− [...] Yo quitaría las autonomías
+ Eso lo propone Vox
− ¿Y qué? ¿Si lo propone Vox ya está mal?
+ Es que son fascistas
− ¿Eliminar las autonomías es fascista?
+ ¿Qué te hace pensar que un fascista, de repente, iba a tener una buena idea?
− Pues yo quitaría las autonomías...
+ Eso lo propone Vox
− ¿Y qué? ¿Si lo propone Vox ya está mal?
+ Es que son fascistas
− ¿Eliminar las autonomías es fascista?
+ ¿Qué te hace pensar que un fascista, de repente, iba a tener una buena idea?
− Pues yo quitaría las autonomías...
Aún hay quien ignora que alguien tan rematadamente enfermo como para proclamarse fascista es muy probable que, como enfermo que es, no tenga ni puta idea de nada.
Las autonomías (o los países, o cualquier comunidad de personas) existen porque agrupan a la población en grupos más o menos homogéneos, algo comprensiblemente útil a la hora de relacionarse.
Así que parece algo razonable mantener esas agrupaciones. Su naturaleza o la forma en que se relacionen entre ellas ya es otro tema −y muy interesante−. Pues discutámoslo. Sería extraño que una forma de organización de 40 años (toda una generación) no diese problemas, ¿no?
Y en ese debate nacional caben todas las posturas, incluida la de Vox. Pero este país parece endiabladamente incapaz de abrir un diálogo nacional más allá de los bares, que como todos sabemos es donde se concentra toda la sabiduría.
¿Cómo se puede arreglar algo si la mayoría de la gente lo habla a cabezazos, y quienes nos representan rechazan cualquier tipo de diálogo? La única salida a esto sólo puede ser la que imponga el más fuerte; y la imposición siempre vence, pero nunca convence.
Y un país construido desde la imposición del más fuerte sobre el más débil está destinado al enfrentamiento perpetuo. Podría parecer que, entonces, aquí perdemos todos. Pero no. Ganan −curiosamente− los instigadores del conflicto. 
Ocurre que ambos instigadores son, además, los más obedientes con las órdenes de la troika, que son las que nos empobrecen. Nadie ha recortado tanto como el PP y CiU. Y los más corruptos.
Así que tenemos a un par de bueyes embistiéndose, lo cual divide al país, lo cual distrae mucho y evita que se hable de su corrupción, lo cual les beneficia electoralmente a ambos, lo cual les perpetúa en el poder. Todo un negocio.
Y la solución de Vox es quitar las autonomías, como un cirujano con una motosierra. ¿Qué te hace pensar que un fascista iba a tener, de repente, una buena idea?
