De la sarta de ridiculeces anunciadas por Maduro ayer como "programa de recuperación económica" ya se ha dicho mucho. Solo haré dos precisiones.
De todo lo anunciado, la incorporación de un bloque petrolero a los activos contables del BCV es probablemente la idea más exótica y estúpida de la noche, excepto porque probablemente sea un guiso.
El concepto de liquidez internacional de un banco central tiene sentido en la medida que sirve de amortiguador de los efectos de la movilidad internacional de capitales y los compromisos externos de monedas convertibles.
No todo activo le sirve a un banco central para ese propósito. De hecho, la mejor práctica de los BC es tener solo efectivo en divisas o papeles de categoría AAA, privilegiando liquidez y solidez sobre cualquier otra consideración.
Petróleo en el subsuelo es probablemente el activo más ilíquido que uno se pueda imaginar. Es lo contrario de lo que un BC busca y necesita.
Es decir, el anuncio es probablemnte inconstitucional, pero es sobretodo muy estúpido. En nada contribuye a solventar la destrucción institucional que llevó al BCV a ser el primer Banco Central del hemisferio occidental en producir una hiperinflación en las últimas tres décadas.
La otra idea cumbre de la noche es la de reducción de aranceles e impuestos para "fomentar" la importación de insumos y bienes de capital. Esta gente tendría que revisar la noción restricciones limtantes (binding cobstraints).
Pensar que en este momento el nivel de importaciones de bienes de capital es sensible al nivel de impuestos o aranceles es como pensar que si rebajamos la tasa aeroportuaria del aeropuerto de Maiquetía empezaran a llegar millones de turistas internacionales. De locos.
