Thread by @leogarciamx

Pocas veces, detrás de toda la basura, estruendo y aspavientos, vacuos y sin sentido, se puede ver con nitidez cual es el verdadero objetivo de este mal remedo de gobierno.

Digo, por sí hay alguna duda, Narciso ya lo cantó clarito. Es ahí el tiro, por ahora para él, no hay más.

A estas alturas no creo que haya mucha duda que cuantos muertos cuesten sus caprichos, ya sea por el pésimo manejo de la pandemia, por la falta de medicamentos, la violencia, o cualquier otro motivo, es barato para él en su nebulosa mente.

En ese mundo irreal, en esa ficción de país que solo existe en su turbia cabeza, es con él y solo con él, todo lo demás puede ser ignorado e incluso destruido.

Y él se cree en serio la voz omnisciente de la figura retorica abstracta El Pueblo. Todos y nadie, según le convenga.

No será de sorprender que vengan mayores, peores, más estruendosos, más ofensivos, más agraviantes, estímulos que puedan operar para jalar la atención de la audiencia, del usuario.

La atención es un proceso humano con recursos finitos, empezando por el tiempo.

Los seres humanos enfocamos nuestros sentidos para someter aquello que captamos al pensamiento de manera selectiva, es lo que llamamos poner atención.

Es lo que nos permite captar la información que percibimos para pasarla al proceso de pensamiento, aprendizaje y memorización.

Pero la capacidad de discernir sobre la información tiene filtros, empezando por la capacidad que tenemos de asimilarla e interpretarla según nuestros códigos ya existentes: ideas, pensamientos, conocimientos (o ausencia de), incluso supuestos y contextos social.

Pese a lo que algunos se dicen a sí mismos, no es posible ponerle atención a varias cosas al MISMO tiempo. Énfasis en MISMO.

Lo que sí hacemos es asignar porciones de tiempo y en ese lapso enfocar nuestra atención alternadamente en distintos estímulos o acciones.

Asi que, mientras se enfoca nuestra atención en algo, dejamos de dirigirla, de enfocarla en otra cosa. Y así sucesivamente.

El problema es cuando uno de esos estímulos, lo que sea, acapara nuestra capacidad de enfocar y asimilar. Es cuando se dice que nos 'distrae'.

Narciso y todo el aparato cómplice que lo acompaña, se valen, entre otras muchas cosas de esa limitación muy humana. Sin el mínimo pudor, más bien con lujo de descaro y cinismo, su dinámica se basa en comunicación adversarial.

Necesitan tener a la gente enojada y peleando.

Así sea con meras nubes de humo. De hecho por eso las prefieren. De otra forma no tendrían manera de conducir la conversación publica con argumentos e ideas, con datos y razones sustentadas de manera objetiva.

Solo quedan las frasecitas pegajosas y la retorica barata que ofende.

Goebbels lo planteo con el principio de renovación. Necesitan escupir sin descanso cuanta estupidez puedan, cuanta ofensa les alcance, cuanto infundio les permita su siniestra imaginación. Necesitan apabullar buscando confrontar a todo y con todos.

Y conforme avance la ruta al 24, empeorará.

Es entonces, planteado al menos como sugerencia, elegir con la mayor lucidez posible a qué se le dedica la atención, a que se le da la prioridad para que sea donde se enfoque la conversación y además incidiendo en llamados a la acción

Narciso y aparato que lo sustenta NO ESTA AQUÍ PARA DIALOGAR. No los va a convencer de bendita la cosa. No les interesa. Al contrario, están para imponer la voluntad del único motivo que tienen. Lo que a usted, nosotros, interesa no es motivo ni motivación para ellos.

Entonces, sería sano enfocar la conversación en quienes si tienen algún incentivo para escuchar y actuar. En quienes si pueden tener motivos, motivaciones, para dirigir a ellos la conversación y moverlos, movernos, a la acción.

Empezar por el prójimo. La suma de ideas y voces.

El enfoque común, que no necesita ser en absolutos, sino basta encontrar los puntos de concordancia, inducidos en la conversación, pueden ser un poderoso ariete.

Y es ya, el tiempo se acaba.