Mass Effect es, probablemente, la saga de videojuegos de ciencia-ficción más popular de los últimos años. Pero, ¿hasta qué punto es realista en cuanto a la ciencia que aparece? ¿Es posible que algo como un relé de masa funcione? Lo cierto es que hay muchas cosas interesantes… 
Aunque este hilo no va a ser un análisis extremadamente exhaustivo, intentaré repasar los aspectos principales de la trilogía de Shepard y algo de Mass Effect Andromeda. Procuraré que no haya grandes spoilers, pero si hubiese alguno necesario, lo avisaré antes de decirlo.
Comencemos por los relés de masa. Mass Effect nos plantea que en la Vía Láctea hay multitud de dispositivos gigantescos, en el espacio, que funcionan como propulsores para viajar rápidamente por la galaxia. El impulso es siempre desde un relé de masa a otro. ¿Es realista?
Lo cierto es que, en este hilo, mencionaré varias veces el “eezo” o elemento cero. Es un material exótico que se encuentra en el núcleo de muchas de las cosas que funcionan en Mass Effect. Es el caso de los relés de masa, que funcionan con este hipotético eezo.
No conocemos ningún material exótico que encaje en lo que haría el eezo. Los relés de masa son un dispositivo que, por poner una comparación, nos permiten viajar por el hiperespacio. Algo así como una dimensión adicional en la que se puede viajar más rápido que la luz.
Sin embargo, como he mencionado en otras ocasiones, es imposible viajar más rápido que la luz. Es algo que nos enseñó Einstein a través de su archifamosa teoría de la relatividad. La única alternativa sería, si es que existen, un agujero de gusano:
Es, en resumidas cuentas, una especie de atajo en el espacio-tiempo. Un túnel que nos permitiría viajar a un punto muy distante sin necesidad de superar la velocidad de la luz. ¿El problema? A nivel teórico, todo indica que los agujeros de gusano podrían existir.
Pero la teoría es mucho más complicada. Para poder abrirlo, haría falta algún tipo de material exótico, que ni siquiera sabemos si existe. Suponiendo que realmente lo hubiese, tampoco está muy claro de qué tamaño podría ser el agujero de gusano. ¿Suficiente para una nave?
Además, ¿qué pasaría si el agujero de gusano colapsa mientras estamos viajando por su interior? Seríamos reducidos a fragmentos más pequeños que un átomo. Así que los relés de masa son ficción pura y dura, pero tienen un componente científico que podría ser real.
Porque podemos entenderlo también como eso, un dispositivo que podría crear un agujero de gusano entre los dos relés de masa (el de partida y el de destino). Ya que estamos con el viaje por el espacio, aprovecharé para hablar de Mass Effect Andromeda y el viaje hasta allí.
Lo primero y más obvio es que, como todos sabéis, Andrómeda es una galaxia perfectamente real. Está a 2,5 millones de años-luz de la Vía Láctea. Es más grande que nuestra galaxia y se calcula que podría tener en torno a 1 billón de estrellas:
Lo segundo es que esa distancia, 2,5 millones de años-luz, es cubierta en apenas 640 años. Esto se cuenta al principio de Mass Effect Andromeda. Así que, de nuevo, estamos hablando de viaje más rápido que la luz. Pero esta vez, no plantearemos los agujeros de gusano.
Porque es un concepto que tiene sentido aplicado a los relés de masa y lo que enseñan en el juego. Pero el viaje a Andrómeda no tiene por qué explicarse con agujeros de gusano. Hay otra posibilidad teórica, el motor de curvatura de Alcubierre:
La idea, en este caso, es que la nave viajaría en algo así como una burbuja de espacio-tiempo. De tal manera que nunca superaría la velocidad de la luz. Sería la propia burbuja, o sea, el propio espacio en sí, el que viajaría más rápido que la luz. Algo que sí es posible.
Como quizá sepas, hay galaxias que se alejan de nosotros más rápido que la luz. No es que su movimiento sea ese, si no que entre los dos puntos (nuestra galaxia y la que observamos) la expansión del universo es mucho más rápida que la luz. El universo en sí no tiene límite.
Dicho esto, deberíamos hablar de la Ciudadela, ¿no? Es el centro neurálgico de la Vía Láctea en las tres primeras entregas y tiene muchos puntos interesantes que estudiar. Es una construcción gigantesca con varias ciudades en su interior y multitud de distritos.
Además, tiene su propia gravedad. El diseño, desde el punto de vista de la ciencia-ficción, es bastante clásico. Por raro que parezca, todo está muy bien fundamentado en la ciencia. La Ciudadela es un Cilindro de O’Neill, una colonia orbital:
Aunque no tenemos la tecnología para ello, la construcción de un cilindro de este tipo es perfectamente viable. La generación de gravedad artificial tiene también una base bien fundamentada. Basta con que la estructura gire sobre sí misma y no a mucha velocidad.
Lo más llamativo, probablemente, es que en una colonia de este tipo sería posible practicar los deportes con los que estamos familiarizados. Habría pequeñas diferencias, pero sería posible realizar actividades como fútbol o baloncesto sin excesivas complicaciones.
Así que no hay nada ficticio en cuanto a la Ciudadela. Imposible de construir con nuestra tecnología actual, sí, pero está perfectamente fundamentado en la ciencia. Es posible que, en un futuro no muy lejano, tengamos nuestras propias colonias orbitales alrededor de la Tierra.
Otra cosa son pequeñas particularidades. Por ejemplo, el uso de coches voladores. Físicamente, esos coches no tienen mucho sentido. Por raro que parezca ya tenemos coches voladores… y los llamamos aviones. Pero es algo muy popular en la ciencia-ficción, así que...
Siguiendo en esta dirección, podemos hablar también de todas las especies inteligentes que aparecen en Mass Effect. Por un lado, se agradece la variedad. No todas las criaturas son humanoides, hay diseños realmente diferentes. Pero no sabemos si hay vida en otros lugares…
Así que mucho menos podemos suponer si hay vida inteligente y, ni siquiera, si esa vida es más avanzada que la nuestra. De momento tenemos mucho camino que recorrer en ese sentido. ¿Es posible que haya vida en otros lugares de la galaxia? Hay motivos para creer que sí.
La vida en la Tierra no está compuesta por elementos que no encontremos en otros lugares del espacio. No hay nada que nos indique que el Sistema Solar es especial. Así que cabe suponer que debe haberla. Pero por ahora no hemos descubierto nada:
Un inciso que vale la pena es el de la Inteligencia Artificial. Estoy pensando en personajes como Legión, compuesto por multitud de plataformas individuales. ¿Es posible que lleguemos a creer una inteligencia artificial consciente de su existencia? Es una pregunta muy compleja.
No está demasiado claro si es posible crear una inteligencia artificial tan desarrollada. Hay quienes entienden que sí y que todavía no lo sabemos porque tenemos mucho que recorrer en este campo, así como quienes creen que no es posible replicar esos procesos artificialmente.
Así que la pregunta la podemos dejar en el aire. ¿Podría haber plataformas inteligentes autosuficientes como Legión? Con la tecnología y la IA que tenemos hoy en día, desde luego que no. Ni por accidente. Pero, ¿con la tecnología de dentro de unos siglos? Quién sabe…
Aprovechemos ahora para hablar de la omniherramienta, que en Mass Effect 3 se convierte en una omniespada. A pesar de que todo es muy futurístico, la base en la ciencia en este sentido flojea un poco. La omniherramienta no deja de ser algo así como un holograma.
Esa parte está bien fundamentada en la ciencia. Es posible generar hologramas. Pero, ¿es posible hacer que sean físicos? ¿Que podamos tocarlos? Tiene mucho de ciencia-ficción, pero sí que se han desarrollado algunos prototipos que intentan darnos esa sensación con el ultrasonido.
Lo que es mucho más complicado es, por un lado, la omniespada. No parece haber ninguna forma de hacer que un holograma sea tan sólido como para usarlos como armas (y seguramente eso es una buena noticia). Al menos no es posible con el conocimiento que tenemos en la actualidad.
La otra parte también muy complicada es que las omniherramientas también son ordenadores muy potentes. ¿Dónde está toda esa tecnología? ¿está hecha a partir de luz? Porque es algo que supera los límites de la realidad por mucho. Pero no todo en la omniherramienta es negativo.
Su capacidad de crear pequeños objetos no es muy diferente a lo que hoy en día conocemos como la impresión 3D. Lo interesante es que, cuando comenzó Mass Effect, todavía no estábamos completamente familiarizados con la idea. Pero está perfectamente basado en la ciencia.
Con todo esto, solo nos queda dos grandes aspectos que repasar. Por un lado, tenemos todo el tema de la biótica. Un poder que permite a ciertos individuos hacer cosas como levantar enemigos o mover cosas utilizando su mente. Tiene cierto punto de telequinesis… que no es real.
No se ha encontrado ninguna evidencia que haga pensar que un ser humano pueda manipular materia, usando su mente, sea algo real. En este sentido, la idea no es muy diferente a la Fuerza de Star Wars. Un concepto muy útil en Mass Effect, pero sin ninguna base real.
Por último nos queda hablar de las armas. El armamento de Mass Effect no utiliza munición. En su lugar, se utiliza un bloque de metal, que se manipula para crear balas del tamaño de un grano de arena. Esa munición se acelera utilizando el efecto del campo de masa.
Es decir, la munición alcanza una velocidad letal a través de la propulsión eléctrica, que a su vez genera mucho calor. Si ese calor es excesivo, el arma se sobrecalienta y no funciona hasta que se vuelve a enfriar. La idea no es tan fantasiosa como podría parecer.
Los cañones de riel son el equivalente más parecido (y menos futurista) a lo que plantean las armas de Mass Effect. El funcionamiento del cañón de riel es, en esencia, acelerar proyectiles con dos raíles electromagnéticos. Pueden llegar a alcanzar velocidades de 8 700 km/h.
No es particularmente agradable pensar en armas de este tipo. Lo más interesante es que esta tecnología, en realidad, podrían usarse con fines mucho más útiles, como permitir viajes a velocidades más altas aquí, en la Tierra, o incluso para realizar lanzamientos de cohetes.
En definitiva, Mass Effect es una saga de ciencia-ficción con muchos elementos de fantasía. El más débil de todos es, sin duda, el eezo. No se ha demostrado que exista ningún tipo de materia exótica como esa. Muchas de las cosas del universo de Mass Effect la usan.
Es decir, si quitamos ese elemento de la ecuación, el universo de Mass Effect no tendría relés de masa, ni bióticos, porque es una capacidad que exhiben aquellos individuos que han estado expuestos a ese elemento, ni muchos otros aspectos. Aun así, tiene muchos aciertos.
Ideas como la de la Ciudadela no son ni mucho menos descabellada. Y, por supuesto, vehículos como el Mako no son imposibles científicamente hablando. Los planetas que se presentan en Mass Effect no tienen, en principio, nada incompatible con lo que conocemos en el cosmos.
Por supuesto, todo lo que tiene que ver con la trama en sí (y esa gran amenaza de la trilogía original) no tiene nada de científico. Ya que ni siquiera sabemos si hay vida más allá del Sistema Solar. Pero, teniendo todo en cuenta, Mass Effect hace muchas cosas bien en la ciencia.
¡Fin del hilo!
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