Thread by @leogarciamx

Es bien sabido que el show de carpa de cada mañana es el elemento clave de lo que el presente régimen mal llama "gobernar". Pero además hoy regresaron a uno de sus verbos más efectivos, 'reelección'. Aderezado de uno de sus ataques preferidos, la risa burlona.

No todos los ataques son insultos explícitos, ni adjetivos que busquen denigrar a la persona restandole alguna de sus cualidades o atributos.

La risa puede ser aún más explicita para estos fines. Es el desplante de desprecio por excelencia.

Contrariamente a una rabieta vociferando e insultando, que exhibiría claramente enojo y malestar, o los habituales insultos y ataques disfrazados en un discurso perverso y maniqueo, la risa, la burla, expresa desprecio que a falta de argumentos se busca poner en ridículo.

Tal vez sobra el ejemplo, pero es como cuando en la red se enredan en una discusión bizantina y empiezan a aparecer los emojis o las onomatopeyas de risas. Como casi no sucede 🙄
(Trol que ríe, es que ya perdió 😉)

En palacio vive un hombre inmensamente traumado, perverso, siniestro, peligroso. Un hombre que conoce perfecto sus limitaciones y ha desarrollado una perversa astucia para manipular.

Cuando el sr López habla siempre deja muy claro, perfectamente claro, que no gobierna para TODOS, solo gobierna para SUS simpatizantes, que son quienes lo hacen, sobre los que construye su propia imagen y percepción. Uno de los grandes segmentos de su audiencia.

Cuando pluraliza realmente se refiere a sí mismo pero en persona de su grupo afín.

El grupo es él, él es el grupo. Él se forma del grupo, el grupo se sustenta desde la afinidad en la lealtad incondicional, vuelta servilismo rendida a él. Y es a quienes con frecuencia les habla.

Se llama plural mayestático, y también es el refugio psicológico de los que se saben que están simulando, de los que se saben inseguros y limitados.

Por eso también es el fraseo preferido de los demagogos populistas al inducir elementos de afinidad colectiva por simpatía.

Como esta arrobita (si, un poco de ego) dijo desde hace más de un año, su propio fraseo exhibe al pequeño tartufo como lo que es: Un simulador. Un farsante. Un incompetente fingiendo ser lo que no es.

Y como empecé diciendo, sus palabras y gestos lo delatan, lo exhiben. Es un hombre siniestro que sabe perfectamente el efecto que puede causar, siempre que, sí y solo sí, él conduce la conversación. Por eso le revienta que lo saquen de los límites donde él mantiene el control.

Ese es el otro gran segmento de la audiencia a quienes, inevitablemente, les dedica su retorica. A quienes sabe que no pueden evitar reaccionar y confrontar sus palabras. Ese simple principio le permite manipular a su gusto y placer.

¿La agenda esta tan saturada de frentes abiertos que intentar evadir? ¿Pio? ¿Metro? ¿Tribunales? ¿Leyes mal hechas? ¿EEUU reclamandole? ¿Corrupción? ¿Violencia desbordada?

No importa. Hoy regresó a su opción más efectiva, de las que sabe que más efecto logra en la disidencia.

El gesto de hoy tenía dedicatoria especial para quienes NO simpatizan con ese perverso hombre y necesitaba hacerlos reaccionar como él quiere al meter a la conversación la palabra 'reelección'.

Golpe de memoria, 2020:

eluniversal.com.mx/nacion/amlo-ha…

Y le funcionó. Y le funciona. Y le seguirá funcionando.
¿Cómo se escapa de esta narrativa siniestra? ¿Cómo se rompe este ciclo perverso?

No es ni de cerca santo de mi devoción, pero un buen ejemplo lo puso ayer Diego Fernández de Ceballos.

Ya ni hablar de la larga estela de incongruencias que los exhibe a él y a sus cómplices, como peor de corruptos, autoritarios y prepotentes, que sus antecesores. La cantidad de estímulos ha sido tal que han logrado casi sedarnos.

¿Cómo se rompe el ciclo? Haciendo el ciclo. Manteniendo el enfoque en lo que es relevante, en los hechos, en las acciones, en sus efectos. En la realidad.

Hoy, ahorita, la herida que sigue abierta y punzante es una línea de metro cerrada y sus respectivos muertos.