Desde la noche del domingo, estoy entregado a una intensa labor de consulta con gente cuya opinión tengo en alta estima, en un afán de comprender lo que sucedió ese día y lo que viene para después.
Me faltan aún media docena de referentes por consultar, lo cual deberé poder hacer en el transcurso de la semana que viene. Cuando tenga un panorama completo, con el gusto de siempre lo voy a compartir acá.
De entrada, puedo adelantar que los individuos consultados coinciden en tres puntos:
1) Lo del domingo fue un ejercicio democrático formalmente limpio y claro.
2) Se trata de una restauración del modelo POLÍTICO previo a la apertura de 1987.
3) Tendrá efectos por más de 6 años.
1) Lo del domingo fue un ejercicio democrático formalmente limpio y claro.
2) Se trata de una restauración del modelo POLÍTICO previo a la apertura de 1987.
3) Tendrá efectos por más de 6 años.
Claramente hubo un acuerdo entre cúpulas para brincar de un sistema de partidos, muy madreado y torpe pero exigible desde la sociedad, a un sistema de partido prácticamente único, más eficaz y unificado pero difícilmente abordable desde la sociedad.
Vamos hacia una democracia "iliberal". Conviene aprendernos el término y comprenderlo, porque lo vamos a estar utilizando por un par de sexenios en el mejor de los casos.
En lo personal supuse correctamente que había un acuerdo, pero que éste implicaba la utilización de López como espantapájaros para esquirolear a los votantes, forzándolos a validar lo que lanzara el Pri por fácil comparación.
Para ello, partí de dos supuestos, ambos equivocados:
1) Que el Pri jamás consideraría el abandonar su membrete, la marca más conocida, para ejercer el poder, porque eso implicaría dejar pagando a varios de los propios priistas en la forma más culera.
1) Que el Pri jamás consideraría el abandonar su membrete, la marca más conocida, para ejercer el poder, porque eso implicaría dejar pagando a varios de los propios priistas en la forma más culera.
2) Que López jamás conseguiría convencer a más de los tradicionales 15-18 millones de ingenuos que le dan su voto regularmente.
Ambos supuestos fueron equivocados. Sí hubo más ingenuos, y sí tuvieron los priistas el total cinismo de traicionarse para brincar a un nuevo membrete.
Ambos supuestos fueron equivocados. Sí hubo más ingenuos, y sí tuvieron los priistas el total cinismo de traicionarse para brincar a un nuevo membrete.
Así que ahora tenemos a una mayoría de la mafia política más cohesionada que antes, con unos cuantos damnificados irremediables (Anaya la cabeza) y otros que por inercia podrán irse acomodando en torno al nuevo partidazo (Meade, Calderón, Alfaro).
Lo que sigue desde la sociedad, es lo que deberemos discutir y bocetar desde ya: a la restauración del sistema político generalmente le sigue la restauración del sistema económico. Y eso es lo que estaría más jodido.
Dije yo la semana pasada que en esta elección nos deberíamos graduar como ciudadanos, o ya nunca lo seríamos. Lo sostengo. Nos va a tocar mover las nalgas a huevo, si algún interés tenemos en lo que le sucederá a quienes vienen detrás.
Nadie que hoy tenga su vida resuelta verá efectos trágicos en la gestión de López y el sistema restaurado que encabeza, pero cualquiera que sea menor de edad, y muchos veinteañeros, sin duda la verían culerísima.
Y más allá de los efectos perniciosos, que pueden sufrirse o no, está la honestidad cívica de no conformarse mientras una pandilla de pendejos corta la rama en la que uno está parado.
Ya recibí, también, invitaciones de un par de referentes para hacer algo en torno al cagadero que se votó el domingo pasado: hay gente ya pensando y haciendo, y eso me da motivos para seguir acá, al menos un ratito.
Que siga la música, y cuando se detenga a ver quiénes tenemos silla y quiénes no, manos.
