Un rasgo de la UE es la influencia de los pequeños Estados, lo que no es nuevo en la historia europea. Baste recordar el peso de los tres arzobispos electores (Maguncia, Tréveris y Colonia) en el el Sacro Imperio Romano o de las ciudades Estado italianas en la Baja Edad Media.
El Estado nación se fue imponiendo a partir de la Edad Moderna como modelo a imitar, hasta que el sistema no soportó su proliferación sin instancias supranacionales e implosionó en las dos GM. La solución resultante (CEE, ahora UE) evoca rasgos de una lejana gobernanza europea.
La elección de @EP_President ha suscitado diversos comentarios: tercera mujer que preside el PE o la ausencia de S&D de la presidencia de las 3 grandes instituciones 🇪🇺. Quizá lo más relevante sea que proviene de #Malta, con 500.000 habitantes, frente a los 450 millones de la UE.
Malta, el Estado miembro menos poblado desde 2004, juega bien sus bazas en un marco que multiplica el impacto de lo pequeño. Como Estado insular (+🇨🇾), ilustra el caso de las demás islas 🇪🇺 que sufren la presión migratoria, abogando por un Pacto en la materia con visión europea.
Durante la incertidumbre del proceso del Brexit, 🇲🇹 aportó certeza al proyecto europeo. Era el Estado miembro con los vínculos más fuertes con 🇬🇧 (inglés es cooficial), y nunca vaciló sobre qué partido tomar. El europeísmo maltés tuvo valor incalculable en ese tiempo de zozobra.
En la política Med de 🇪🇺, 🇲🇹 ocupa el centro geográfico: parte del Med Occidental (5+5), su origen nacional proviene del Oriental (Tierra Santa y Rodas); el maltés es la única lengua 🇪🇺 de raíz semita; históricos dirigentes como Mintoff anticiparon el valor de la buena vecindad.
La UE sentó las bases con Euromed y la UpM para que el Mediterráneo vuelva a ser una zona de prosperidad y cooperación. Ante la inestabilidad y retos de la ribera Sur, hemos de recordar que nuestro futuro es compartido. Pocos lo expresan con tanta convicción como @EvaristBartolo.
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