Se trata del último de los milagros eucarísticos aprobados.
La ciudad de Legnica está situada en la región de Baja Silesia en Polonia.
Allí está el santuario de Sw. Jacka (San Jacinto)
San Jacinto (1185-1257) es llamado el “Apóstol del Norte”.
Es un religioso dominicano polaco del siglo XIII, gran predicador de la Eucaristía y de la adoración al Santísimo Sacramento.
En 1240, hordas de mongoles paganos invadieron el mundo eslavo que estaba en franco proceso de conversión, devastando ciudades, campos y pillando las iglesias.
Atacaron entonces la ciudad de Kiev, hoy capital de Ucrania, donde san Jacinto rezaba ante el Santísimo Sacramento.
Al saber que la ciudad caería en manos de los bárbaros, retiró del sagrario el copón que contenía las sagradas hostias con la intención de huir y de ese modo salvarlas.
En aquel momento el santo oyó una voz, que provenía de una imagen de la Santísima Virgen hecha de alabastro:
Jacinto, ¿te vas de aquí y me dejas sola? Llévame contigo” .
—“Querida Madre, su estatua es muy pesada, ¿cómo podré llevarla?” , dijo él.
—“Mi Hijo la va a hacer ligera, llévame” , replicó la Virgen.
Al instante la estatua quedó tan leve como una pluma. San Jacinto guardó entonces el copón con el Santísimo Sacramento y la estatua de la Virgen bajo su capa dominicana.
Con otros religiosos, consiguió cruzar el río Dniéper y atravesar el campamento mongol sin ser detectado.
Tres siglos después, cuando los protestantes negaron la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía y se rebelaron furiosamente contra la devoción a la Santísima Virgen, el nombre y las imágenes del religioso, se multiplicaron piadosa y asombrosamente en íconos y esculturas.
Fue entonces que los Papas aprobaron de modo oficial su devoción. El 17 de abril de 1594 fue canonizado por Clemente VIII. El Papa Inocencio XI lo nombró patrono de Polonia.
El milagro eucarístico que voy a contaros fue aprobado por el obispo el 17 de Abril , fecha de la canonización de San Jacinto.
El milagro ocurrió en la misa solemne de Navidad del 2013, cuando una hostia consagrada cayó al suelo durante la distribución de la sagrada comunión.
La hostia fue recogida y colocada en un recipiente con agua ( “vasculum” ) para que se disolviera, como mandan las normas canónicas en tales casos
Sin embargo, una vez en el agua, apareció en la hostia una mancha roja con textura, que mostraba similitud con un un tejido humano.
El entonces obispo de Legnica, Mons. Stefan Cichy, instituyó una comisión para investigar lo sucedido con la sagrada forma.
En febrero de 2014, con autorización diócesana, un fragmento de la hostia con aspecto de tejido ensangrentado fue extraído y colocado sobre un corporal.
Después se recogieron muestras para ser analizadas en los laboratorios de diferentes institutos forenses.
Los médicos de los departamentos de medicina legal consultados verificaron que los fragmentos contienen células del músculo estriado transversal cardíaco.
Las pruebas fueron realizadas en el departamento de medicina legal, en Wroclaw a comienzos del 2014.
Otro estudio fue realizado posteriormente por el departamento de medicina legal de la Facultad de Medicina de Pomerania, en Szczecin.
El laboratorio concluyó que “en la imagen histopatológica, se encontró que los fragmentos [de la hostia] contenían partes fragmentadas del músculo estriado transversal de un corazón.
“Las pruebas también determinaron que el tejido es de origen humano, y se encontró que presentaba señales de angustia” , es decir, del tipo de tensión muscular que se produce en esos estados psicológicos extremos.
Se sabe esto porque el tejido presenta inflamación y un gran número de glóbulos blancos que solo penetran en el tejido cardíaco cuando el corazón ha sufrido, como cuando a alguien le golpean repetidamente en el pecho.
Considerando la relevancia de los informes médico legales, en enero de 2016, Mons. Kiernikowski elevó el caso al Vaticano, sometiéndolo a la consideración teológica de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Congregación se declaró favorable a la exposición de la hostia milagrosa a la veneración pública, y recomendó que se explicaran debidamente a los fieles los hechos constatados sobre la investigación.
La hostia quedó expuesta en una capilla del santuario de San Jacinto bajo la responsabilidad de su rector, el padre Andrzej Ziombra.
Tras este se han sucedido otros milagros eucarísticos similares donde se han recogido tambien muestras de tejido cardíaco pero están todos aún en estudio y pendientes de aprobación.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Cuidado no os equivoquéis de puerta, es la de la derecha.
Tenéis que tener en cuenta que la iglesia pertenece a un monasterio donde vive la Comunidad de Jesús, una fraternidad monástica de inspiración benedictina.que cuenta con rama masculina y femenina.
Para todos los que estabais interesados en el ESPECIAL DEL CORPUS CRISTHI. MILAGROS EUCARÍSTICOS y no habéis podido seguir todos los hilos os lo pongo seguidos aquí.
En Mogoro, Cerdeña, el lunes de Pascua del año 1604, don Salvador Spiga, párroco de la iglesia de San Bernardino, estaba celebrando la Misa. Luego de la consagración comenzó adistribuir la Comunión a los fieles.
En ese momento se acercaron dos hombres, conocidos por todos a causa de la vida disoluta que llevaban
Cuando el párroco les dio la Comunión, ambos la escupieron inmediatamente sobre la piedra del balaústre.
Explicaron lo sucedido diciendo que las Hostias hervían como carbones encendidos y que les había quemado la lengua.
Luego, sintiendo remordimiento por no haberse confesado antes, escaparon.
Es el segundo milagro eucarístico documentado de la historia y el más conocido, pero es imposible no terminar el especial con este porque es el más impactante.
Se guarda en la iglesia de San Francisco
Lanciano es una pequeña ciudad medieval, que se encuentra en la costa del Mar Adriático de Italia, en la carretera entre San Giovanni Rotondo y Loreto. Lanciano significa "Lanza".
Para contaros este milagro tenemos que retroceder al año 700.
Un Monje de la Orden de San Basilio, sabio en las cosas del mundo, pero no en las cosas de la fe, pasaba un tiempo de prueba. Dudaba de la presencia real de Nuestro Señor Jesús en la Eucaristía. Oraba constantemente para librarse de esas dudas por miedo de perder su vocación.