DISCLAIMER: El tema es hot, soy consciente de que me estoy jugando una tormenta de unfollows, pero creo que alguien tiene que hacerlo. En concreto, alguien gilipollas como es mi caso.
Toda la fiesta empezó esta semana pasada con la publicación de su nómina por parte de Piqué, un futbolista del FC Barcelona, que puso Internet en llamas. cadena100.es/trending-topic…
Lo que se suponía que era una crítica al periodismo falaz, degeneró rápidamente en una discusión sobre el valor de un futbolista y por extensión de la escala de asignación de valor humana.
Huelga decir que el mecanismo de asignación de valor del tweet es la chispa sobre la que se basa el hilo. No deja de ser significativa que la gente use esa escala intuitiva a la hora de determinar el sueldo de alguien.
La parte de los trienios y los sexenios es bastante significativa sobre la arbitrariedad del tema. Uno de los principales problemas que tengo con la Administración es el hecho de confundir la creación de valor con el mero hecho de ocupar una silla durante un tiempo determinado.
Yo no me sustraje a esa polémica, y caí en lo que muchas veces denuncio: Explicar de manera simple un proceso complejo. Sirva este hilo como mi expiación:
Mi tesis es que las jerarquías actuales de valor son como nuestras elecciones políticas: Imperfectas, altamente personales y que solamente se imponen porque en un momento dado se celebran elecciones y alguien tiene que estar al frente. El voto (acuerdo) popular decide.
Alfredo, que es alguien a quien respeto personalmente y que profesionalmente se ha criado a mis pechos, resume la frustración de alguien que trabaja en el negocio publicitario y que ve las asignaciones de valor arbitrarias de frente todos los días:
Hay una serie de cosas que nos cuesta relativamente poco entender cuando un criterio de apreciación es subjetivo. Por mucho cachondeo que hagamos con la muerte lenta y dolorosa que merecen los sincebollistas o los aficionados al reggaetón.
Los auténticos campos de minas se dan en cosas donde nosotros tenemos una fortísima tendencia a hacer equivaler nuestra propia arquitectura interna y cosmovisión con el terrible concepto de LA VERDAD VERDADERA™
Nos guste o no, hay cosas que hacen un trigger loquísimo a la gente cuando le mencionas su ¡ay! condición significativamente discutible y discutida, cuando no completamente subjetiva.
De hecho, la lucha feroz contra la aceptación como subjetivas de ciertas pretendidas realidades indiscutibles, pone de acuerdo a la recalcitrante individualista Ayn Rand y al autor de esta fascinante relectura de Popper como luchador contra el nazismo:
Ayn Rand defiende en el objetivismo la existencia de realidades indiscutibles (A=A) y Popper curiosamente, con quien se mete en "La Sociedad Abierta y sus enemigos" es con Platón, Hegel... y Marx, a los que acusa de sembrar las semillas del totalitarismo del Siglo XX.
A ver, yo entiendo perfectamente que acogerse a suelo sagrado sobre determinados temas es muchísimo más cómodo que exponer nuestra barriga a la discusión, sobre todo si lo que vallamos como inexpugnable es una "realidad" bastante próxima a nuestra cosmovisión.
El hecho de que la moral, y si se me apura la ética, sea completamente subjetiva, contextual, y sometida a consideraciones culturales y temporales, ha sido una píldora difícil de tragar para mucha gente y durante mucho tiempo.
Lo que convierte la asignación de valor en un campo de minas Claymore es el hecho de que le ocurre exactamente lo mismo.
Cosas y personas cuyo valor actual es indiscutible, han sido históricamente considerados ceros a la izquierda. Galileo no se come una paraguaya hasta principios del XIX. Mozart tiene que ser enterrado en una fosa común. Bach es recuperado en el XIX. Van Gogh. Wegener. Sigo?
