Muchas de las «apps» desarrolladas con recursos públicos son innecesarias.
La app de la Diputación de Huesca es un ejemplo de desarrollo móvil venido al mundo para no resolver ningún problema real. #aplimanía
👉 Sirve, oh, para que el político de turno saque una nota de prensa.
Y es que la «app» muestra el aforo de las piscinas públicas en el municipio de Sabiñánigo. Una información que está publicada en el sitio web del ayuntamiento.
Hubiera bastado proporcionar a los vecinos una URL sencilla y mnemotécnica.
De las 800 «apps» públicas que ya he procesado, casi la cuarta parte (191) no tiene ninguna valoración por parte de los usuarios.
👉 Esto significa que ni siquiera el desarrollador de la «app» se ha tomado la molestia de escribir un comentario alentador a quienes vengan detrás.
Quiero correlacionar este dato de la ausencia de comentarios con la antigüedad de cada «app» y su número aproximado de instalaciones, para obtener así conclusiones y compartirlas.
Las «apps» públicas con más valoraciones son, en orden…
— RTVE alacarta
— Clan RTVE
— Radar COVID
— Salud Responde (Andalucía)
— MasterChef
— Tarjeta prepago de Correos
— CityPaq
— El tiempo (AEMET)
— Agencia Tributaria
— Cita Sanitaria (Madrid)
Suman 65.000 comentarios.
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¡Bravo por Mara! Que hoy lleva a la prensa nacional el drama de la administración pública española.
¡Qué importante es que, como ciudadanos, empleemos todos los canales para reclamar a nuestras instituciones servicios digitales excelentes! Hay que llamar la atención sobre ello.
La administración electrónica es compleja. Como civilización tenemos 10.000 años de experiencia construyendo puentes, pero apenas 25 construyendo interfaces entre administración y ciudadanía. ¡Y ninguna de las dos cosas es sencilla!
A la administración española, con toda su complejidad orgánica, sus rígidos marcos regulatorios, sus ritmos imposibles, sus pesadas inercias internas, sus liderazgos cambiantes… seguramente le llevará toda una generación dar con un modelo eficaz de desarrollo de estos servicios.
1⃣ La expresión «tantos puntos sobre cinco» es inexacta porque la valoración mínima en estas tiendas de «apps» no es cero sino uno. Aquí la usaré, pero en mi «informe de auditoría» buscaré una expresión más rigurosa.
2⃣ La Academia recomienda escribir «app» (entre comillas) o aplis (sin ellas). Esto último suena raro, pero… ¡allá vamos! Lo siguiente quizá sea escribir «cederrón» o «bluyín» 😂.
Anoche comentaba por aquí mi idea de sistematizar la valoración de las apps desarrolladas con dinero público. Hay algunas excelentes, muchas correctas y un ejército de apps desastrosas.
También las hay singulares, como esta «calculadora de alcoholemia» del Ayuntamiento de Gijón.
Aún no sé si haré este proyecto. Estoy muy embalado con la contratación pública, donde tengo cosas en el horno que quiero sacar ya.
Solamente estoy explorando la idea de «auditar» las apps de gobiernos y políticos. Que también son gasto público.
Y puedo hacer ambas cosas… ✌️
Tirando del hilo ya he localizado 150 apps públicas. Pero estimo que ha de haber quizá en torno al millar.
— ¿Cómo las valoran los ciudadanos?
— ¿Están mantenidas o acaban olvidadas?
— ¿Tiene sentido tanta app o es un dispendio?
Y tiene que ver con este hilo que escribí hace unas semanas desde la frustración que, como ciudadano, me provocan las apps móviles desarrolladas por los organismos públicos.
Las diferentes Administraciones Públicas desarrollan apps móviles. Por poner un ejemplo, solo el Gobierno Vasco ya tiene decenas de apps repartidas entre las tiendas de Apple («App Store») y Google («Google Play»).
En España hay muuuuuuchas apps de organismos públicos. ¿Cuántas?
Hay apps que funcionan bien y la ciudadanía está en general satisfecha con ellas. Por ejemplo, la app de Correos (empresa pública) es bien valorada por los usuarios:
— 3,6 puntos sobre 5 en la tienda de Apple (965 opiniones)
Un resumen de lo que he hecho solo en el último mes 💪:
1⃣ He cruzado decenas de miles de adjudicaciones de contratos públicos con las listas electorales y he encontrado UN MILLÓN DE EUROS de dinero público que ha ido a candidatos de partidos políticos.
2⃣ He encontrado y dado visibilidad a esta adjudicación en la que una empresa compite consigo misma. En el pasado he encontrado otros casos aún más flagrantes de este tipo de fraude: