Voy a poner un par de ejemplos…
Se convirtió en la cultura del "tener".
El problema son sus efectos de la acumulación de capital: en un mundo donde este se basa más y más en intangibles (servicios, conocimiento, etc.), su efecto creciente ya no está viendo límites.
La economía del conocimiento no hace que quien lo acumule genere más conocimiento: genera más poder. Ahí es donde se degenera el principio del "merecer".
¿Cómo? Volviendo a que el "merecer" sea el principio rector.
En términos prácticos…
Eso, que salvaría al capitalismo, es justo lo que muchos llaman "socialismo".
Raro, ¿no?
"Más vale pájaro en mano" parece ser su consigna.
1) el impuesto a la herencia y
2) el impuesto a las tierras improductivas.
Si mañana le dicen a uno (permítanme lo extremista y simplista, pero vale para ejemplo) "todo lo que tiene le quedará al estado si no se lo gasta antes de morir" (en otras palabras, "no heredarás")…
¿Qué pasaría?
El objetivo del impuesto no es que el estado se quede con el dinero, sino que el ciudadano lo gaste.
Las fortunas heredadas (el cáncer actual del capitalismo) desaparecerían.
¿Qué nos hace defender a los grandes acumuladores entonces?
Ahí está el quid.
Gravar el "merecer" es más fácil.
En palabras de algún candidato, "bajaremos el impuesto de renta y aumentaremos la base gravable del IVA". Ahí está clarito.
El problema es político, y casi que de marketing. A lo que salvaría el capital basado en conocimiento y servicios se le llama ahora "socialismo".
Estamos a milenios de que la ambición deje de ser nuestro principio de progreso y movimiento social. Entonces…
¿Cómo conciliarlo?
Taleb dice: no se puede. Podemos llorar. Así que pongámonos de acuerdo en cómo sería la equidad del poder.
¿Cómo salvarlo? Estimulando la transaccionalidad y desestimulando el tener.
Lo 1ero, desde la regulación. Lo 2do, desde la cultura.