Aquí va una #RistraDeTuits sobre un cerdo que se ha ganado un puesto de honor en la colección del @I_W_M.
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¿Alguien ha oído hablar del Ostasiengeschwader? Era el Escuadrón del Lejano Oriente de la Marina Imperial Alemana justo antes de la Gran Guerra. Defendía los intereses alemanes en China, el Pacífico y el Índico. Vaya, que estaba ahí para hacer la puñeta a los británicos.
Pues resulta que era costumbre en la época tener una pequeña piara de cerdos en los buques de guerra alemanes, para no agotar la provisión de salchichas. Nuestro héroe era uno de esos cerdos condenados a vagar por los siete mares y acabar haciendo compañía a un chucrut.
Cuando estalló la guerra, en verano de 1914, nuestro héroe navegaba en el crucero "Dresden". No era una mascota, sino un proveedor de salchichas, y como tal era tratado, con mucho mimo.
En agosto, el "SMS Dresden" partió a la guerra con más de 360 tripulantes, 10 cañones de 105 mm, todo el carbón que pudo cargar en China y una piara de cerdos. Apresó a algunos mercantes británicos por su cuenta antes de reunirse con la flota de von Spee.
Nuestro héroe porcino vivió su primera batalla naval seria en Coronel, frente a Chile. Dicen que fue la primera gran derrota naval de la Royal Navy en un siglo, pero váyanse a saber.
En cualquier caso, nuestro cerdo no dio señales de arredrarse ante el peligro.
Los ingleses se picaron por la derrota y echaron el resto en la batalla de las Falkland (así llamada para distinguirla de la batalla de las Malvinas, contra los argentinos, en el mismo escenario, muchos años después).
Esta vez fueron los alemanes los que acabaron mal.
Aquí una postal heroica alemana, pero ya sabemos que la guerra es otra cosa, más horrible.
Los alemanes perdieron cuatro buques, más de 1800 vidas de marineros y docenas de cerdos en la batalla.
El SMS Dresden pudo escapar. Pero el 14 de marzo de 1915, en la isla de Robinsón Crusoe, en las islas Juan Fernández, los cruceros ingleses HMS Kent y HMS Glasgow lo pillaron sin tiempo para levar anclas.
La tripulación hundió el crucero para evitar su captura por el enemigo.
Se dio la circunstancia que el último en abandonar el crucero no fue el capitán, Lüdecke, sino un cerdo, el único cerdo que sobrevivió a las aventuras de la Ostasiengeschwader.
Salió nadando del naufragio y se puso a gritar como un cerdo, naturalmente.
Un oficial del HMS Glasgow vio al cerdo en peligro de morir ahogado y se arrojó al agua para salvarlo. El cerdo interpretó mal el generoso gesto del oficial británico y de poco no se ahogan los dos.
Tuvieron que rescatarlos a ambos y subirlos a bordo con no pocos trabajos.
La cuestión es que el gorrino cayó en gracia entre la tripulación. En vez de hacer salchichas con él, lo adoptaron como mascota. Al principio, lo llamaron Denis, pero luego lo bautizaron Tirpitz, en honor al almirante enemigo.
Tirpitz resultó ser un magnífico compañero de viaje.
Cuando el HMS Glasgow regresó por fin a casa, en 1916, Tirpitz ya era uno más de la tripulación, el gorrino mimado del buque.
Pero entonces surgieron algunos problemas en forma de ley británica de importación de productos cárnicos.
El mismísimo príncipe de Gales intercedió en persona para que se hiciera la vista gorda sobre la ley, porque, aseguró, Tirpitz no era un producto cárnico, sino "un héroe de guerra".
Pero no pudo permanecer a bordo del buque, eso no.
Por fortuna, pudo desembarcar en la Escuela de Artillería de la Isla de Whale y tratado a cuerpo de rey.
En 1919, acabada la guerra, fue subastado para recaudar fondos para la Cruz Roja Británica. Alguien pagó por él 1.785 libras esterlinas, unas 50.000 libras de hoy mismo.
