¿El Reino de Navarra tuvo marina de guerra y marineros? ¿Pero qué pasó con ellos? Lo primero es que cabe destacar que el Reino de Pamplona y posteriormente de Navarra tuvieron salida al mar. Así, la armada navarra, propia del rey de Navarra, fue muy importante tecnológicamente.
Para dar contexto, hay que decir que desde la fundación del reino de Pamplona y con su consiguiente extensión terminaría por alcanzar el mar con la costa Cantábrica, lo que actualmente sería Guipúzcoa y Vizcaya, con ciertas pungas con el reino de Asturias/León y luego Castilla.
En estos tiempos los marinos navarros llevaron a cabo un comercio muy importante con Francia, tradicional aliada y apoyo, navegando con asiduidad el golfo de Vizcaya y la costa Cantábrica. De hecho, estos marinos demostraría ser muy buenos y hábiles en esta navegación.
Tecnológicamente, se sabe que entre el siglo XII y XIII las naves navarras fueron de las primeras en adoptar el timón de codaste, sustituyendo al de espadilla, lo que fue un grandísimo avance. Algunos autores incluso sostienen que este timón era de tecnología navarra.
Sin embargo, con las conquistas y anexiones en favor de Castilla de los territorios del señorío de Vizcaya, el Duranguesado y Guipuzcoa, finalmente Navarra se quedaría sin acceso a la costa. ¿Pero qué pasó con estos marineros? No desaparecieron, sino que sirvieron a Castilla.
De hecho, Castilla supo aprovechar los puertos que ya existían en el Reino de Navarra y adoptarlos como propios, potenciarlos y mejorarlos, dando lugar a lo que sería una de las zonas marítimas y comerciales más importantes del península. De hecho, fue así hasta el siglo XIX.
Esto explica perfectamente que la principal zona de construcción naval fuera el Cantábrico, pues llegó a ser mayoritaria para no uno sino cuatro reinos: León, Galicia, Castilla y Navarra. Cuando la Corona de Castilla se lo quedó todo, heredó también el litoral cantábrico.
Sin embargo, la tradición marítima navarra continuó existiendo, aunque sería muy mayoritaria entre vizcaínos y guipuzcoanos, también los de interior. Así, figuras como Álvaro de Bazán, del valle del Baztán aunque nacido en Granada, son descendientes de esa tradición.
Es algo que sigue siendo común en el siglo XVIII, como sería el caso del comandante del Real Carlos, el navarro José de Ezquerra, o su pariente José de Guirior, también navarro. En la expedición de Magallanes y Elcano, también iba 3 ilustres marineros navarros.
El principal problema y es la causa del desconocimiento de la marina de guerra del Reino de Navarra es que al integrarse sus componentes muy pronto en Castilla, hacia finales del siglo XII, éstos quedaría patentes como autorizados marinos castellanos, lo mismo que su tecnología.
Bibliografía:
Manera, E.; et al. (1999). El buque en la Armada Española. Madrid.
Urzainqui, T. ; Olaizola, J. M. (1998). La navarra marítima. Pamplona: Pamiela.
Láminas:
Frescos de época
y otras.
Nota: me consta la conquista de Albania de la Compañía Navarra y demás hitos, pero todavía estoy peleándome con la bibliografía. Este es un hilo cortito con la intención de visibilizar la existencia (a veces desconocida) de la marina de Navarra. Haré más.
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Tal día como hoy, 1 de enero de 1717, nacía Antonio Barceló. ¿Sabían que siendo un brillante marino fue muy discutido en su tiempo? Hubo muchas envidias a causa de su extracción humilde por parte de los aristocráticos oficiales de la Real Armada y contó con más bien pocos amigos.
El hecho de que soliera gritar las órdenes, aunque no hubiera ruido, debido a su incipiente sordera, le dio fama de autoritario entre sus subordinados. Por otro lado, se le consideraba un hombre poco instruido y se dice vestía con despreocupación, siendo eminentemente práctico.
Además, daba poca importancia a las formas y maneras, algo muy valorado por la aristocria y los círculos cortesanos, donde eran habituales los oficiales navales de alto rango. En 1762, había sido herido en un abordaje, recibiendo una bala de mosquete en la mejilla izquierda.
