La iluminación arquitectónica es un asunto interesante ya puede ser muy buena (fotos 1/2) o muy mala (3/4). Bien: luz tenue y focalizada en ciertos elementos / huecos arquitectónicos. Mal: iluminación plana a gran escala de muros sin criterio (contaminación lumínica por reflejo). 
Lo que se debería pretender con toda iluminación es que los motivos que decoran la fachada de un edificio se vean y además no moleste, lo cual ya es difícil. El Palacio Real pierde esos motivos porque se disuelven en una sobreexpuesta iluminación blanca.
Es decir, la iluminación del Palacio Real funciona a 5 Km de distancia desde donde la puedes ver, y en ese sentido puede tener un cierto sentido, pero la experiencia al verlo de cerca, que es lo interesante, es francamente mejorable. Son solo enormes focos blancos apuntando.
La clave es que para iluminar bien un edificio no hace falta mucha luz, sino saber bien dónde y cómo situarla. Otro ejemplo: (sin llegar a ser perfecto) Buckingham Palace en Londres lo entiende mucho mejor y vemos infinidad de detalles más que en nuestro Palacio de Madrid.
Propuesta: un buen proyecto de iluminación arquitectónica para el Palacio Real de Madrid. Sería una auténtica joya nocturna madrileña, que ahora no aprovechamos. La fachada es idónea para hacer algo chulísimo y a la altura de lo que merece el edificio.
PDT: Os podéis hacer una idea de la diferencia de consumo y contaminación entre los enormes focos blancos apuntando a la fachada del Palacio y el cielo, y lo que sería un sistema inteligente de iluminación LED señalando solamente algunos elementos en la piedra desde cerca.
Bonus track: si el P. Real tiene la peor iluminación de Madrid, la segunda peor está justo enfrente: la Catedral de La Almudena. Pareciera como si supieran que es fea y que por fea merece también una iluminación fea. Sobreexpuesta, sombreada de mala forma, irregular... en fin.
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