Thread by @PDuchement

-Profesor Duchement, necesito su ayuda. Alguien tiene mis nudes y me amenaza con difundirlos si no le proporciono más.
-Puedo pasarle el número de otro perito, pero yo últimamente estoy volcado en casos de menores.
-Es que yo… soy una menor.

Y así otro #casodeinformáticaforense

-¿Qué edad tienes?
-16 años.
-Es complicado. La Ley considera que eres autónoma para gestionar ciertos asuntos… pero no para otros. No puedo ayudarte sin contar con la aprobación de tus tutores legales.
-¡Me matarían si se enterasen!
-No puede ser de otra forma 😞

Muchas horas de conversación después, la he convencido:
Quedamos sus padres (desconcertados), ella y yo en una cafetería. No les ha dicho nada y no saben quién soy yo. Solo saben que tienen una cita con un profesional por un asunto delicado. Quiere que yo les cuente la situación.

Me presento.
Ella parece querer que la trague la tierra.
Su padre se muestra muy desconcertado al oír a qué me dedico.
Su madre se muestra más desconcertada aún porque me reconoce de Twitter. El instinto materno no falla:
-¿Qué te ha pasado con el móvil? -le pregunta alerta.

-Mamá, por favor, no te pongas a flipar -le ruega sin mucha energía.
-¿Alguien quiere explicarme qué está pasando aquí? -su padre está empezando a ponerse nervioso.
De forma que atajó el asunto de la mejor manera que sé: con mucha psicología y mano izquierda.

Es un éxito. Los padres están enfadados con la chica por el sexting, pero con un poco de guía consiguen enfocarlo de la manera más pragmática posible:
Ahora es la víctima.
Ahora hay que ayudarla.
Ahora hay que trincar la chantajista.
Cuando no haya peligro y en privado…

ya tratarán el lado educativo hacia la menor. Pero ahora lo que importa es la contención del daño y la investigación.

Todo sale a la luz:
Es una práctica habitual que lleva realizando con sus “rollos” desde los 14.
“Nunca le ha pasado nada ni se han difundido” (que ella sepa, claro).
Esta vez han “cogido prestado” sus últimos nudes y la amenazan desde un correo desconocido.

Jura que el destinatario de las fotos, su última pareja, no es quien la chantajea.
-Ya he hablado con él. Ni es el del correo ni ha pasado mis fotos a otros.
-Permíteme que dude eso último -la interrumpo-. El 46% de los receptores de sexting lo difunden sin consentimiento.

Pero me creo que no sea él. Es un chantaje anónimo, y habría que ser muy idiota para chantajear en el anonimato con las fotos que te acaban de pasar.
De hecho, lo que le pide es justo aquello que, al parecer, habría seguido teniendo de no haber saltado la liebre. No tiene pinta.

Explico a los padres qué es #CiberProtecter y les digo que estoy dispuesto a ayudarles sin cobrarles un céntimo.
pduchement.org/ciberprotecter/

La mamá está agradecida. La chica repite una y otra vez que quiere mi ayuda. Pero el papá… bueno, está claro que cree que yo soy algo así como un estafador.
Me da las gracias por conseguir que su hija le cuente lo que le ocurría, pero me asegura que se las arreglarán solos.

Lo entiendo y no insisto, pero le doy mi tarjeta y le pido que busque el trabajo que ya he hecho para la familias de otros menores.
Se marchan de allí y yo tengo una previsión del futuro mientras me termino mi café:

El primer error que cometerá es aprovechar la vuelta a casa en el coche para enfadarse con su hija por el sexting.
Comprensible, pero no es el momento: puede conseguir que le deje de contar.

Llegará a casa e imprimirá capturas del correo electrónico, como si eso sirviera como prueba.

pduchement.org/2020/11/20/wha…

Ese será el segundo error. Es una muestra de la realidad, pero sin carga probatoria.
Con esos papeles que no servirán de nada, irá a la comisaría de la PN o cuartel de la GC más próxima y presentará denuncia.
El agente, que TIENE que recoger todo los documentos que le den, lo

recogerá, pero sabiendo que no servirá para nada.
Redactará la denuncia sabiendo que poco se hará al respecto. Puede que haga alguna pregunta o comentario disuasorio, del estilo “¿y ella se dedicaba a enviar ese tipo de fotos? ¿Y ahora qué?”, instando a no continuar el proceso.

Si es un funcionario con muuuuuchas ganas de ayudar y capaz de aguantar que le discutan, puede que le diga “¿usted sabe que este papel no sirve de nada?”.
Ese hombre llegará a casa pensando que ha hecho todo lo posible, buscará por internet y pasará una de estas dos cosas:

O llegará a sentirse totalmente indefenso e incapaz de conseguir justicia y soluciones…

O descubrirá que necesita a un perito judicial informático y recordará que ha arrugado mi tarjeta y que la ha lanzado en el fondo de su bolsillo.