Tal día como hoy, 31 de diciembre de 1229, las tropas del rey Jaime I de Aragón, 1.500 caballeros, entre ellos templarios y hospitalarios, y 15.000 peones y almogávares, abrían brecha en Madina Mayurqa tras meses de asedio. Poco después caería el resto de la isla de Mallorca.
La conquista de Mallorca se había proyectado como una gran operación anfibia con una espléndida flota de 12 galeras, 25 naves de guerra, 18 táridas (naves de transporte de gran tamaño) y otras 100 naves menores, teniendo Pedro Martell el mando y Guillermo de Moncada su segundo.
La escuadra aragonesa sufrió una terrible tormenta que les hizo demorarse durante tres días, y vista su violencia Jaime I, que iba en la vanguardia con su capitana real, le juró a Santa María que le haría una catedral para venerarla si les salvaba la vida. Poco después llegaban.
Tal día como hoy, 30 de diciembre de 1419, frente a La Rochelle, el almirante de Castilla, Juan de Camporredondo, y su flota de galeras destrozaban la escolta de 10 naves inglesas y se hacían con un rico convoy hanseático de 40 naves. Los franceses les vitoreaban desde la costa.
La Liga Hanseática era una federación comercial y defensiva de ciudades que tenía el monopolio mercantil del mar Báltico, desde Estonia hasta Flandes, y que disputaba el control del comercio atlántico a la Hermandad de las Marismas de Castilla. Inglaterra apoyaba a la Liga.
Sin embargo, los castellanos no estaban dispuestos a ceder el control del Golfo de Vizcaya, zona de caza de sus corsarios y de paso de sus comerciantes con Flandes y Valonia. Así, el rey de Castilla, Juan II, ordenó a Juan de Camporredondo tomar medidas.
En 1800, cuando todo El Ferrol se encontraba festejando la onomástica de la reina María Luisa, el teniente general Moreno de Mondragón abandonó los festejos para ir a caballo hasta la playa de Doniños y verificar una información de alarma. Y acertó: había comenzado una invasión.
Una flota de 100 velas francesas había aparecido en el horizonte esa mañana, y el vigía del Monteventoso había dado la voz de alarma. Sumidos en las festividades, el teniente general Francisco de Melgarejo había reunido a sus oficiales, que no le dieron mayor importancia al hecho
La razón era que esa zona era habitual de tránsito de flotas aliadas francesas en dirección a las Indias Occidentales, sobre todo las Antillas, y al Mediterráneo, a su basa de Tolón. Sin embargo, hubo una información que no cuadró a Moreno: la flota llevaba botes en los pescantes
En la Navidad de 1654, Oliver Cromwell, como Lord Protector de Inglaterra, ordenaba partir a una flota inglesa de 18 navíos de guerra, 20 buques de carga y 3.000 hombres con el objetivo de conquistar la América Española y establecer allí su Designio Occidental. Sería un fracaso.
El Designio Occidental era el ambicioso plan de Cromwell de hacerse con todas las provincias españolas de ultramar y fundar allí su propio imperio colonial. Para ello, aprovechando la paz, los ingleses habían pertrechado una gran flota de guerra, y se dirigían hacia Santo Domingo
Al conocer el hecho, Bernardino de Meneses, conde de Peñalva y gobernador de Santo Domingo, alistó una exigua tropa de entre 400 y 600 mosqueteros y garrocheros que se dispusieron en posiciones favorables para defenderse de los 4.000 ingleses.
Si se han pasado con los turrones o polvorones, uno de los mejores ejercicios es el remo, o como se dice en jerga: bogar. Si se han fijado, uno de los errores comunes en cuadros y láminas es poner los remeros al revés. ¿Pero por qué remaban con la espalda hacia la proa?
Aunque nos parezca cosa de nuestros tiempos, la navegación en épocas pasadas era la tecnología punta de su tiempo. Esto quiere decir, que todo estaba perfectamente estudiado para sacar el máximo rendimiento a barcos y hombres. Y bogar eficientemente era muy importante.
En ese sentido las galeras y naves de remos, desde la Antigüedad dominaron la guerra naval y por ello sufrieron grandes innovaciones tecnológicas desde Grecia, Roma y Bizancio, hasta el punto de ser indiscutibles máquinas de guerra hasta el galeón.