Un estado psicológico que está perjudicando a la mitigación del calentamiento global, al limitar el uso de la energía nuclear para colaborar con las energías renovables.
HILO que resume una conferencia de Gerry Thomas que no te dejará indiferente.
Geraldine Anne Thomas, nombrada Oficial de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la salud pública, es académica senior y presidenta de Patología Molecular en la Facultad de Medicina, Departamento de Cirugía y Cáncer, Imperial College London.
Tuve el honor de asistir en octubre de 2019 a su ponencia titulada «Public and non-nuclear stakeholders’ perception of the role of nuclear power in climate change mitigation» durante la conferencia Climate Change and the Role of Nuclear Power, en la sede de la @iaeaorg en Viena.
INTRODUCCIÓN
Los informes de la @IEA afirman que la energía solar y la eólica tendrían que ver un crecimiento sin precedentes en su despliegue para cumplir con los objetivos de mitigación del calentamiento global.
Sin embargo, es probable que los políticos respondan a las demandas de una aparente mejor calidad de vida de sus votantes, en lugar de que tener una visión a largo plazo de preservar un planeta habitable para el futuro.
No se puede confiar en que la energía solar y eólica proporcionen en todo momento la carga de base requerida cuando lo requiera la demanda, lo que significa que habrá presión para volver a rápidamente a la producción de energía sucia mediante la quema de combustibles fósiles.
Entonces, ¿cómo logramos cuadrar este círculo? La única respuesta razonable parece ser construir más centrales nucleares, y rápidamente, antes de que sea demasiado tarde para mitigar el calentamiento global.
Incluso la mayoría de los think talks ambientales "verdes" admiten ahora que la mejor manera de avanzar sería con una combinación de tecnologías nuclear, eólica, solar e hidráulica.
¿Qué está frenando a la energía nuclear? Una gran parte se ha debido al rechazo del público a la energía nuclear, aunque ahora incluso estamos empezando a ver cierta resistencia a la instalación de más parques eólicos terrestres.
Para impulsar la aceptación social de la energía nuclear, debemos abordar algunos prejuicios inconscientes: confusión entre armas nucleares y energía nuclear, y una mala comprensión de los efectos reales de salud de exposición a bajas dosis de radiación de un accidente nuclear.
DOSIS
¿Cuáles son los hechos sobre los efectos sobre la salud de la radiación ionizante? En el caso de la radiación, es una toxina que es inevitable ya que el planeta en el que vivimos es inherentemente radiactivo.
Toda la vida en la Tierra está expuesta a bajas dosis de radiación ionizante. La mayor parte de la dosis anual de radiación de cada individuo proviene de radón, que se genera a partir de las rocas que componen la corteza de nuestro planeta.
Una cantidad menor (14%) proviene de fuentes artificiales, principalmente exposiciones médicas, con una cantidad muy pequeña (1%) procedente de la energía nuclear en su conjunto (civil y militar), incluidas las pruebas atmosféricas de bombas atómicas.
La dosis promedio natural recibida por la mayoría de las personas es de alrededor de 2,4 mSv/año, que puede variar según la geología y la altitud donde viven las personas, que oscilan entre 1 y 10 mSv/año, pero pueden ser más de 50 mSv/año.
El más alto nivel conocido de radiación de fondo que afecta a una población sustancial se encuentra en los estados Kerala y Tamil Nadu, en la India, donde unas 140.000 personas reciben dosis que promedian más de 15 mSv/año de radiación gamma, además de una dosis similar de radón.
Se producen niveles comparables en Brasil y Sudán, con exposiciones promedio a muchas personas de hasta 40 mSv/año. Tomando la dosis promedio individual de 2 mSv/año, alguien que viviera 80 años acumula 160 mSv de fuentes naturales de radiación ionizante durante su vida.
Existe una errónea suposición general de que una toxina que proviene del mundo natural es de alguna manera menos tóxica que la misma toxina producida por el hombre: vemos el mismo patrón en el mundo farmacéutico.
Como ocurre con todas las toxinas, los daños en la salud están relacionados con la dosis. Los efectos de la radiación ionizante se pueden dividir en dos tipos: las dosis altas dan como resultado efectos deterministas, mientras que las dosis bajas dan lugar a riesgos estocásticos.
Los efectos deterministas están directamente relacionados con la dosis y pueden observarse poco tiempo después de la exposición y pueden ser vistos en un tamaño de población pequeño.