Y lo peor es que una persona gestiona a lo sumo una jerarquía ética (O dos, si contiene multitudes á la Whitman), pero va a gestionar decenas de mecanismos de asignación de valor simultáneamente.
Y para complicar más, el escenario, muchas jerarquías de valor, al ser al mismo tiempo base del intercambio de valor con terceros, deben de ser jerarquías compartidas.
Si una cantidad suficiente de gente se pone de acuerdo en decir que los zurullos de cabra sean moneda de curso legal, so be it. De hecho, las cosas que han sido usadas como moneda a lo largo de la historia son bastante sorprendentes: money.allwomenstalk.com/things-used-as…
Esos acuerdos determinan las ecuaciones de canje (precios). Y sin precios no se puede funcionar, ni en las utopías comunistas más salvajes, por la imposibilidad de cálculo económico (contabilidad de costos) en cualquier forma de economía centralmente planificada.
Este problema fue visualizado originalmente por el sueco Nicholas G. Pierson y el inglés Max Weber, antes de que fuese expuesto y desarrollado por Von Mises. ("The Impossibility of Economic Calculation under Socialism" - Human action, Cap. XXVI)
Dado que el valor es subjetivo y los precios reflejan la suma de esa subjetividad y la escasez de un bien, un sistema económico o industria que no cuente con precios libremente fijados reales va a desembocar siempre y cada vez en la entropía y el retroceso económicos.
La única vez históricamente que se recuerda la anulación total de precios fue en 1918, la colectivización y eliminación total de los precios (comunismo de guerra) realizada bajo la égida de Lenin, por Bukharin, el autor del ABC del comunismo. marxists.org/espanol/preobr…
La hostia en la producción fue tan monstruosa que el propio Lenin se la envainó en el 22, restituyendo discretamente los precios de manera inmediata.
Muchos de los primeros socialistas negaron que su utopía necesitara siquiera un cálculo económico: Los hábitos y la moral de la humanidad simplemente cambiarían, declaraban, y cada uno de nosotros llegaría a sentir en su propia alma lo que debería hacer, en cualquier…
…circunstancia económica que pudiera surgir.
Esto era algo embriagador, pero en absoluto práctico. En consecuencia, algunos de los teóricos socialistas más duros se volcaron en el cálculo. Pero hay que recordar que la teoría del cálculo económico siempre superó con creces a la práctica.
Incluso en la Unión Soviética, y a pesar de economistas de talento como Leonid Kantorovich, la planificación matemática rara vez fue más que un escaparate de lo que equivalía a una elaborada lista de deseos impulsada por la política.
Los planificadores se peleaban, formaban facciones, falsificaban, engañaban, robaban y, cuando todo lo demás fallaba, supuestamente sacaban los precios al consumidor directamente del catálogo de Sears. books.google.es/books?id=h3Z3-…
Pero no calcularon, ni en precios monetarios, ni en precios sombra, ni en horas de trabajo, ni en ninguna otra cosa. math.stackexchange.com/questions/9150…
En cierto modo, esta es una acusación más fuerte del sistema soviético que incluso la existencia del gulag: Demuestra que los soviéticos no se fumaban sus propios porros.
La parte en la que cabalgamos contradicciones, es par del campo.
La madre que me matriculó en Historia de los Sistemas Económicos. Turra limit shock. Ni he podido enhebrar la aguja. Vamos a hacer un hatillo con el mantel y a salir corriendo.
La fijación de precios y valor es un mecanismo extremadamente complejo del que dependen muchísimas cosas. Y sin el que no podemos vivir.
Las jerarquías de valor son netamente subjetivas, cambiantes y contextuales. Cualquier jerarquía de valor vigente es discutida y discutible.
Es absolutamente normal, por ende, que percibamos que la gente no recibe lo que merece. Porque ese concepto no es una realidad universal. De hecho un sistema que premia y recompensa a todos por igual independientemente de su mérito es un sistema intrínsecamente injusto.
