La imagen de perfil es ese primer elemento de identidad, junto con el nombre, que cada usuario utiliza para proyectar su presencia en línea y a la vez se convierte en el primer contacto con el colectivo.
Nos regresa a la idea más básica, ese punto de contacto, producto de la autorepresentación que el usuario mismo quiere generar de sí para su presencia virtual, para su esencia en línea, el avatar.
La persona, el usuario, libremente elige la foto que representa aquello que quiere proyectar, o en su defecto ocultar, aunque en ambos casos, aun siendo su rostro, no se apegue enteramente a la realidad.
El rostro para los seres humanos constituye la más pura expresión visible de la singularidad, del ser individual, único e irrepetible, que en su esencia carga con el paquete completo de virtudes y defectos que lo forman.
La imagen de perfil, aun siendo la del propio rostro, al pasar por el filtro implícito que es el proceso de elección, es una construcción de lo que se busca proyectar u ocultar.
Esa mera elección, consciente o inconsciente, impulsiva o altamente razonada, se vuelve la primera manifestación en la existencia virtual de un ser real, su avatar.
Todos usamos, por lo menos, uno.
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Es bien sabido que el show de carpa de cada mañana es el elemento clave de lo que el presente régimen mal llama "gobernar". Pero además hoy regresaron a uno de sus verbos más efectivos, 'reelección'. Aderezado de uno de sus ataques preferidos, la risa burlona.
No todos los ataques son insultos explícitos, ni adjetivos que busquen denigrar a la persona restandole alguna de sus cualidades o atributos.
La risa puede ser aún más explicita para estos fines. Es el desplante de desprecio por excelencia.
Contrariamente a una rabieta vociferando e insultando, que exhibiría claramente enojo y malestar, o los habituales insultos y ataques disfrazados en un discurso perverso y maniqueo, la risa, la burla, expresa desprecio que a falta de argumentos se busca poner en ridículo.
1. respaldo de instituciones, medios, intelectuales, académicos, directamente relacionados con el Estado, 2. se invoca figuras retóricas del colectivo, en ejercicio de aglutinamiento basado en simpatía e ideología
3 no se basa en hechos comprobables ni hechos verificables, todo lo contrario; la narrativa apela a la persuasión enfocada en carga emotiva del mensaje y refuerza el rechazo a las comprobaciones que puedan contradecir la narrativa oficial
4 se prioriza la narrativa, lo que importa es el cuento que se cuenta acerca de los hechos, importa cómo se narran los hechos. Importa más quién y cómo lo cree e influir en cómo se opina al respecto.
Coordinaciones sociales. Grupos que ponen fecha y hora para iniciar una campaña. No esta prohibido por Twitter en tanto 1. no tengan manipulación, por ejemplo, amplificación artificial, y 2. no sean campañas adversariales, alias, linchamientos.
Exhibit 1
Dos momentos de conversación. Del 27 de marzo al 6 de abril, y luego del 19 de abril a hoy día.
Lo que quieren que se vea. ||| Lo que realmente pasa.
Si coloreo los hashtags de las coordinaciones. Badabing, badabang.
El estruendo que quieren hacer sentir ||| Los que realmente están con sartenes y cacerolas haciendo escándalo.
El aparato que se hace llamar gobierno, lo quiere a usted silente, dócil, sometido.
No solo se trata de coartar la libertad de expresión. Tiene más fondo. Necesita a un pueblo ignorante.
Coartar los medios de comunicación masivos y personales no solo es un ejercicio de censura.
El aparato necesita su pueblo sometido que NO PIENSE. NO CUESTIONE. NO EXIJA. NO PONGA EN DUDA la voz del totem sagrado que es luz y guía del aparato autoritario. De los verdaderos fascistas.
La libertad de expresión también sirve para tirar loas, porras, y ser zalameros.
Por eso lo que se defiende es el derecho de expresar opiniones propias, se defiende la libertad de criticar, de exigir. Se defiende la libertad de expresión de las ideas disidentes, de ejercer la libertad de pensamiento individual y expresarlo.
Algunos opinadores pro-régimen van recitando falsas equivalencias; creen que es lo mismo que las plataformas de internet tengan algo de nuestros datos, a que el régimen los exija. Se equivocan.
Estos opinadores, de inicio, pierden de vista que se trata de una reforma que, con el pretexto de la seguridad forma un modelo completamente punitivo que carga de restricciones y sanciones al dueño del servicio de telefonía móvil, legal, legítimamente adquirido y utilizado.
Que entes particulares recolecten datos, los procesen, y posteriormente los aprovechen como materia prima altamente monetizable de un modelo económico sumamente lucrativo, no le resta ni una coma de riesgo, peligro y abuso a la reforma en cuestión.