George Koob, (fisiólogo del comportamiento): "Los humanos tenemos reservas limitadas de #PLACER. Gastarlas irresponsablemente es invitar a un ajuste de cuentas. Llamo a este ajuste de cuentas “calvinismo biológico” y lo describo como una tragedia darwiniana". 
El PLACER es esencial para la supervivencia y procreación, pero solo hasta el punto en que se vuelve perturbador y tóxico. Por eso se desarrolló un sistema de CONTROL HEDÓNICO. Por desgracia descubrimos los medios para ARRUINAR ese exquisito sistema de retroalimentación negativa.
Los placeres intensos (no sutiles) nos hicieron vulnerables al deseo desencadenado por una señal y, peor aún, al aburrimiento persistente, a la depresión prolongada y al estrés sostenido después de que el subidón haya pasado.
Hay un mecanismo común a muchas patologías que permite reunirlas en un extenso grupo de enfermedades que podrían atribuirse a sistemas defectuosos de control de recompensas.
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