Hoy os propongo un hilo algo distinto, un hilo dedicado a la noche, a los sueños, a las visiones… a la bruma densa que ha dado forma al imaginario medieval. La Edad Media es uno de los períodos más interesantes del pasado, pero su recuerdo, su evocación, está llena de sombras…
Las evocaciones de raíz romántica abundan en la idea de un período cegado por la niebla y dominado, como decía Melisandre, por una nocturnidad terrorífica: “the night is dark and full of terrors”.
La noche cerrada, las antorchas ardiendo, las velas que se apagan con el fuerte viento o los monstruos que habitan en la oscuridad representan algunos de los elementos centrales de esta mirada sugestionada sobre un tiempo imaginado.
El famoso episodio "The Long Night" de GoT condensa los tópicos más intensamente arraigados de estos ejercicios ficcionales que, después −y esto es quizá lo más importante−, proyectan sobre la realidad del período histórico una mirada que desdibuja su auténtica naturaleza.
Sabemos que la Edad Media ni era oscura ni estaba dominada por la negrura con la que tantas veces ha sido imaginada, pero tampoco acertaríamos en despojarla de la magia, los complejos rituales y las creencias insólitas en sueños propiciatorios que dieron forma a su universo.
Dentro de esta cosmovisión, de la que apenas rascaré mínimamente su superficie, la noche ocupa un lugar central. Los límites, las fronteras, los lugares de tránsito y en definitiva lo liminal modulaban la concepción del tiempo y del espacio. Al caer la noche se cruzaba un umbral.
La noche podía ser también una poderosa metáfora espiritual: la noche del alma es el estado crítico en el que el espíritu afronta grandes desafíos para llegar a la iluminación. Las visionarias y místicas usaron esta figura retórica para poner palabras a sus experiencias inefables
Pero también la noche era el momento en el que emergían las fuerzas del mal más terrenales −bandoleros, ladrones o excluidos de todo tipo−, pero, por encima de todo, la noche era el espacio privilegiado de los sueños.
Los griegos y los romanos, de quienes la sociedad medieval heredará buena parte de su saber onírico, creían firmemente que lo visto en los sueños era cierto y que, además, podía servir como medio de conocimiento de una realidad más allá del mundo conocido.
¿Cómo se ve en los sueños? ¿Cómo ver si los ojos permanecen cerrados? Esta problemática fue resuelta rápidamente por los hombres y mujeres medievales: en los sueños vemos con los ojos del alma. Pero entonces, ¿cómo representar en imagen una visión onírica?
En uno de los capiteles de Autun aparece representado el sueño de los Magos. Según cuenta un evangelio aprócrifo, un ángel les advirtió a los sabios en sueños que no debían visitar a Herodes, y así evitar delatar la ubicación del nacimiento. El capitel tiene un detalle fascinante
El ángel, con suma delicadeza, toca la mano de uno de los magos. Al instante, éste abre los ojos y observa el gesto del ángel que le anuncia que debe seguir la estrella, esculpida en la parte superior. Pero hay una clave: no ve con sus ojos físicos, está viendo con los del alma.
No es difícil imaginar la fascinación con la que los románticos debieron devorar estos relatos medievales. Y la Edad Media que se inventaron no deja de ser maravillosa y fascinante. El único problema es que, con el tiempo, hemos terminado por confundirla con la Historia…
Imposible concentrar en un hilo todo este universo de la noche medieval, por lo que os animo a leer un breve artículo que acabo de publicar con Marina Gutiérrez de Angelis en la revista italiana UZK sobre “La experiencia de la noche en la Edad Media”: uzak.it/rivista/uzak-3….
(El artículo está en italiano y en castellano, justo a continuación)
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En este “hilo de hilos” voy a ir agrupando lo que escribo para que no se me pierdan en la maraña de Twitter. 🧵
Mi primer hilo lo dediqué a un tema poco conocido pero que me tiene atrapado desde mi tesis doctoral: los cráneos modelados del Neolítico Precerámico. Algún día quiero investigarlo más afondo... de momento, este hilo apunta algunas ideas:
Otra de mis pasiones frustradas son los fósiles. Como la Edad Media es uno de mis temas centrales de investigación, ¿por qué no hablar de fósiles en la Edad Media?
¿Pactaríais con el diablo a cambio de conseguir vuestros sueños más inconfesables? Teófilo no dudo y pactó con el maligno, pero claro, luego tuvo que encomendarse a la Virgen para recuperar su alma... Veamos en este hilo la historia de Teófilo esculpida en la abadía de Souillac.
La escena se encuentra colocada a los pies del templo, aunque ésta, sin duda, no fue su ubicación original. La abadía fue saqueada en la Guerra de los Cien años y parcialmente destruida en las guerras de Religión que sacudieron Francia (y su patrimonio) en el siglo XVI.
No se sabe con certeza si fueron las guerras del XVI las causantes del destrozo del pórtico (y su posterior reubicación de las piezas en las reformas del XVII) o si, por el contrario, éste nunca llegó a terminarse y el desorden venía de antes.
Hoy os propongo un hilo para mirar al cielo de las más imponentes iglesias románicas. ¿Cómo se iluminaba su interior?, ¿cómo hacer visibles las pinturas y los capiteles? Veamos el desarrollo de las bóvedas en un contexto muy particular y especial: el románico borgoñón. ⬇️⬇️
Las primeras iglesias románicas de grandes dimensiones, como la abadía de San Filiberto de Tournus, resuelven su abovedamiento con bóvedas de cañón dispuestas en sentido transversal. De este modo, queda una articulación entrecortada y la luz de los ventanales entra por sectores.
Es una solución propia de los templos a caballo entre los siglos XI y XII, pero que pronto dejará de utilizarse y no triunfará como sí lo hizo la bóveda de cañón dispuesta en sentido longitudinal al eje de la nave.