Este va a ser un fin de semana importante para entender el desarrollo de la “precampaña” presidencial francesa con la probable declaración de la candidatura de la socialista Anne Hidalgo y del polemista ultra Eric Zemmour.
Zemmour es la estrella ascendente de la extrema derecha y el factor más desequilibrante para Marine Le Pen, muy contestada dentro de su partido por los malos recientes resultados electorales.
¿Dos candidatos de extrema derecha en las presidenciales francesas? Todo apunta a que sí.
Zemmour es:
- Verbo fluido.
- Discurso ultra sin complejos.
- Con un altavoz diario desde la televisión.
Zemmour ha aprovechado mejor que Le Pen, el caudal de polarización y conversación social que genera la interacción entre tertulias en televisión, redes sociales y extrema derecha. Lo que viene siendo comprarles el marco.
Zemmour debe gran parte de su auge a la mutación de la cadena CNEWS, antes pura información, hoy más conocida como el canal donde, cada tarde, Zemmour desgrana su ideario ultra con gran éxito de audiencia. elpais.com/internacional/…
A diferencia de Le Pen, más adaptada a la comunicación política tradicional, Zemmour, como su admirado Trump, ha crecido a los pechos de una “Fox” francesa. Un modelo de podemos ver repetido en España.
Será apasionante observar el uso que de las redes sociales harán estos candidatos desde ahora.
En 2016 vimos campañas de desinformación y ataques contra Macron que fueron detectados y analizados por la prensa. twitter.com/i/events/86082…
El caso Zemmour ilustra perfectamente cómo este tipo de candidatos crecen si hay televisiones que abren las puertas a este tipo de discursos. Todos ganan: los medios audiencia y dinero con la polémica y enfrentamiento que genera un candidato cada vez más relevante.
Lo que está claro es que Macron es uno de los políticos más consciente del peso que las redes sociales tendrán en su futuro político. Lleva años “hablando” a través de ellas con diferentes sectores de población.
Tener un equipo de comunicación lleno de jóvenes y pensar en cómo comunicar en You Tube, por ejemplo, no es una pose de compol: es la única forma de que ese espacio no lo ocupen otras opciones, como está sucediendo en España.
Una última reflexión: si la comunicación política ha cambiado de escenario y el periodismo sigue mirando al mismo de siempre, sin herramientas para observar lo que sucede en los nuevos escenarios, hay un problema. El riesgo de un periodismo incompleto y, en cierto modo, obsoleto.
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Bolsonaro limita por decreto la moderación de contenidos de las redes sociales. Un problema para limitar la difusión de desinformación y los discursos de odio.
El decreto entró en vigor el lunes y establece sus propias condiciones que el gobierno brasileño establece como “motivo justo” para suprimir contenidos, cuentas o perfiles de las redes sociales.
Al comprobar el aluvión de cariño hacia Gabilondo cuando salimos de una campaña tan cruel me han entrado ganas de compartir algo que nos pasó el otro día mientras hablábamos en el @Twitch de @maldita con @Montesjulio
La idea era abordar la desinformación y la polarización en la campaña madrileña pero la conversación nos llevó a un enfoque diferente: cómo esta forma tan maniquea de entender la política estaba condicionando la vida de las personas, sus afectos y su felicidad.
La polarización ha conseguido que aquellas esferas de la vida en que la política no pintaba nada o pintaba poco se redefinan de repente en función de una adscripción ideológica o del nivel de apasionamiento que estés dispuesto a aceptar o compartir.
Algunas herramientas que pueden serviros para entender mejor la ofensiva en redes Fin de campaña a la que vamos a asistir a partir de hoy.
Un estuche para entender mejor quién, donde y con qué se construye una tendencia en Twitter que viraliza después en otros canales.
Twitter Trends es un buscador de tendencias de Twitter en tiempo real región por región. Sólo tienes que llevar el cursor a la localización deseada y tendrás, a la derecha, las tendencias locales, como Madrid.
La siguiente campaña electoral ya ha comenzado o cómo la construcción de un enemigo necesita tiempo y medios en las campañas sucias del siglo XXI.
Algunas reflexiones.
Un poco de contexto.
Diabolizar al enemigo y la extrema derecha.
Hace 26 años un congreso del Frente Nacional en París, en los años como corresponsal, me brindó una lección rápida e ilustrativa sobre esta cuestión.
Los organizadores habían instalado una atracción.
“El Juego de la Masacre”.
Abatir a bolazos rostros hechos de madera con las caras de los “enemigos” del Frente Nacional en aquel momento. De todo el espectro político: Chirac, Giscard, Mitterrand o Juppé, entre ellos.
Algunas cosas que pueden ayudarte a seguir la evolución de esta operación que cuestion el sistema electoral.
Usa el buscador de Twitter como si fuera Google. Obtendrás una mirada global para medir amplitud de la operación, cuentas y medios que están propagando el bulo.