La idea fundamental de que "mi arquitectura de valor es la correcta y el resto de la gente debería adaptarse a ella" es intrínsecamente estúpida cuando se lee en voz alta, pero es realmente lo que en el fondo se piensa.
Los precios son un "mal" completamente necesario. No somos conscientes de a que niveles.
Ante la imposibilidad abolir los precios, un teórico del socialismo propuso que Nueva Zelanda quedara como único país capitalista de la tierra, con el propósito de fijarlos para el resto del mundo.
Mi amigo @jzamorabonilla lo deja muy claro aquí: Ojito con el uso de la moral en actuaciones complejas:
No estoy planteando que todas las ecuaciones particulares de cada uno sean absurdas, o que algunas jerarquías de uso común no sean discutibles.
Soy defensor absoluto del capitalismo hostiado, y de la colaboración público-privada, lo que me convierte en un liberal de palo.
Otra cosa es que la propuesta sea subvertir la lógica o abrazar utopías impropias de la especie, que diría el recientemente cancelado de manera delirante E.O. Wilson.
La vida humana no tiene precio, pero alguien tiene que fijar las indemnizaciones por homicidio accidental. Ojo con mezclar y comparar ideales con realidades que hay que objetivar. Un muerto es una tragedia, un millón una estadística, que decía el padrecito. #Finhilo.
P.D I: Mi aproximación a los sistemas personotécnicos de asignación de valor viene de hace más una década, cuando estuvimos replanteando por completo los programas de fidelización y vimos que eran un dislate (mal) heredado de los programas de las líneas aéreas.
P D II: Asimismo en el proceso constatamos que los mecanismos de segmentación de valor de clientes en las compañías eran delirantes por lo mismo que comento aquí, el uso de simplificaciones para representar fenómenos complejos. All models are wrong and some are plain fantasies.
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La única realidad es que el periodismo no encontrado una propuesta de valor alternativa que no sea hozar en la mierda publicitaria masiva. Y como dice el artículo, tirar espaguetis a la pared sin control.
Y cuando no sabes qué hacer, todo el mundo se pone nervioso.
Nosotros estuvimos trabajando en una propuesta de valor alternativa para el diario decano de un país sudamericano. Nos dieron la razón en todo lo que diagnosticamos pero dijeron que preferían no hacer lo que planteábamos por radical.
Pronosticamos de manera matemática cuáles eran los resultados financieros que se iban a producir, que se cumplieron al milímetro.
La plasmación de un Zugzwang clásico en gestas deportivas suele ser siempre la misma: Quien es el entrenador que tiene huevos para deshacerse del equipo que le ha llevado a la gloria? Como hacerlo sin que se te tiren al cuello?
En el hilo turras de hoy, voy a hablar de por qué soy un firme creyente de todo lo relacionado con Web3, pero al mismo tiempo no soy un practicante firme ni un abanderado.
No es necesariamente un tema de disonancia cognitiva o de cagapoquismo, es sencillamente una mecánica básica propia de gestión de paradigmas nuevos. La intento desarrollar.
Obviamente, no lo he escogido como uno de los campos míos de batalla como la Personotecnia o el CPS. A pesar de que le reconozco un similar poder transformacional del mundo al de otras cosas a las que me lancé de cabeza:
En el hilo turras de hoy, vamos a hablar de los huevos de serpiente. No de los literales, que es un tema fascinante per se, sino de los metafóricos.
Un huevo de serpiente es un problema latente que un máximo directivo le deja a su sucesor, consciente o inconscientemente, de tal modo que le estalla en los morros cuando el ya está fuera.
En el hilo turras de hoy, vamos a hablar de Facebook. Pero no denunciando, que ya hay muchos valientes haciendo ahora lo que yo llevo haciendo más de una década, o de Meta, que ya no cabe un análisis más, sino sobre dead men walking.
@ahedilla, que el no lo sabe pero es un lector de señales intuitivo de primera clase, hablaba del asunto y de la película "La Haine"