Thread by @Tano2412

“La invencible guerrera mapuche”

Cerca del año 1587 el Imperio Español, junto a tribus sometidas, comenzó la conquista del sur de Chile, en lo que se conoce como La Guerra de Arauco. En esos años hizo su aparición una de las guerreras más inmensas e invencibles de la historia

de la Patria Grande: Janequeo.
Se hizo guerrera para vengar la muerte de su esposo, el lonco Huepotaén, que había sido asesinado ferozmente por el gobernador Alonso de Sotomayor.
La hija de la tierra que nunca fue conquistada del todo, convenció a su hermano, Guechuntareo, a

empuñar las armas para vengar a su compañero asesinado. Se dice que le dijo a su hermano: "Yo seré la primera en enfrentarme al peligro y la última que de ellos me retire, iré siempre delante para que las balas den en mi pecho antes que lleguen al tuyo"
Janequeo comenzó su

resistencia heroica y épica contra el invasor español, recorriendo la sierra entre Osorno y Villarrica, reclutando guerreros entre su gente y convenciendo a los caciques de la zona para que la apoyaran en su lucha.
Durante una reunión, Janequeo mató una oveja negra en sacrifico y

delante de los presentes le sacó el corazón y los invitó a que lo atravesaran con sus flechas. Luego untó con la sangre las lanzas en señal de unión y ofrenda a los dioses, para que estos los favorezcan en la batalla. Su espíritu estaba listo para la guerra.
Janequeo hizo de la

Araucanía su bastión impenetrable, cabalgó por toda su extensión azotando al enemigo con una guerra de guerrillas que no les daba tregua.
Janequeo llegó a comandar a unos 4000 hombres y siempre marchó al frente de ellos, era una poesía guerrera y su valentía una prosa para los

ojos de sus guerreros que estaban maravillados del valor y su eficacia en persuadir a las tribus para que se unieran a la resistencia, porque es preferible morir intentando vencer que vivir condenado a obedecer.
Se dice que en su primera batalla, los guerreros de Janequeo

capturaron a dos españoles, los decapitaron y les ofrendaron las cabezas a la líder guerrera, poniéndolas junto a sus pies porque gracias al coraje de esta inmensa mujer estaban logrando postrar la soberbia de los conquistadores.
Los españoles a través de sus plumas y a

regañadientes tuvieron que reconocer su grandeza. En sus crónicas, Alonso de Ovalle y Diego de Rosales, la describen como: "Digna de contarse entre las bravas y varoniles matronas, que nunca se mostró blanda, todo lo contrario, mostró la dureza del más duro de los hombres”.

En una de las últimas batallas en las que participó fue capturado un capitán español. En el furor de la batalla ella dijo: “Corten su cabeza que quiero levantarla para el trofeo de mis glorias". La clavó en la punta de su lanza y comenzó a arengar a sus guerreros y a ordenarles

que pelearan con mayor valor y que atacaran a los españoles como leones.
Janequeo desapareció de la historia, solo hay especulaciones sobre su destino.
Hay varias hipótesis: que murió en batalla, que se rindió como su hermano a los españoles y que abandonó la lucha por sus

heridas, que tuvo hijos y vivió hasta su muerte alejada pero en libertad. Yo elijo creer que más allá de su final, nunca se rindió y que volvió a la madre tierra con dignidad y en libertad.
El historiador francés del siglo XIX, Claudio Gay la desprecia en sus escritos

describiéndola como “una mujer mapuche virilizada que sabía más de lo que hubiera debido saber". Una definición producto de un machismo que aún esta vigente.

La figura de Janequeo es un símbolo actual de lucha contra el patriarcado y el racismo. Las compañeras de nuestros

pueblos originarios son doblemente discriminadas y relegadas por ser mujeres y originarias.

El guionista Sebastián Castro y el dibujante Guido Salinas le dedicaron una maravillosa historieta en la que Janequeo se enfrenta a Inés Suarez, la implacable conquistadora española

y compañera de Pedro de Valdivia. Varias de las ilustraciones de este hilo pertenecen a dicha obra.

Una historia maravillosa...