Los riesgos estocásticos no están relacionados directamente con la dosis sino con la probabilidad de que ocurra un efecto sobre la salud. La determinación del riesgo requiere que una gran población esté expuesta y haber transcurrido un largo período posterior a la exposición.
Cuanto menor sea la dosis de radiación, más largo será el período de tiempo antes de que pueda obtenerse una determinación final del riesgo. El principal efecto estocástico de la exposición a la radiación es el riesgo de cáncer.
Sabemos que la frecuencia de las enfermedades se ve afectada por varios factores. La salud general y el bienestar pueden variar en función de los ingresos y el estatus social, la educación, el entorno físico, redes de apoyo social y acceso a una buena asistencia sanitaria.
Si deseamos atribuir un cambio en la incidencia de enfermedad a un factor específico, en este caso radiación, los estudios deben diseñarse para tener en cuenta los cambios en cualquiera de las áreas indicadas anteriormente durante el período del estudio.
Los estudios epidemiológicos debidamente realizados, con identificación de cualquier factor de confusión que no se pueda controlar, son claves para comprender cómo los perfiles de la enfermedad cambian con el tiempo y se atribuyen la causa probable al efecto observado.
EFECTOS SOBRE LA SALUD
La fuente principal de información sobre los riesgos para la salud de la radiación es el Estudio de Duración de Vida (Life Span Study, LSS) después de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagaski.
Un error común es que este estudio se asocia únicamente con altas dosis de radiación. Sin embargo, el 45% de los participantes del estudio recibieron dosis de menos de 5 mGy y solo el 5% recibió dosis superiores a 1 Gy.
El efecto estocástico sobre la salud más importante asociado con la exposición a la radiación es el aumento de cánceres, tanto de leucemia como de cánceres sólidos.
Existe una fuerte correlación entre la dosis y los efectos, con la fracción atribuible de leucemias y cánceres sólidos siendo 86% y 48% en quienes recibieron dosis superiores a 1 Gy, y 45% y 11%, respectivamente, en quienes recibieron dosis superiores a 0,005 Gy.
Sin embargo, al contrario de lo que muchos esperan, menos de 1000 cánceres adicionales a los habituales (98 de 315 leucemias y 853 de 17.488 cánceres sólidos) se han producido en este grupo durante un período de 54 años.
Por tanto, se puede concluir que el riesgo de exposición a dosis bajas la radiación es pequeña y que por debajo de una dosis de 100 mSv la atribución se vuelve cada vez más difícil.
CHERNOBYL
Los efectos del accidente de Chernobyl en la salud han sido objeto de numerosos estudios internacionales y varios informes del Comité Científico de las Naciones Unidas sobre los Efectos de Radiación Atómica (UNSCEAR).
El informe UNSCEAR de 2008 establece lo siguiente: entre los primeros intervinientes en el accidente, 134 fueron expuestos a dosis superiores a 1 Gy, y 28 de ellos murieron como resultado de su exposición unas semanas o meses después del accidente.
Otros 19 han muerto desde entonces, pero muchas de estas muertes se asociaron con fumar, beber alcohol, conducir automóviles y otras actividades ordinarias.
Ha habido un aumento considerable de cáncer de tiroides en aquellos que estuvieron expuestos al yodo-131 como consecuencia del consumo de leche y alimentos contaminados. Al igual que con el LSS, la atribución correcta de estos casos individualmente a la radiación es difícil.
Existe un grupo de cánceres de tiroides subclínicos en la población que salen a la luz cuando la población se somete a exámenes de detección y la incidencia del cáncer de tiroides espontáneo se incrementa con la edad.
Un reciente Libro Blanco de UNSCEAR sugiere que la fracción atribuible probablemente sea del 25%. Se ha estimado que la exposición al I-131 puede resultar en un aumento de 16.000 de casos de cáncer de tiroides.
El cáncer de tiroides en jóvenes se asocia con una tasa de mortalidad del 1% durante unos 50 años. Por tanto, podemos predecir alrededor de 160 muertes entre estos 16.000 casos.
La OMS estimó que puede haber 4000 casos más de cáncer en los «Liquidadores», trabajadores involucrados en la limpieza de Chernobyl, que recibieron mayor dosis que la población local. Sin embargo, 35 años después del accidente no se ha observado un aumento de cánceres sólidos.
Contrariamente a la impresión creada por las dramatizaciones, la dosis absorbida por los 6 millones de habitantes de las áreas contaminadas de Bielorrusia y Ucrania fue el equivalente a una tomografía computarizada de cuerpo entero (10 mSv) repartida durante 20 años.