Luego, Sir William Cavendish-Bentinck, sexto duque de Portland, compraría el gorrino al postor anónimo, ese mismo año. Poco después, Tirpitz enfermó y murió en los brazos de su amo. Sus antiguos camaradas del HMS Glasgow lloraron su pérdida.
El duque ordenó disecar la cabeza de Tirpitz y la donó al @I_W_M. El HMS Glasgow conservó durante años un par de peúcos de plata que Tirpitz calzaba en las pezuñas en ocasiones especiales o cuando se pasaba revista, que también fueron cedidos al museo años más tarde.
"Cuqui", el perrito tuerto, mascota del 25.º Regimiento de la Reserva austríaca entre 1913 y 1916, tiene la marca mundial de dar con obuses enemigos sin explotar en el campo de batalla, 289. "Cuqui" murió el 23 de agosto de 1916 al orinar encima de un obús italiano de 210 mm.
El obús que acabó con la vida de "Cuqui" fue disparado por la 3.ª Batería del 23.º Regimiento de Artillería de Sitio italiano, en el frente de Trentino. Cayó sobre unos depósitos de intendencia en la retaguardia, donde "Cuqui" reposaba después de tres semanas de combates.
"Cuqui" es el único perro conocido condecorado con la Tapferkeitsmedaille (Medalla al valor) por desactivar un obús de 15 pulgadas que cayó sobre el cuartel general del regimiento en octubre de 1915, por el habitual procedimiento de orinar sobre él, como era su costumbre.
Una ristra de tuits, que acaba con una propuesta de performance tuitera.
Ahí va.
El 5 de junio será el primer aniversario del primer avistamiento del cocodrilo del Pisuerga, en Pesqueruela. Lo vieron unos jóvenes por la tarde, cruzando el río. Al día siguiente, por la mañana, en Simancas...
Una niña que estaba jugando en la orilla del río vio "algo" en el agua.
A petición del respetable, sigue una #RistraDeTuits en la que se verán algunas tetas.
Como luego me chapen el tuiter me vais a oír, ya os aviso.
En fin, sea.
¡Allá vamos!
Se suele conceder que los duelos de honor tienen mucho que ver con los antiguos caballeros que, durante la Edad Media y Moderna, se partían la crisma en sus justas y torneos y que llegaban a las manos por un quítame allá esas pajas.
Pero...
La verdad es que toda la mecánica de los duelos debe gran parte de su existencia a los estudiantes de filosofía de las primeras universidades (que, como todo el mundo debería saber, eran medievales).
Damas, caballeros, considero mi obligación hacer una #RistraDeTuits sobre la epidemia del coronavirus.
Alguien lo pidió y he creído que tenía razón. Si así puedo ayudar, ayudo.
No pretendo sentar cátedra. Sólo hagan caso a las informaciones oficiales.
Allá vamos:
Todos (repito, todos) tenemos más o menos miedo. Se nos ha echado una epidemia encima y no sabemos muy bien qué está pasando. No hay que avergonzarse de ello.
Es NORMAL.
Pero recordad: el valiente no es quien no tiene miedo, sino quien lo supera. No tener miedo es ESTÚPIDO.
Definición de estúpido, según Carlo M. Cipolla:
El estúpido es quien hace daño a los demás y se hace daño a sí mismo.
¡¡¡Atención!!! Sacando tiempo de debajo de las piedras, aquí va mi #RistraDeTuits sobre una obra visionaria que... bueno, que tenía sus fallitos, quién no los tiene.
Escondan a los niños, que el protagonista tiene mala fama, aunque es un trozo de pan.
Allá vamos.
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A ver, que seguro que os suena el protagonista de esta #RistraDeTuits. Se llamaba Niccolò di Bernardo dei Machiavelli, pero aquí le llamamos Maquiavelo y los amigos, Nicolás.
Aquí os lo dejo en forma de retrato de Santi di Tito, expuesto en el Palazzo Vecchio, en Florencia.
¿Verdad que tiene fama de mal bicho? Pues ¡no la merece! Era un tipo muy majo, simpático, que escribía muy bien, que contaba chistes y publicó una comedia en vida, un funcionario de la república de Florencia... en el peor momento posible.