Ojalá no tuviese que hablar de esto, ojalá me equivocase y solo fueran casos puntuales, pero mi experiencia me dice que hay un tipo de #ciberbullying muy presente en las RRSS, que tiene claras tendencias a aplicarse solo sobre un género y ya es hora de que todos lo conozcamos:
👇🏼
Elementos diferenciadores:
Hay una clara tendencia estadística a estar dirigido contra mujeres de entre 10 (no es una errata) y 43 años (al menos en mi repositorios de casos atendidos). Hay un segundo sector aludido, compuesto por personas del colectivo LGTBI, pero hay mucha
diferencia de número de casos entre el primer colectivo y el segundo. Además, en este grupo se suelen dirigir a transexuales y a chicos gays menores de 20 años.
¿Hay chicos heterosexuales sufriéndolo?
Sí. Pero suelen ser menos, a edades más bajas y con perfiles de carácter introvertido y sumiso.
Esto solo son porcentajes: atendí un caso en el que vi cómo se lo hacía a un señor de 52 años, pero no es representativo del método.
Como la inmensa mayoría son chicas jóvenes, me voy a centrar en estos ejemplos.
Esta práctica de la que os hablo, no parece buscar la típica jerarquía de poderes que establece un bully.
Un acosador escolar, lo es porque quiere destruir la autoestima de su víctima en un intento de reivindicar la propia. La tortura a la que la somete es el medio, no el fin.
Pero en estos casos, este patrón no parece cumplirse. La tortura es el objetivo y atemorizar a la víctima parece la propia motivación en sí, un acto de poder despiadado.
Puede parecer poca cosa, pero esto cambia radicalmente el enfoque del acoso: el objetivo es dañar por placer.
El método es el siguiente: bombardear las cuentas de la víctima (ya sea de manera pública, con comentarios, o íntima, con mensajes privados) con contenido que cumple uno de estas dos posibilidades:
El primero: incitación al suicidio constante.
Consiste en un ataque continuo a la autoestima de la víctima con el objetivo de destruir su propia percepción. Aquí no solo juegan con indultos y opiniones personales “creo que eres una cerda”. Aquí inducen a creer que
la opinión es generalizada: “no vales nada”, “todos creen que eres inútil”, “nadie te quiere”…
Tras esto, llegan mensajes instando a la autolisis:
“Córtate”, “mátate”, “todos deseamos que te mueras”, “lo mejor que podrías hacer con tu vida es terminarla”…
Hago una pausa para recordaros que he visto este tipo de mensajes en lo móviles de menores de 10 años.
Junto a esto suelen ir instrucciones precisas con maneras de acabar con su vida o incluso fotos muy explícitas de víctimas de suicidios.
Algo curioso es que es muy común enviar estas incitaciones junto con material gráfico desagradable y sangriento (heridas, mutilaciones, sangre…).
La segunda variante es la del hater/stalker. El agresor entra en un rol de ambivalencia extrema en el que adopta simultáneamente la postura de violador en potencia (“desde que te descuides voy a violarte”) y de alguien que siente mucho asco por la víctima (“eres tan cerda…
que no te tocaría ni con un palo”). Todos los ejemplos que estoy poniendo son de casos reales. Estos dos últimos, del mismo acosador a la misma víctima con segundos de diferencia.
No parece tener lógica ninguna: lo mismo pasan del deseo al rechazo unas 4 veces en un solo párrafo.
En este método, se usa mucho el generar temor e inseguridad. Amenazan constantemente con violar a la víctima. Si consiguen datos personales, los usan para dar plausibilidad a sus amenazas. Caso real:
“Anoche te vi desde tu ventana verde cómo te paseabas por tu casa en pijama, como la **** que eres. Casi poto. Estuve a punto de entrar a ********, pero así acabaría lo nuestro”.
Muchas veces, los datos (como el pijama) son faroles fáciles de atinar, pero l víctima asustada no repara en ello y solo ve que la amenaza es cierta.
En mi experiencia, esta gentuza no cumple sus amenazas. Son niñatos crueles jugando a arrancarle las alas a las mariposas y disfrutando de su sensación de poder e impunidad.
Pero vete tú a explicarle eso a una niña de 16 años a la que le dicen cada noche que la van a violar.
El perpetrador consigue así un ambiente opresivo y permanente de miedo.
Ambas versiones se caracterizan por la creación constante de nuevas cuentas (para volver a acosar) cada vez que la víctima bloquea a la última con la que la ha agredido. No les importa invertir grandes dosis de tiempo en continuar con su tortura.
También es habitual que el perpetrador juegue con una “cuenta amiga”, una desde la que no ataque y que establezca confianza con la víctima, para poder ver (e incluso a veces ser paño de lágrimas) a la víctima cada vez que la ataca desde cuentas anónimas.
El daño, el miedo, el agobio manifestado por la víctima es el alimento de los acosadores.
Un nada desdeñable 5% de este tipo de casos en los que he actuado, ha acabado con necesidad de ayuda psicológica urgente para la víctima.
He atendido en lo que va de año a cuatro chicas jóvenes influencers que han padecido la versión hater/stalker. Al parecer, es lamentablemente habitual para las chicas con repercusión en las RRSS.
Una curiosidad extrañísima e inexplicable de este método es que hay una alta tendencia a ejercerse sobre chicas jóvenes profesionales de la psicología sexual 🤷🏼♂️ no lo entiendo, pero si eres sexóloga, hablas profesionalmente de ello en la red y divulgas sobre salud sexual…
te aparece un tipejo de estos 🤦
Pero les hablo de grandes profesionales de la medicina que tratan el tema desde el aspecto médico 🤷🏼♂️
En cualquier caso, este método de #ciberbullying, en cualquiera de sus dos versiones, es muy habitual. Tanto, que debería estudiarse como práctica aparte.