Al día siguiente me llama. Mi “previsión” se ha cumplido pasó a paso.
Me pide disculpas y me pide la ayuda que yo le había ofrecido y él rechazado.
-No se preocupe -le aseguro-. Ayer había mucho que procesar y no es ni de lejos la peor reacción que he visto.
Le digo que…

ACEPTO EL CASO

Fase de investigación:

¿Por donde empiezo?

Vamos a por el correo entonces.

Vaya… nada de encriptación. Nada de ocultación de identidad… es mirar las cabeceras y obtener la IP (así como una ubicación GPS aproximada).

No será tan fácil, ¿no?

A ver… cierto que la cuenta es anónima (datos falsos) y de reciente creación (se ha hecho expresamente para el chantaje). Pero no me esperaba algo tan poco protegido. Jo, si es que estoy por jurar que su cuenta de recuperación es la cuenta real del chantajista…

¡Esperad, esperad! Que la cuenta ha sido validada con su número de teléfono 🤣
Este tío no se dedica a esto. Ni siquiera es un amateur. Es un espontáneo que se cruzó con pack de la chica y ha decidido sacarle rendimiento.

Veamos el material.

Solicito la presencia de la madre: no sé por qué, pero prefiero que se sepa que no visualizo las imágenes, solo los unos y los ceros.
Es ella la que, con mi portátil, descarga los archivos del chantaje en una carpeta sin previsualización de imagen.

Voy pasándolos uno a uno, sin abrirlos, por la aplicación de lectura de metadatos. Recojo cada informe.
La carpeta con las fotos es comprimida y el archivo resultante certificado bajo cadena de custodia.

Tras borrar la carpeta original, las fotos ya no podrán ser abiertas por mí sin romper el sello de custodia: las pruebas están a salvo en mi repositorio, pero la familia puede estar tranquila.

Ahora, ya en un momento de soledad y tranquilidad, me pongo a analizar los informes de metadatos.

Espera… Están. Están… y todos. Pero todos. Sin alteraciones.

El chantajista ha tenido acceso A LOS ARCHIVOS ORIGINALES. No hay apps de por medio.

Para entender cómo es posible que el chantajista tenga acceso a los archivos sin alterar, he de preguntar a la chica y analizar sus dispositivos:

¿Un troyano? ¿Un método de envío de archivos que no altera metadatos?

No se me ocurren más opciones

WhatsApp.
La chica dice que siempre que ha mandado nudes lo ha hecho por Whatsapp.
😧

No puede ser: el archivo resultante tras el envío por WhatsApp tiene los metadatos alteradísimos y es súper reconocible.
Los del correo no son fotos bajadas de WhatsApp.

Busquemos troyanos 🤷🏼‍♂️.

Pues tiene un iPhone (sin jailbreakear). También tiene un MacBook con cuenta de iCloud de sincronización automática, así que busco troyanos en el portátil.

Y NADA.

El chantajista ha tenido acceso directo al móvil o al portátil.
Para ver si a la familia se les ocurren posibilidades, organizo una ventana de tiempo con todas las pruebas y me presento en la casa familiar.
¿Algún técnico? ¿El fontanero? ¿Una visita?

La madre está asegurándome que en la ventana de tiempo que he fijado nadie ajeno a la familia ha entrado en la casa… cuando reparo en que su marido está mirando fijamente a la pantalla de mi portátil.

-¿Qué le ocurre?
-¿Me pregunto por qué tiene una foto satélite del barrio de mi hermano entre las pruebas?
Observó la imagen:

ES LA UBICACIÓN GPS DE LA IP DE ENVÍO DEL CORREO.

Miro a la madre con precaución.

-¿Y alguien que no sea ajeno a la familia?
-Sí, mi cuñado.

Me costó mucho convencer al papá para acompañarme a presentar denuncia con todas las pruebas en lugar de ir a partirle las piernas a su hermano.
Al parecer, el tío de la niña, durante una visita a la casa, encontró y copió los nueves del portátil.

No contento con ello, decidió chantajearla para sacarle más imágenes.

A su sobrina.

A su sobrina menor de edad.

No he copiado el correo del chantaje porque no es uno de los detalles que la familia me ha permitido compartir, pero sus palabras de coacción eran asquerosas y repugnantes.

Recordad que, en un enorme porcentaje de las sextorsiones, el chantajista es un conocido cercano de la víctima.

⚠️Evidencia localizadas
⚠️Pruebas certificadas
⚠️Informe pericial concluido
⚠️¡Caso cerrado!