Incluso aquellos que fueron evacuados de Chernobyl recibió aproximadamente tres veces más, o el equivalente a cinco años de dosis de natural de fondo para personas que viven en Estados Unidos.
El mayor efecto sobre la salud se ha producido en la salud mental de la población expuesta, que no es debido al efecto biológico de la interacción de la radiación con los tejidos, sino a la incapacidad de enmarcar adecuadamente el riesgo causando miedo psicológico a la radiación.
Ya que la salud mental juega un papel considerable en la salud física, es probable que la perpetuación de este miedo de lugar a consecuencias para la salud física.
CONCLUSIONES
Es necesario estudiar grandes poblaciones para identificar pequeños cánceres radiogénicos adicionales con confianza. Se necesitaría una población de mil millones de individuos para detectar un riesgo estadísticamente significativo de cáncer a una dosis de 1 mSv.
El estudio debería analizar la duración de la vida, ya que sabemos por otros estudios que los riesgos de cánceres sólidos siguen siendo elevados toda la vida. Tal estudio no sería factible incluso en ausencia de incertidumbres en torno a dosimetría y factores de confusión.
¿Realmente necesitamos conocer con precisión el efecto de la radiación sobre la salud a estos bajos niveles? Muchos otros factores, como el nivel socioeconómico, el estilo de vida, la contaminación del aire, el alcohol y la obesidad parecen tener un efecto mayor en nuestra salud.
La exposición a la contaminación del aire en una ciudad como Londres causa un aumento mortalidad del 2,8% en comparación con una población rural, mientras que la exposición a 200 mSv o 100 mSv como liquidador en Chernobyl produjo un aumento de la mortalidad del 1% y del 0,4%.
Las cifras de mortalidad de los liquidadores se basan en las estimaciones de casos de cáncer proporcionados por la OMS. La OMS estimó un aumento de 4000 casos de cáncer. Unos 30 años después, no se han identificado muertes atribuibles a la radiación en el grupo de liquidadores.
Ser severamente obeso (IMC> 40) da como resultado entre 4 y 10 años de vida perdida en comparación con entre 1,3 y 5,2 años de vida perdida para los supervivientes de la bomba atómica que estaban a 1500 metros del hipocentro y recibieron dosis corporales mayores de 1 Gy.
Algunos han exagerado los efectos sobre la salud de la exposición a bajas dosis de radiación, y el miedo resultante a la radiación puede llevarnos a decidir una política energética basada en mitos en lugar de hechos científicos.
Es imposible pasar por la vida sin riesgos, y debemos aprender a medir, comparar y gestionar los riesgos para sobrevivir como individuos y también como especie.
Rechazando la energía nuclear como fuente de energía baja en carbono, debido a nuestra falta de perspectiva sobre su riesgo real, nos exponemos a los riesgos para la salud mucho mayores que plantea el cambio climático.
La incapacidad para mitigar el cambio climático es un riesgo no solo para nuestra especie, sino para todas las especies en la actualidad en este planeta.
Necesitamos superar nuestro miedo a la energía nuclear y adoptar una tecnología que ofrezca una fuente de energía estable fuente para todos y una solución al cambio climático, ¡antes de que sea demasiado tarde!
📖 @WorldNuclear Nuclear Radiation and Health Effects, WNA (2018). world-nuclear.org/information-li…
📖 MCLEAN, A.R., et al., A restatement of the natural science evidence base concerning the health effects of low-level ionizing radiation, Proc. Biol. Sci. 284 (2017) 1862. pii: 20171070.
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📖 DOUPLE, E.B., et al., Disaster Med Public Health Prep. 5 (2011) S122–S133; doi:10.1001/dmp.2011.21.
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📖 CARDIS, E., et al., J. Radiol. Prot. 26 2 (2006) 127–140. DOI: 10.1088/0952-4746/26/2/001.
📖 VAISMAN, F., TRONKO, M.D., TUTTLE, R.M., Clinical presentation and clinical outcomes in Chernobyl-related paediatric thyroid cancers: What do we know now? What can we expect in the future? Clin. Oncol. (R. Coll. Radiol.) 23 (2011) 268–275.
📖 SMITH, J.T., Are passive smoking, air pollution and obesity a greater mortality risk than major radiation incidents? BMC Public Health 7 (2007) 49. bmcpublichealth.biomedcentral.com/articles/10.11…
FE DE ERRATAS
Donde dice «think talks» debe decir «think tanks» (laboratorio de ideas).