En próximos hilos hablaré de cómo detectarlo en nuestros hijos e hijas y de cómo actuar en respuesta.
Mientras… pensad que este es el día a día que sufren muchas personas 😞
Y una aclaración final, antes de que nadie se exalte: he utilizado la palabra género sin connotaciones ideológicas. Me refiero al sexo de las víctimas. No sé cuál es el término políticamente correcto, pero vamos, que no se ha empleado con intención.
Gracias por leerme.
Quise decir transgénero. Estaba escribiendo a las tantas de la noche 🤦
Interesante pregunta: de la modalidad hater/stalker, todos los perpetradores, salvo dos, eran hombres. Y los dos que no, fingían serlo (es decir, de cara a las víctimas, todos los agresores eran hombres).
En el caso de incitación al suicidio, los porcentajes están más
nivelados: 48% hombres, 52% mujeres. Pero aquí hay una curiosidad:
Estos porcentajes los he sacado contando número total de agresores (en este método, no es extraño la participación de más de un perpetrador). Si contamos número total de casos, tenemos un 38% con uno o más hombres, un 43% con grupos mixtos y un 19% con una o más mujeres.
¿Cómo puede ser esto?
Pues porque el ciberacoso de incitación al suicidio es menos frecuente en grupos de solo mujeres, pero, cuando se da… los grupos de acosadoras son más numerosos en cuanto a miembros que lo componen.
(Buen momento para volver a recordar que esta solo es mi experiencia y mi archivo de casos. Otro perito podría tener otros números. Mi muestra no es representativa).
Si contamos casos de incitación al suicidio con un único agresor, los hombres vuelven a ser una aplastante mayoría con un 82%.
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Hola.
Sabéis que, por respeto a las familias, no suelo hablar de las tragedias más mediáticas hasta pasado un tiempo.
No voy a empezar ahora, pero sí que quiero daros un consejo, a todos los papás y mamás que me leéis, a resultas del último caso (que tanto nos ha descorazonado):
Mi ausencia en TW no fueron vacaciones. Seguí atendiendo a familias (solo que sin publicar los casos).
Al parecer, divulgar la verdad sobre #TikTok tiene su precio, y esta gente sabe como “contraatacar”.
Por eso, no voy a volver a publicar en TW que #TikTokNoEsParaNiños…
¡Lo voy a publicar en todas las Redes Sociales y en todos los medios que me den voz! Con pruebas, con análisis y con mucha energía.
Si tanto les molestó como para responder… es que algo estoy consiguiendo con mis labor.
No sólo continuaré, sino que lo hago ya mismo:
Nuevo vídeo sacado de esa red que protege a depredadores sexuales frente a las fuerzas de la ley y la justicia de otros países:
Voy a dar una explicación muy cortita de qué ha pasado, porque hay gente que no lo vivió en directo, que me pregunta y, hoy... los tuits de ataque, mágicamente han desaparecido.
Así es imposible dar contexto y creo que os merecéis una explicación antes de irme.
Vamos allá.
El 24 de julio, a 4:21, un compañero ingeniero muy importante en el sector de la divulgación y al que admiro mucho (pero con el que no había interactuado nunca, ni para bien, ni para mal), lanzaba esta perla ante sus más de 151.000 seg, totalmente desproporcionada y a mi yugular:
Muchísimas gracias a todas las personas que me han apoyado tanto, pero el hate es masivo.
A continuación, os cuento en mi último hilo en unos días lo que ha ocurrido.
Hace un año, aparecieron por mi buzón de entrada dos influencers y sus respectivo ejércitos. Quien me sigue recordará lo extraño que fue que acabase cerrando mis DM.
Se estaba empezando a hablar de mi libro "Te espero a la salida, un manual para padres frente al acoso ESCOLAR".
Lo pongo en mayúsculas porque no entendí las pretenciones 🤷♂️
Mi libro era sobre acoso ESCOLAR, pero ambos grupitos pretendían que yo me pronunciase sobre el pique que mantenían, enviándome tuits del otro y solicitando que reconociese que lo que hacían era bullying.
Cuando en el pasado veía a 2 eminencias de la medicina (especialistas en una dolencia) hablar sobre un medicamento, descubría absorto que, mientras uno lo exponía como terrible, otro insultaba al 1º y aseguraba que el fármaco era el mejor de todos los del mercado.
🤷♂️No entendía🤷♂️
Me preguntaba... ¿no son los dos grandes conocedores de lo que hablan?
Si los dos tienen razón, ¿pueden ser tan divergentes sus opiniones? ¿Puede uno de los dos estarse equivocando tanto?🤷♂️
Luego maduré y aprendí a mirar quienes eran los patrocinadores de cada uno, antes de dejarme convencer:
Muchas veces, la nómina del segundo la firmaba la farmacéutica del medicamento que tan vorazmente defendía.
Comprendí así que, eminencias o no, mucha gente tiene un precio 😢
“Me compré una mansión a base de cadera
Me compré una libreta a base de cadera
Me compré una ruleta a base de cadera
A ti yo te me muevo y te saco lo que quiera
La cintura baila "cha-cha-cha", montada”.
Con el difuminado no se ve, pero viste una camiseta larga (a modo de traje) y, cuando levanta los brazos, enseña la ropa interior.
Se le echan encima y ella intenta reaccionar.
La niña reconoce su edad en múltiples respuestas a comentarios del ejército de groomers que ha atraído
A pesar de ello, siguen llegando más depredadores y la continúan atosigando.
El problema es que es muy pequeña y no sabe diferenciar entre un halago y un peligro.
Aquí aparece dando “me gusta” a un tipo de 46 años que reconoce estar dispuesto a cometer el crimen de violarla.