería ligera.
Los normandos sumaban ballesteros y caballería. En aquella época los ejércitos apenas contaban con formaciones profesionales; muchos de los que lucharon no eran más que campesinos llamados a las armas que lucharon con lo puesto. Y decidieron el futuro de tres naciones.
El 25 de septiembre de 1066 el ejército vikingo de Harald Hardrada se enfrentaba al de Haroldo Godwinson en Stamford Bridge. Los vikingos eran derrotados y quedaban fuera del juego de poder por el trono inglés. Morían tanto Harald Hardada de un flechazo y con él la Era Vikinga.
El 14 de octubre de 1066 Guillermo, con un ejército superior en número (10000 frente a 7000 según las fuentes) y con caballería venció al ejército renqueante de Haroldo, que falleció en la batalla. Al morir Haroldo (también de un flechazo) también moría la Inglaterra Anglosajona.
Guillermo fue coronado rey de Inglaterra el día de Navidad de 1066 en la abadía de Westmister, iniciando así una tradición que seguirían desde entonces la mayoría de los monarcas ingleses. Poco a poco se introdujeron las costumbres normandas —francesas— en la corte inglesa.
Se produjeron cambios en política, en la sociedad, la cultura e, incluso, el lenguaje, que perduran aún hoy en día. El ejército fue reformado a imagen y semejanza del normando y los nobles que no se sometieron perdieron sus tierras, que fueron entregadas a caballeros normandos.
Con la llegada de los normandos llegó el feudalismo a Inglaterra, lo que provocó el éxodo de algunos nobles. Los nobles normandos constituyeron una nueva y más elevada clase social totalmente diferenciada del resto, ocupando cargos de responsabilidad y privilegios.
El resentimiento de la población anglosajona hacia los normandos alcanzó puntos cumbre que quedan muy bien reflejados en la novela histórica Ivanhoe del escritor romántico escocés Walter Scott. Escrita en 1819 está ambientada en la Inglaterra del siglo XII.
Inglaterra pasó a ser una monarquía hereditaria y los descendientes de Guillermo trasladaron su base de poder a Normandía, territorio que consideraban parte de su reino. Esto con el tiempo dio lugar al enfrentamiento que conocemos como La Guerra de las Dos Rosas.
Pero eso es una historia que ya no nos incumbe hoy, sino a una posible segunda temporada de #ElCondensadorDeFluzo, ¿no? Así que, colorín colorado, este #ReFluzo de #FluzoÚltimasVeces se ha terminado, como la Era Vikinga. Espero que los hayáis disfrutado tanto como yo.
Y antes de despedirme quiero aprovechar para daros las gracias a todos y todas las que cada jueves habéis estado con el equipo de #ElCondensadorDeFluzo apoyando e interactuando. Habéis conseguido que la Historia y la #DivulgaciónDeCalidad sean un hecho en prime time.
Sois lo mejor que ha dado este programa… ¡Los Fluzers! Así que más que un #FluzoÚltimasVeces ojalá hoy solo haya sido un penúltimas veces y nos veamos pronto de nuevo. ¡Por vosotras y vosotros!
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🏺⛏️#ArqueologíaVikinga ¡Vamos con un #HiloVikingo! ¿Hablamos de partos? Dar a luz era una tarea exclusivamente femenina en la Era Vikinga. Los partos se asistían por mujeres experimentadas o no, aunque en las granjas más aisladas los hombres también podían ayudar.
Los nacimientos tenían lugar en las salas de baño o en partes de la granja aisladas, tanto para dar privacidad como para limitar el riesgo de infecciones. Se iniciaba el parto normalmente de rodillas en el suelo y a medida que avanzaba se cambiaba de posición.
Avanzado el parto se pasaba a posición de rodilla-codo para recibir al recién nacido por detrás. Parir era una tarea de extremo riesgo en esta epoca. Aunque no tenemos cifras de tasas de mortalidad, sabemos que eran muy superiores a las de hoy en día.
Un jueves más ha terminado #ElCondensadorDeFluzo y en el ReFluzo de hoy vamos a hablar de barcos vikingos, concretamente de cómo el uso de la vela ⛵️ fue una auténtica revolución que les permitió irse de pingos por medio mundo. ¡Dentro hilo! 🧵 #FluzoRevoluciones
Los vikingos fueron un pueblo eminentemente marítimo desde tiempos prehistóricos y pocas imágenes más potentes hay sobre ellos que el barco vikingo. Que no es otra cosa que la culminación de toda una tradición marítima y naval de siglos y más siglos.
Y eso fue posible gracias a la revolución de la vela. ¿Por qué? Pues porque antes del uso de la vela los nórdicos se movían en embarcaciones a remo o pala y por zonas cercanas, hasta sitios relativamente próximos.
🧵de #ArqueologíaVikinga con esta piedra de Broa en Halla socken (Gotland, Suecia) que está fechada entre los siglos VIII y IX, Era Vikinga. ¿Qué podemos ver aquí? Pues se trata de una escena SÚPER INTERESANTE. Os cuento. ⬇️
📷Gotland Museum, Fornsalen, Visby, Gotland.
La piedra tiene dos escenas muy claras, con mucha relación entre ellas. En la parte superior podemos ver lo que parece una mujer ofreciendo lo que parece un cuerno a un hombre que llega a caballo.
Podría ser un guerrero (einheri) que llega al Valhalla tras haber muerto de forma valerosa en combate, donde una valquiria le recibe con una bebida (tal vez hidromiel), tal y como nos cuenta que sucedía la mitología nórdica.
Como ya hemos visto, llave era un símbolo del poder de la mujer vikinga de la casa y de su responsabilidad sobre la granja. Esta era el centro de la vida humana durante la Era Vikinga y, por lo tanto, muy importante.
Pensad que la mayoría de poblaciones vikingas consistían en la granja: es decir, un espacio cercado con un edificio comunal grande (longhús) rodeado de otros edificios más pequeños (graneros, talleres, etc.) donde vivían varias familias más o menos emparentadas.
Con la llave, la mujer al cargo (la húsfreyja) podía abrir los cofres, despensas y almacenes que guardaban víveres y objetos de valor.Debía asegurarse que había suficiente excedente de comida y bebida para toda la gente que vivía en la granja,así como para los posibles invitados.
🧵sobre #ArqueologíaVikinga ¿Veis la foto? Pues esto es UNA PASADA, una virguería espectacular. En la cámara funeraria del barco de Oseberg se hallaron cuatro cabezas de animales talladas (otra más en la cubierta), de una calidad única. Por favor, haced zoom y alucinad.
El barco de Oseberg es un barco funerario vikingo descubierto en un extenso montículo funerario cerca de la granja Oseberg, en la región de Tønsberg (Vestfold, Noruega). Lo excavaron el arqueólogo sueco Gabriel Gustafson y el arqueólogo noruego Haakon Shetelig entre 1904 y 1905.
Cuatro de estas cabezas pueden contemplarse en el Museo de los Barcos Vikingos de Oslo (donde hice estas fotos que os voy a enseñar, una fantasía de lugar, otro día os traigo fotos) y una de ellas, debido a su estado de conservación, permanece guardada en el almacén del museo.