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EXPLOSIONES NUCLEARES PACÍFICAS EN LA UNIÓN SOVIÉTICA
Las bombas atómicas, además de utilizarse militarmente, se han usado para fines pacíficos con resultados tan dispares como controvertidos.
Te lo explico en un HILO.
Estados Unidos estableció en 1958 un programa para investigar los usos pacíficos de las explosiones nucleares (PNE en inglés), realizando 11 explosiones. La Unión Soviética no siguió inicialmente la misma línea basándose en su política de prohibición de pruebas nucleares.
En noviembre de 1965 se celebró una conferencia en la Unión Soviética para considerar posibles usos industriales y científicos de las PNE. La reunión incluyó a los principales científicos y diseñadores de armas del programa de armas nucleares soviético, incluido Andrei Sakharov.
Muchas personas creen que las centrales nucleares contaminan su entorno. ¿Qué hay de cierto en ello? ¿Cómo se comprueba? Lo que vas a leer en este HILO te sorprenderá.
Según la @RAEinforma, CONTAMINAR es «alterar nocivamente la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio por agentes químicos o físicos». Así pues, una central nuclear contaminaría si alterase significativamente el ecosistema o la salud de las personas de su entorno.
Partiendo de la base de que no existe ninguna actividad humana absolutamente inocua con el medio ambiente, y que cualquier instalación industrial ocupa un espacio, vamos a analizar si la actividad de una central nuclear causa alteraciones perjudiciales a su alrededor.
La antigua Unión Soviética tenía una extensa red de equipos alimentados por generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG), desde faros en lugares remotos del ártico, hasta estaciones de radio. En un HILO explico qué ocurrió con ellos.
El 2 de diciembre de 2001, tres hombres de Lia (Georgia) encontraron 2 cilindros metálicos mientras recogían leña. La nieve a su alrededor se había derretido y el suelo estaba seco. Como era tarde, decidieron pasar la noche en el bosque usando los cilindros como calefactores.
Después de unas 3 horas de su primer contacto con los objetos, los tres hombres comenzaron a sufrir nauseas, dolor de cabeza, mareo y vómitos. Por la mañana, cargaron la leña en su camión y llegaron a sus casas por la tarde.
La ausencia de viento de estos días en España se cubre quemando gas natural, que aumenta las emisiones de dióxido de carbono y polución, y dispara el precio de la electricidad. Cuando cerremos las nucleares (2027-2035), su producción será cubierta esencialmente quemando gas.
La energía nuclear, teniendo en cuenta todo el ciclo de vida (desde la minería hasta la gestión de los residuos) es tan baja en emisiones como la energía eólica y hasta cuatro veces menor que la solar fotovoltaica, según el @IPCC_CH
La operación a largo plazo de las centrales nucleares (más allá de los 40 años iniciales), es la forma más barata de producir electricidad, según el más reciente informe conjunto de la @IEA y la @OECD_NEA ipcc.ch/site/assets/up…
Las fuentes radiactivas, que solo deben ser manipuladas por personal con formación y autorización, se utilizan en medicina y en la industria. ¿Qué debes hacer si encuentras una fuente donde no debería estar? Te lo explico en un HILO.
Las fuentes radiactivas ☢️ se utilizan en medicina (diagnóstico y tratamiento) y en la industria (calibración de equipos, gammagrafía, control de procesos o medida). Son fácilmente identificables por sus colores llamativos 🟨🟧🟥 y su señalización ☢️
Las fuentes radiactivas ☢️ emiten RADIACIÓN IONIZANTE, es decir, con energía suficiente energía para arrancar electrones de los átomos de nuestro cuerpo, causando cambios químicos en las células y en su ADN 🧬. Esto aumenta el riesgo de padecer ciertas afecciones, como el cáncer.
Los neutrinos son las partículas más comunes y más extrañas del Universo. Billones de ellos atraviesan la Tierra cada segundo sin apenas interaccionar con la materia. En un HILO te explico cómo los detectamos.
Casi 70 años después de su descubrimiento, los neutrinos todavía son poco conocidos. IceCube es el telescopio de neutrinos más grande del mundo, enterrado bajo el hielo de la Antártida. Ocupa un kilómetro cúbico y está muy cerca de la base Amundsen-Scott, en el Polo Sur.
IceCube intenta capturar neutrinos de muy alta energía nacidos fuera de nuestra galaxia y rastrearlos hacia su remoto origen. Está financiado por la Fundación Nacional para la Ciencia de EEUU y algunos países europeos, y cuidado por la Universidad de Wisconsin-Madison.