Micorrizas, evolución, involución y otras cuestiones.
Los beneficio de involucrarse en la vida de los demás.
Hilo va: ⬇️⬇️⬇️
La capacidad de las plantas y los hongos micorrízicos para relacionarse tiene profundas implicaciones. Estamos familiarizados con la historia: a lo largo de la historia de la humanidad, las asociaciones con otros organismos han ampliado el alcance de los humanos.
Las relaciones humanas con el maíz dieron lugar a nuevas formas de civilización. Las relaciones con los caballos permitieron nuevas formas de transporte. En cada caso, los humanos y sus socios no humanos redefinieron sus posibilidades.
Los caballos y los humanos siguen siendo organismos separados, al igual que las plantas y los hongos micorrízicos, pero ambos son ecos de una antigua tendencia de los organismos a asociarse.
Las antropólogas N. Myers y C. Hustak argumentan que "evolución", que significa "rodando hacia afuera", no capta la disposición de los organismos para involucrarse en la vida de los demás. Sugieren que la palabra "involución", de "involucrar" - describe mejor esta tendencia.
En su opinión, el concepto de involución capta mejor los entrelazados empujones y tirones de "organismos que constantemente inventan nuevas formas de vivir unos con otros"
Fue su tendencia a involucrarse en la vida de los demás lo que permitió a las plantas tomar prestado un sistema de raíces durante cincuenta millones de años mientras desarrollaban el suyo propio.
Hoy, incluso con sus propios sistemas de raíces, casi todas las plantas todavía dependen de los hongos micorrízicos para manejar su vida subterránea. Sus tendencias involutivas permitieron a los hongos tomar prestada un alga para manejar sus asuntos atmosféricos. Todavía lo hacen
Los hongos micorrízicos no se incorporan a las semillas de las plantas. Las plantas y los hongos deben por ello formar y reformar constantemente sus relaciones. Es un alarde de diplomacia y comercio permanente.
La involución es continua y extravagante: al asociarse entre sí, todos los participantes deambulan más allá de sus límites anteriores. casi todas las plantas todavía dependen de los hongos micorrízicos para manejar su vida subterránea.
Extraido de Merlin Sheldrake, Entangled Life: How Fungi Make Our Worlds, Change Our Minds, And Shape Our Futures
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El olmo de 700 años de Nisovo también se conocía como el árbol de los deseos. Es el único recuerdo del antiguo pueblo de Galitsa devastado por la peste en el siglo XIX. En ese entonces, solo quedaba un viejo molino de agua después del terrible desastre.
Lo dirigían Hadji Dobril y su nieta ciega Zlatitsa. Como ex bailarina del bey harén otomano local, estaba acostumbrada a bailar todo el tiempo y animar a las personas que habían venido a moler sus granos.
Una vez Zlatitsa se durmió después de bailar todo el día. Mientras dormía, el aprendiz de Hadji Dobril, Jano, tomó varias gotas del jugo del árbol y lo puso en los ojos de la niña. Cuando despertó, su voz se escuchó en todo el valle: “¡Puedo ver! ¡Puedo ver!"
Todos sabemos que los árboles crecen lenta, pausadamente, con paciencia y sabiduría, lo que se nos escapa es que, bajo su dura corteza las cosas no son tan lentas, la actividad de las capas interiores es increible, rápida, frenética.
Dentro un hilo muy botánico🍃💚⬇️
En esta sección transversal de un tallo de tilo ( Tilia sp.) de tres años, las células grandes en el núcleo son la médula. Los tres anillos concéntricos del exterior contienen los vasos del xilema que conducen el agua por el tallo y soportan la estructura.
Cerca el borde exterior del anillo exterior anual de xilema se puede distinguir una zona estrecha distintiva de células muy pequeñas teñidas de azul de solo unas pocas celdas de espesor, este es el cambium.
He aquí un bonito cuento infantil (O no tan infantil) muy propio de estos dias.
Se trata de LOS TRES ÁRBOLES, de autor desconocido pero una bonita historia siempre.
Los arboles están presentes en todo, en nuestras creencias, en nuestras vidas...
Dentro hilo: ⬇️⬇️⬇️
Había una vez tres árboles en una colina de un bosque. Hablaban de sus sueños y esperanzas y el primero dijo: "Algún día seré un cofre de tesoros. Estaré lleno de oro, plata y piedras preciosas. Estaré decorado con labrados artísticos y tallados finos; todos verán mi belleza".
El segundo árbol dijo: "Algún día seré una poderosa embarcación. Llevaré a los más grandes reyes y reinas a través de los océanos, e iré a todos los rincones del mundo. Todos se sentirán seguros por mi fortaleza, mi fuerza y mi poderoso casco".
Una bella historoa de Viernes Santo a cuenta del Cornejo: "Cornus sanguinea L."
Cornus es un género de plantas de hoja caduca, flores blancas con cuatro pétalos en forma de cruz y una altura de unos cuatro metros.
Pero cuenta la leyenda que no siempre fué así:
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La leyenda dice que el árbol fue una vez muy grande, como un gran roble, y debido a que su madera era fuerte y resistente, proporcionó material de construcción. Fue el cornejo el que proporcionó la madera que se utilizó para construir la cruz en la que Jesús fue crucificado.
Debido a ello, Dios maldijo y bendijo al árbol. Fue condenado a ser pequeño para siempre, de modo que nunca volvería a crecer lo suficiente como para que su madera se usara como cruz para una crucifixión. Sus ramas serían estrechas y torcidas, nada buenas para construir nada.
LA LEYENDA DEL ROBLE ENCADENADO.
Este roble (Quercus robur) se encuentra en el camino de Alton Towers y encierra una de las muchas leyendas que en el reino unido, rodean a los árboles mágicos.
Dentro hilo ⬇️⬇️
La leyenda cuenta que en la década de 1840, el decimosexto conde de Shrewsbury, John Talbot, pasaba junto al roble en ruta a Alton Towers. Una anciana bloqueó el paso de su carruaje, rogándole una limosna. El conde la despidió cruelmente ordenándole que abandonara su propiedad.
La mujer, despreciada, le gritó una maldición: "Por cada rama que caiga de este roble, un miembro de tu familia morirá".
Durante más de trescientos años, un abeto dorado de la especie (Picea sitchensis) vivió en los bosques de las islas Queen Charlotte, Columbia Británica, 🇨🇦. Su color dorado le daba estatus de exclusividad. Era el único abeto de Stika dorado del mundo.
Su coloración única se atribuye a una mutación genética que provoca una falta de clorofila. Sagrado para el pueblo Haida, que lo llamaba Kiidk'yaas, el Abeto Dorado era apreciado por los aborígenes de América del Norte y amado por todos los residentes de Haida Gwaii.
Trágicamente, el 20 de enero de 1997, un ingeniero forestal desempleado y con problemas, llamado Grant Hadwin, eligió martirizar este glorioso árbol rasgando su robusto tronco hasta el centro con una motosierra, dejándolo incapaz de soportar los fuertes vientos.