El impacto de lo que el gobierno llama operación “mano de papel” va más allá del tema de operaciones de particulares, ligadas a ventas de divisas propias o provenientes del exterior para hacer frente a los gastos internos. Toca además, el tema de abastecimiento y escasez
El año pasado 55 % de las importaciones se hicieron utilizando el mercado paralelo. Sin embargo, en estos momentos las importaciones privadas a paralelo están por el orden del 90 %, pues el mercado oficial es prácticamente inexistente
De esta forma, la mayoría de productos que vemos en anaqueles está llegando por esta vía. De allí que los precios se hayan incrementado en forma importante, pues el costo de reposición está atado a lo que pase en el mercado no oficial
Si el Ejecutivo impone restricciones severas a estas operaciones y ante la inoperatividad del Dicom, lo que vamos a tener en frente es una agudización del desabastecimiento y la escasez, pues el sector privado se quedaría sin opciones para traer productos
La disyuntiva que tenemos enfrente es: si se ataca el mercado cambiario o se busca bajar precios; la consecuencia la vamos a pagar con una escasez abrumadora. Ya no es posible que se controle precios sin que la escasez no se dispare, por lo menos en este contexto actual
En otras palabras, el mercado paralelo en este momento es una valvula de escape frente a la aguda crisis que vive Venezuela. Su restricción no va a mejorar la situación sino, por el contrario, la va a agravar.
