¡Sigo avanzando en mi análisis de la contratación pública! 🤓. Hoy he programado una cosa muy chula:
👉 ¿Qué organismos públicos contratan con más frecuencia a una empresa dada? 🤔
🧵 Veamos, por ejemplo, el caso de EL CORTE INGLÉS.
Hay 856 organismos públicos con compras a El Corte Inglés.
🏆 El récord lo ostenta la Universidad de Murcia, que ha registrado 1.146 compras en estos grandes almacenes.
🥈 El segundo puesto es a mucha distancia: 238 compras ha hecho allí el Gobierno de Castilla-La Mancha.
Nótese que El Corte Inglés es un grupo empresarial. Los datos del tuit anterior se refieren exclusivamente a los contratos públicos suscritos con los grandes almacenes (NIF A28017895). No he incluido las compras a IECISA (Informática), Viajes El Corte Inglés, SuperCor…
¿Y quién contrata a INDRA? Un total de 295 organismos públicos. El que más frecuente (282 contratos) es el Mando de Apoyo Logístico, un órgano del Ejército de Tierra. Le sigue la Dirección General de Infraestructura del Ministerio de Defensa, con 101 contratos.
¡Una aclaración! Comparto estos datos a título de anécdota, por tratarse de empresas bien conocidas. No estoy insinuando ningún complejo contubernio entre estos contratistas y oscuros poderes fácticos. No me hagáis como con las croquetas de Albacete 😃.
Cuando la tenga niquelada compartiré la herramienta para que todo el mundo pueda obtener estos datos desde el confort de su hogar 🤣. ¡Y muchos más, por supesto! Entre ellos uno muy divertido: dime un organismo y te digo cuáles son sus contratistas más frecuentes 🎉.
Y si puedo hacer esto… ¡los culpables son los valientes que se han apuntado a mi Patreon! Es todo gracias a ellos. 😊 patreon.com/jaime_gomez_ob…
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En los expedientes de contratación pública todo lo que puede estar mal, en algún expediente acaba estando mal: fechas imposibles, órganos de contratación con faltas de ortografía, NIF erróneos… Llevo unos meses compartiendo aquí los ejemplos que encuentro en mi camino.
El tipo de error que he encontrado hoy es muy sutil. Veámoslo con un ejemplo: el mantenimiento de este ascensor en Cantabria:
Así, cuando el Ayuntamiento de Springfield necesita construir una perrera, convoca un concurso público y clasifica la licitación con el código CPV 45223600-2: «Trabajos de construcción de perreras».
Los licitadores pueden «vigilar» los códigos de su interés. Todas las empresas de Springfield y alrededores especializadas en construir perreras pueden monitorizar el código 45223600-2. Y cuando sale un concurso público con ese número, presentar su oferta.
Hoy he escrito el programa que descarga y procesa el Directorio Común de Unidades Orgánicas y Oficinas (DIR3). Se trata de un inventario común de organizaciones públicas.
No todas estas unidades organizativas se corresponden con un organismo público. En el DIR3 aparece también oficinas, entidades menores (los pueblos que componen algunos ayuntamientos)…
El DIR3 tiene una estructura jerárquica. Por ejemplo, la empresa pública XARXA AUDIOVISUAL LOCAL, SL depende de la Diputación de Barcelona. Estas dependencias a veces tienen más niveles:
Subdirección de Tiranosaurios 👉 Dirección general de Dinosaurios 👉 Ministerio de Fósiles
¿Por qué la imagen digital de las más altas instituciones del Estado es cutre? Estoy en el portal del Ministerio del Interior. Los logos aparecen pixelados y borrosos. Incluso el del Plan de Resiliencia, que está recién puesto.
En Francia, Italia u Holanda la imagen es buena.
La frutería de mi barrio tiene un certificado de seguridad. Cuando accedo al Ministerio del Interior de mi país, en cambio, el navegador me advierte de que es un sitio inseguro y de que la información que dé podría ser robada.
¿Tanto cuesta poner un certificado de seguridad?
Esto no es solo un problema técnico. Es un torpedo a la confianza de la ciudadanía en las instituciones.
La primera impresión al entrar al portal ministerial es de desconfianza: un riesgo de seguridad, unos logos cutres y borrosos…
Hoy he dedicado mi día a perfeccionar el método de extracción del NIF de los contratistas que encuentro en los datos oficiales. A priori parece fácil. Basta con utilizar el dígito de control (o la letra) para comprobar la validez de cada NIF.
Chupado, ¿verdad? Pues no.
El problema es bastante más complejo. Y, algorítmicamente, muy interesante.
La primera vuelta de tuerca viene cuando el funcionario aplica la imaginación a la hora de escribir el NIF en el expediente. Pero tiene fácil solución 🎉.
Pero con tantísimos contratos públicos, tarde o temprano te encuentras con casos más exóticos, como estos de la imagen. Porque las herramientas informáticas de algunas administraciones no validan los datos al introducirlos, así que pueden escribir cualquier cosa…
❗️ Lo que dice Mikel es para reflexionar. ¿Qué transparencia es esta si para utilizar los datos públicos hay que ser un supermán o darse la paliza que me estoy dando? Las AAPP tienen que publicar datos que tengan un mínimo de calidad.
Y la calidad del dato no es solo que estén libre de errores (los que me leéis os lo estaréis pasando pipa con la cantidad de ellos que estoy cazando y comentando). Es también que los datos sean precisos.