Piaget, «La construcción de lo real en el niño». Capítulo 1: El desarrollo de la noción de objeto. Resumen y anotaciones:
Busca explicar cómo los objetos, partiendo de su tratamiento por parte de un bebé como dados a una escala exclusivamente subjetual-operatoria llegan a independizarse (a sustancializarse) de ella en función de determinadas etapas de desarrollo regulares.
Para ello proyecta su fasificación de seis etapas del desarrollo intelectual en general sobre el caso particular de la noción de objeto. Entiende por «objeto» todo aquello que en cuanto «mundo exterior» es independiente de la subjetualidad corpórea del niño, 
es decir aquello que tiene «permanencia» (invarianza: sustancia actualista) respecto de las cosas que ve o coge una persona en un momento dado. Por ejemplo, si ocultan con una manta un reloj frente a mí yo sé que aunque ahora no esté viendo el reloj,
éste sigue existiendo y que está («permanece») debajo de la manta. Y entiende por «noción de» una esencia o estructura cognitiva trascendental que aunque tenga carácter universal se desarrolla gradualmente en la infancia.
Primera y segunda etapas (tres primeros meses):
El bebé distingue y reconoce «cuadros» operatorios. Entiende por «cuadro» la percepción de determinadas regularidades de hecho como la vinculación entre los esquemas «pezón» y «succionar». Es decir, a partir de la segunda semana
El bebé distingue y reconoce «cuadros» operatorios. Entiende por «cuadro» la percepción de determinadas regularidades de hecho como la vinculación entre los esquemas «pezón» y «succionar». Es decir, a partir de la segunda semana
ya no succiona en vacío sino que es capaz de reencontrar el pezón de la madre para beber la leche. También reconoce voces o figuras familiares porque sonríe cuando están presentes. Pero aún no realiza ninguna de las conductas que evidencian la disociación de los objetos;
en efecto, el «cuadro» que se eclipsa entra en el olvido o bien si echa algo de menos se limita para volver a reencontrarse con ello a repetir las acomodaciones previas. Por ejemplo, patalea y llora con independencia de que haya alguien delante o no para escucharlo.
Es decir, el objeto funciona como un espíritu oculto por un mago que vuelve si el bebé se lo propone pero sin obedecer a ninguna ley objetiva.
Tercera etapa (entre los 3 y 6 meses):
El bebé comienza a tomar las cosas que ve y las lleva ante los ojos (coordina su universo visual con su universo táctil), pero aún no busca los objetos «desaparecidos».
El bebé comienza a tomar las cosas que ve y las lleva ante los ojos (coordina su universo visual con su universo táctil), pero aún no busca los objetos «desaparecidos».
Ahora ya sigue con la mirada los objetos que se le presentan pero después de perderlos de vista no intenta encontrarlos o los busca en el mismo punto de donde partieron. Por ejemplo si se sostiene un juguete en lo alto y el bebé lo está mirando si de pronto lo sueltas él sigue
mirando arriba en el aire. Es decir, el desplazamiento de los objetos sigue indisociado de la escala de las operaciones del niño (de sus movimientos de acomodación visual por ejemplo).
Cuarta etapa (entre los 6 y los 12 meses):
El bebé ya busca los objetos «desaparecidos» fuera de su campo perceptivo inmediato, por ejemplo detrás de una pantalla que se haya interpuesto entre él y el «cuadro». Aunque todavía parece razonar como si el lugar donde el objeto fue
El bebé ya busca los objetos «desaparecidos» fuera de su campo perceptivo inmediato, por ejemplo detrás de una pantalla que se haya interpuesto entre él y el «cuadro». Aunque todavía parece razonar como si el lugar donde el objeto fue
encontrado por primera vez es el lugar donde lo encontrará de nuevo cuando quiera. La reacción típica del cuarto estadio es la siguiente:
Sea un objeto que escondo en el lugar A, el niño lo busca y lo encuentra. Después lo pongo en el lugar B y lo cubro delante de sus ojos.
Sea un objeto que escondo en el lugar A, el niño lo busca y lo encuentra. Después lo pongo en el lugar B y lo cubro delante de sus ojos.
El niño que lo ha visto desaparecer en el lugar B vuelve a buscarlo en el lugar A.
Quinta etapa (entre los 12 y los 18 meses):
El niño ya no busca los objetos en posiciones privilegiadas dadas sino solamente en la posición que resulta del último desplazamiento observado (en el ejemplo anterior destapa el objeto en el lugar B.
El niño ya no busca los objetos en posiciones privilegiadas dadas sino solamente en la posición que resulta del último desplazamiento observado (en el ejemplo anterior destapa el objeto en el lugar B.
Sexta etapa (hacia los 16-18 meses):
El niño ya es capaz de reconstruir en los objetos desplazamientos que están dados más allá de su percepción inmediata deduciéndolos para encontrar el objeto desaparecido.
El niño ya es capaz de reconstruir en los objetos desplazamientos que están dados más allá de su percepción inmediata deduciéndolos para encontrar el objeto desaparecido.
El objeto ya no es una prolongación de las acomodaciones operatorias sino que se ha disociado definitivamente tanto de la percepción inmediata como de su escala operatoria obedeciendo a leyes de desplazamiento enteramente autónomas de ellas.
Luego Piaget ensaya una definición gnoseológica de «objeto» por yuxtaposición de tres atributos esenciales (sin dar cuenta de su unidad) y ensaya una coordinación con las etapas de disociación de los objetos en la infancia.
Yo creo que el proceso constructivo que ha seguido en realidad es justamente el inverso: primero ha dado por supuesta una idea más o menos difusa de «objeto», luego ha desarrollado su teoría de las seis etapas y por último proyecta ese resultado sobre una (mala) definición de
«objeto» ad hoc haciéndose el sorprendido de que haya una correspondencia punto por punto cuando lo ha construido precisamente para que resulte así jajajaja
Bueno. @threadreaderapp #unroll
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